Publicidad

Ex embajador Mario Artaza analiza en libro las relaciones de Chile y vecinos

»Me preocupa esta actitud permanente de distintos sectores peruanos para manifestar descontento, desconfianza, resentimiento hacia nuestro país. Es como si Perú como nación necesita tener a Chile como contradictor, rival y eso termina siendo negativo. Ellos deben darse cuenta de que ese camino no es positivo para las relaciones», comenta el ex embajador.


El ex canciller Ignacio Walker señaló que el Ministerio de Relaciones Exteriores ocupaba más del 50% del tiempo en resolver los problemas vecinales. Ello llamó profundamente la atención al ex embajador Mario Artaza y a la periodista Paz Milet, ambos del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, que convocaron durante un año a un taller multidisciplinario para analizar en tres grupos a nuestros vecinos: Argentina, Bolivia y Perú.



Cada uno de los participantes -académicos, personas de las Fuerzas Armadas y especialistas en el tema- entregó un documento final que fue discutido en las reuniones y tras ese análisis se hicieron algunos ajustes. El fruto de ese trabajo es el libro "Nuestros vecinos", que este jueves (19.00 horas) será lanzado en la casa central de la Universidad de Chile.



Los comentarios de la obra, de 560 páginas, estarán a cargo del embajador de Chile en Argentina, Luis Maira, el ex canciller durante el régimen militar, Hernán Felipe Errázurriz, y del profesor de la Universidad Católica, Roberto Durán.



Artaza en conversación con El Mostrador.cl comenta que con los talleres y el libro querían cumplir con dos objetivos. El primero, colaborar con el debate público sobre temas "de los cuales se sabe poco en Chile y son complejos. Esperamos que la lectura del libro que es de consulta y que tiene entre 36 y 40 capítulos, de distintas materias político comercial, energía, aguas, fronteras, gas, cosas culturales, amplíe el debate y que el tema vecinal sea visto por otros actores".



El otro factor, argumenta, es que el Instituto de Estudios Internacionales no puede ser sólo teórico. "La naturaleza de ese centro es cooperar y ayudar a las políticas públicas, no pura teoría sino que tratar de cooperar con el Ministerio de Relaciones Exteriores para que la política exterior de Chile se cuente con las bases más sólidas, con mayor número de antecedentes y perspectivas", dice el ex embajador de Chile en Londres.



Al inicio de cada capítulo hay un artículo de un académico boliviano, argentino y peruano, porque "queremos darle a ellos la oportunidad de dar a conocer su punto de vista a los chilenos. Hemos buscado la mayor objetividad y no es un libro para levantar la bandera chauvinista o agresiva, es dar a conocer los planteamientos que tienen los vecinos sobre Chile y de la política exterior de nuestro país».



Explica que en el texto no se va a encontrar que "el problema con tal país es éste y ésa es la solución. Nosotros entregamos antecedentes, elementos de juicio y damos a conocer la situación en un énfasis muy fuerte de lograr acuerdos pacíficos siempre y de restablecer las mejores relaciones posibles".



Agrega inmediatamente que "muchas veces, los académicos y también los viejos embajadores, no tenemos los conocimientos del día a día y las negociaciones que se llevan minuto a minuto, de las cuales no sabemos. Nosotros hacemos una contribución desinteresada y generosa, no hay, en este libro, ningún otro deseo".



Con Perú



-¿Cómo ve la relación con Perú?

-Hemos hecho notar en los artículos que hay una constante peruana que es muy negativa. Nosotros hacemos todo tipo de concesiones, buscamos la tranquilidad, la integración y hay muchos elementos en el país del norte que van creando cada día problemas, tensiones y dificultades. Creo que eso está generando cierto nivel de frustración y eso es grave.



-¿Eso es lo más problemático?
-Quiero llamar la atención sobre ese aspecto. En el artículo mío en el libro hago una serie de preguntas sobre ese punto, que son interrogantes que necesitamos buscar una respuesta urgente: ¿Es Perú un país agresivo frente a Chile? ¿Un país con resentimiento que data de una larga época? ¿Qué raíces tiene el pensamiento de Humala? ¿Qué puede significar para la relación chilena peruana? Entonces, ¿es la respuesta adecuada a este tipo de situaciones el mantener una política puramente de concesiones? Yo dejo la pregunta.



-¿Ninguna respuesta?
-El hecho que me formule esas preguntas en forma aguda es para que los que deben buscar una solución, porque están a cargo del problema, también busquen una respuesta. Lo único que quiero es cooperar y colaborar desde otro punto de vista, otro ambiente desde la academia y no crear un problema.



