Que Ségolène Royal (PS) no logra convencer del todo, que hay gente de izquierda que duda entre ella y Franí§ois Bayrou (UDF), pero que la propuesta de este último es demasiado nueva y que Nicolás Sarkozy (UMP) es demagogo, son algunos de los reparos que un grupo de chileno-franceses tiene frente a los principales aspirantes al Elysée.
A sólo dos días de la primera vuelta de la elección presidencial francesa, los votantes están escépticos frente a las propuestas de los candidatos, particularmente de los tres más importantes. Al parecer, ni el slogan de "La France Présidente" de Ségolène Royal (PS), ni "Ensemble tout devient possible (Juntos todo es posible)" de Nicolás Sarkozy (UMP) o "La France de tous nos forces (La Francia con todas nuestras fuerzas)" de Franí§ois Bayrou (UDF), han logrado convencer. De hecho, según el último sondeo telefónico de TNS Sofres, realizado el 11 y 12 de abril, aún hay un 32% de electores que no está completamente decidido.
Valeria Young, estudiante de cine, cree que uno de los grandes problemas de esta campaña es la manipulación de la opinión pública a través de las encuestas y los medios de comunicación, lo que hace que la campaña sea demasiado sensacionalista y no profundice en los temas de fondo. Para ella, el spot de Sarkozy, donde se ve al candidato sonriente, atento, y casi como un obrero más, es "absolutamente populista y demagogo. El pertenece al mundo de los grandes empresarios, pero (en la franja televisiva) aparece junto a los trabajadores. A veces se presenta como el hijo de un inmigrante que ha triunfado, otras, como el hombre que se ha hecho así mismo, a la americana. No es coherente con él mismo".
En el mismo sentido, Tania Montecino, estudiante de odontología, señala que Franí§ois Bayrou -quien en el spot aparece solo y hablándole directo a los franceses-, no logra proyectarse como una real alternativa entre los principales partidos de la derecha (la UMP) y de la izquierda (el PS). "Se dice que él es el candidato de la gente indecisa, de la gente de centro, pero yo creo que no, que finalmente, el se irá hacia la derecha… además, lo que él propone, no sé, particularmente encuentro que hay problemas más importantes que una reforma del ENA (la prestigiosa Escuela Nacional de Administración donde estudian todos los que quieren dedicarse a la administración pública y a la política), como el desempleo y la jubilación».
Pero si Sarkozy no convence del todo y Bayrou tampoco,¿quién queda? Ségolène Royal. Sin embargo, la candidata socialista debe dar muestras de que tiene, efectivamente, estatura de jefa de Estado, como se lo han reprochado sus adversarios. Tal vez por eso en su spot, ella recuerda sus múltiples funciones y su trabajo como ministra de Franí§ois Mitterand. Margarita Young, activa militante del Partido Verde, cuenta que «hay bastante gente de izquierda que duda entre ella y Franí§ois Bayrou. Pero es muy reciente su ruptura con la derecha, entonces, su candidatura, su propuesta tiene aún la calidad de un anuncio más que de una realidad. Creo que Ségolène es una mujer que tiene mucho carácter y que sabe a donde va, pero ¿tendrá buenos consejeros? «.
Curiosamente, ningún spot de campaña busca reencantar a la gente, hacerla soñar con un mañana mejor, sino que es el pesimismo y la desesperanza las sensaciones que reinan en los 12 anuncios. Esto se debe, según explica el experto en comunicación política de la Sorbonne, Jaques Gerstlé, "a la estructura de la oferta electoral. Los principales candidatos (Royal y Sarkozy) realizan su primera campaña y deben mostrar que su programa puede hacer la ruptura y el cambio que se desea. Para lograrlo, dramatizan la situación. En lo que concierne a los otros candidatos, ellos no tienen otra opción que seguir este discurso para lograr aumentar el interés de su candidatura y del cambio, en el espíritu del público».
¿Existe alguna posibilidad de que esta dramatizatión de la campaña sea beneficiosa para algún candidato? Para Renato Paveri, profesor de castellano, la situación en Francia no es tan dramática como la plantean los postulantes al Elysée. Según él, ningún aspirante podrá hacer la ruptura prometida. "Los que podrían hacerla son los candidatos chicos, quienes nunca estarán en el poder. Los candidatos grandes no pueden porque una vez en el poder tendrán que satisfacer a los grandes sindicatos empresariales y de trabajadores, por lo tanto, no podrán hacer una revolución. Hace 30 años que las cosas no cambian radicalmente en este país".
En este sentido, Adrián Albala, estudiante de master en ciencia política aplicada a la América Latina, señala que el discurso pesimista de los candidatos tiene como objetivo la búsqueda de "un salvador que levante al país, lo que explicaría las referencias a la identidad nacional. Es cierto que hay una tasa de cesantía cercana al 9% y que la tasa de crecimiento es cercana al 2%, pero no hay una catástrofe. Lo que pasa, es que en 12 años de gobierno de Jacques Chirac no se hizo nada. Salvo por lo de Irak, su presidencia fue una catástrofe".
¿Existe decepción con la oferta electoral? Adrián cree que en esta oportunidad, a diferencia de otras elecciones, no hay un candidato de peso, lo cual se refleja en los pequeños debates que se producen entre los representantes de la UMP y el PS frente a temas como la identidad nacional o el hecho de cantar la Marsellesa, con el objetivo de eliminar a los candidatos más cercanos (es decir, Bayrou y Jean Marie Le Pen) del discurso de la campaña que ofrecen los medios. Valeria piensa que éstos y la publicidad de los sondeos influencian la opinión de la gente y hacen que la campaña se sensacionalice, poniendo énfasis en los candidatos grandes. Tania, concuerda con lo anterior y lamenta que el candidato de su preferencia no haya tenido suficiente cobertura mediática previa a la campaña oficial. Así, asegura que en caso de que la segunda vuelta se defina entre Sarkozy y Ségolène, ella irá a votar "y luego, cuando llegue a casa, me lavaré las manos". Juzgue usted.
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