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Caso Huber: Juez pide abrir cuentas bancarias del general (R) Lizárraga

Ministro en visita Claudio Pavez ordenó a cuatro instituciones financieras entregar la información que manejan sobre el ex uniformado. Objetivo es determinar si el otrora subedirector de la DINE obtuvo algún »bono» por sus actividades. Magistrado también solicitó antecedentes sobre la empresa Eurotechnology, ligada a la venta de armas.


El ministro en visita Claudio Pavez, que instruye el proceso por el homicidio del coronel Gerardo Huber, ordenó a una serie de bancos abrir las cuentas del general (R) Víctor Lizárraga, procesado por asociación ilícita en la causa.



La petición fue hecha -a través de un escrito- por la abogada del Consejo de Defensa del Estado (CDE) María Inés Horvitz, luego de sostener varias reuniones reservadas con el magistrado en la Corte de Apelaciones de San Miguel durante las últimas semanas.



La solicitud -de acuerdo a la información obtenida por El Mostrador.cl– apunta a que los bancos BCI, BBVA, Chile y Santander entreguen la información que tienen de Lizárraga, encausado en este proceso por su participación -como subdirector de la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE)- en la conspiración que encubrió la muerte de Huber.



La lógica ocupada por Horvitz y el ministro apunta a establecer si Lizárraga recibió algún «bono» por sus actividades, estrategia procesal usada en otros casos como el de Tucapel Jiménez, cuando el entonces ministro Sergio Muñoz (hoy supremo) comprobó que el autor material del delito, Carlos Herrera Jiménez, obtuvo un «crédito» Corfo que nunca pagó.



Pero Horvitz no sólo va tras los activos financieros de Lizárraga, sino también para que explique sus vínculos con el periodista Guillermo Ibieta Otto en la empresa Euro Technology Limited.



Esta firma aparece, además, ligada a la fortuna del fallecido dictador Augusto Pinochet, en las millonarias coimas que recibió por la compra para el Ejército de los tanques alemanes Leopard en 1998.



Por esta razón, una de las preguntas que Lizárraga deberá responder es el conocimiento que tiene sobre la «empresa espejo» que Euro Technology mantiene en Panamá.



De esta manera, el CDE logró que el ministro Pavez decretara estas diligencias, ya que, desde hace algunas semanas, fuentes allegadas al proceso comentaban que el magistrado cerraría el sumario, dando así por agotada la investigación.



Si bien Pavez no ha logrado hallar autor material del delito, ha establecido una serie de hechos y tiene procesados, junto a Lizárraga, a otros cuatro altos oficiales del Ejército, entre ellos al ex jefe de la DINE Eugenio Covarrubias, el ex jefe de la Dirección de Logística, general (R) Carlos Krumm, el ex jefe del Batallón de Inteligencia del Ejército (BIE) Manuel Provis Carrasco y el coronel (R) y amigo de Huber, Julio Muñoz.



En diciembre de 1991, Gerardo Huber se vio involucrado en el tráfico ilegal de armas a Croacia, pertrechos militares que fueron descubiertos en Budapest, Hungría, y que determinaron en Chile la apertura de un sumario a cargo del entonces ministro Hernán Correa de la Cerda.



Los vínculos



En enero de 1991, Huber fue interrogado y posteriormente arraigado por Correa de la Cerda, antes de que viajara a Israel. Para evitar declarar cuando el caso estaba en su momento más álgido -enero de 1992-, presentó un certificado médico aduciendo mareos a raíz de un supuesto estrés y depresión.



Pese a estar autorizado para viajar a Puerto Varas, el fallecido coronel se fue a la casa de su compadre, Elwin Tapia, en el Cajón del Maipo. La noche del 29 de enero dejó la residencia en el Nissan plomo de Tapia, luego de que su familia saliera, horas antes, a buscar a su hijo José Ignacio .



A eso de las 23 horas, cuando Elwin Tapia aún se encontraba en casa de su prima, notaron que Huber no llegaba. Se preocuparon y regresaron a la casa de Tapia a ver qué sucedía y hallaron las luces encendidas, la puerta abierta, pero no estaba ni Huber ni el auto. Se contactaron con Carabineros y a las 3 de la madrugada hallaron el automóvil en el puente El Toyo.



Transcurrieron tres semanas hasta que el 20 de febrero de 1992 el cuerpo de Huber apareció en el lecho del Río Maipo con el cráneo destrozado. La causa estuvo caratulada durante 13 años como suicidio hasta que el ministro Claudio Pavez la cambió a homicidio calificado pocas semanas después asumir el caso, en septiembre pasado.



Bajo la alfombra



Durante la investigación el ministro Pavez aclaró una serie de hechos que estuvieron a la sombra durante más de 15 años.



Por ejemplo, estableció quiénes fueron los agentes del BIE de la época que abrieron la caja fuerte que Huber tenía en su oficina de logística institucional. Se trata de Egon Isler y Jaime Concha. Qué hallaron, será siempre una gran interrogante.



Otro de los pasajes hasta ahora desconocidos del proceso, aunque se trata de un hecho conexo a la muerte de Huber, es el suicidio del chofer que este último tuvo durante su permanencia en el Ejército, Blas Merino, ocurrido en 1995.



A partir de una presentación de la abogada querellante Joanna Heskia, el magistrado descubrió un hecho que llama la atención sobre la muerte del ex uniformado.



Primero, que los carabineros que llegaron al sitio del suceso eran de la comuna de Padre Hurtado, pero fueron llamados y avisados desde el retén de Santa Rosa de Chena.



Nunca en el expediente se interrogó al personal de la unidad policial que, al menos, colindaba con la Escuela de Inteligencia del Ejército (EIE).



Otro detalle es que llegó un informe policial que descarta la tesis del suicidio, ya que las manos del ex militar no presentaban nitratos que siempre están presentes en hechos de esta naturaleza.



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