-Perú siempre ha protestado cada vez que nuestro país compra armas.
-En un seminario estuvimos cinco miembros de este taller con igual número de académicos del Instituto de Estudios Peruanos en una conversación muy franca, muy abierta. Inmediatamente nos preguntaron para qué Chile quiere armas y nos dijeron ‘nos preocupa que ustedes tengan esa gran cantidad de armas’. Respondimos que ese es un proceso de modernización total de Chile, que lo van a tener muchos países de América Latina. Además, ahora tenemos una perspectiva de cooperación en Naciones Unidas de participar en fuerzas de paz y que quiere que lo hagamos con tanques Sherman de los 40 y con fusiles. Nuestro armamento tiene que estar a tono con la exigencia de la cooperación internacional y, si es posible, con armamento moderno y de última generación.



-Pero los peruanos no creen esa explicación.
-Claro. Enseguida ellos dicen, pero ustedes compraron F 16. Los peruanos construyen castillos en el aire basados en la desconfianza, el temor y a pesar de nuestra transparencia, esta no ha venido por parte de ellos. Cabe recordar que Perú mantuvo en secreto que poseían un misil aire-aire de mucho mayor alcance que el que había en el país y nunca lo habían revelado. Cuando Estados Unidos nos vendió los F -16 no querían, en un principio, vender un misil porque no existe un arma así en América Latina, pero Perú había mantenido el secreto este misil ruso.



Cuando ellos compraron el avión Mig 29, los Sukhoi, en Chile nadie se preocupó, no se hizo escándalo. Cuando ellos colocan todos esos aviones en la frontera con nuestro país en la base aérea La Joya no había preocupación. Sin embargo, nosotros colocamos los F-16 en Antofagasta o Iquique y el ministro de Defensa de Perú dice por qué colocamos estos aviones. Hay una unilateralidad permanente de estos aspectos y que tenemos que tratar de resolver de una vez. El problema es que nosotros hacemos concesiones, buscamos soluciones, pero ¿donde están las de ellos? ¿Por qué no cesan de este cuestionamiento de estos temas?



La demanda boliviana



-¿Con Bolivia seguiremos con la eterna petición de salida al mar?
-Es de esperar que haya una solución amistosa para que Bolivia mejore sus condiciones de conectividad. A veces uno puede pensar si Perú crea muchos de esos problemas para evitar de que se llegue a un entendimiento con Bolivia, es una cosa que legítimamente nos podríamos preguntar.



-¿Y usted cree aquello?
-Hay elementos de juicio. Por ejemplo, cuando estábamos a punto de llegar a un acuerdo por el tema energético que hubo elementos peruanos que se oponían. Ahora si se ha hablado de una solución con Bolivia, este tema que ha planteado Perú de desconocer la frontera marítima establece un factor de cuestionamiento en una posible solución con Bolivia. A nosotros nos duele que todos estos factores se tiñan de otros y no podamos tener relaciones normales de todo orden, que incluyen lo del gas e incluso asuntos diplomáticos.



-¿Cree que Bachelet podrá reanudar relaciones diplomáticas con Bolivia?
-Se requieren dos para bailar el tango. Se requiere un acuerdo. Hay que buscar una solución amistosa, sin amenazas, ni poner palitos en el camino porque sino no vamos a lograr un entendimiento y eso nos afecta a todos. Si no logramos soluciones amistosas siempre perdemos todo.



-¿Y con Argentina?
-Nosotros somos muy legalistas. Chile tiene como país pequeño una actitud tremendamente legalista y no es esa la posición argentina. Ellos aplican el realismo o la oportunidad política, tienen una claridad de que deben mantener satisfechas las necesidades internas antes de cumplir para otra parte. Nosotros vivimos con un gas barato muchos años y creímos que era un gran negocio y ahora debemos enfrentar las realidades, diversificar nuestras fuentes energéticas y ser realista en eso. Buscar otras fuentes eólica, gas e incluso abrirnos a la nuclear.



-¿Con cuál de esos países usted cree que puede haber mayores conflictos?
-No soy de la hipótesis de guerra sino que más bien debemos tener cuidado que las cosas que se hacen no vayan en evolución negativa. A mí me preocupa esta actitud permanente de distintos sectores peruanos para manifestar descontento, desconfianza, resentimiento hacia Chile. Es como si Perú, como nación, necesita tener a Chile como contradictor, rival y eso termina siendo negativo. Ellos deben darse cuenta de que ese camino no es positivo para las relaciones.

Publicidad

Tendencias