Las Termas de Chillán será el escenario donde, entre el 24 y el 26 de mayo, el gremio se reunirá para discutir el rol de la organización. Además, abordará los problemas derivados del creciente número de universidades que imparte la carrera. »Vamos a tener un escenario futuro en el cual va a haber una sobreoferta», advierte el saliente presidente, Juan Sabbagh.
Convencidos de la importancia de su labor en las tareas de desarrollar y construir el país, en su XX Congreso el Colegio de Arquitectos centrará el debate en las problemáticas que plantea el aumento de universidades que imparten esta carrera y el consiguiente incremento de profesionales.
Según el Ministerio de Educación, actualmente existen más de 40 universidades que forman arquitectos a lo largo Chile, una realidad que no deja indiferente al gremio.
El saliente presidente de la entidad, Juan Sabbagh, advierte que "vamos a tener un escenario futuro en el cual va a haber una sobreoferta de profesionales. Una parte de eso va a ser contrarrestado por un mayor desarrollo del país y por lo tanto una mayor demanda de profesionales. Pero nos está llevando a un escenario distinto del que hemos vivido anteriormente".
"Creemos que no es factible y no es realista pensar que debiera haber menos universidades, porque evidentemente se plantea la pregunta de a quién y con qué derecho dejamos fuera. La reformulación viene por decir de qué manera somos capaces de acoger en nuestra agrupación una mayor cantidad de profesionales y de qué manera velamos porque la calidad de éstos sea de acuerdo a las responsabilidades que nos corresponden como profesión", afirma.
Diversificación
Ante este nuevo escenario, Sabbagh prevé una serie de posibles oportunidades, producto del aumento de arquitectos. "Las oportunidades son la diversificación de la profesión, encontrar nuevos nichos de trabajo. Hoy día las fronteras entre las profesiones son más difusas y por lo tanto tenemos oportunidades de descubrir nuevos trabajos. El hecho de que haya mucho más arquitectos intentando buscarse un espacio en la vida, creemos que al final va a traer como consecuencia una expansión de nuestra profesión".
De la misma forma, la saturación de profesionales presenta amenazas que Sabbagh plantea como una baja en la calidad. "Si las universidades no se proponen una formación profesional seria, con proyectos serios, sin solamente plantearse como una oportunidad de hacer un negocio educacional y producir profesionales porque le es rentable hacerlo, esto va a tener consecuencias sobre nuestra actividad. Consecuencias no hacia nosotros mismos, sino hacia las comunidades para las que trabajamos", comenta.
Para Sabbagh, "lo más importante es luchar por que las universidades privadas tengan un proyecto educacional serio y fundado y no sea solamente un modo de generar ingresos a sus propietarios. Si eso se cumple, yo no veo inconveniente".
Pero además del problema del número de universidades que imparten la carrera, está en debate el puntaje de selección de los alumnos que serán los futuros arquitectos. "Todas las profesiones requieren de ciertas habilidades y de cierta preparación. Por lo tanto hay que cuestionarse hasta qué punto el límite inferior de los puntajes es abierto. Nosotros pensamos que no debe ser abierto, que hay un mínimo para estudiar ciertas carreras. Y eso pasa por una concepción de país en términos de identificar el éxito a futuro en la vida a través de un cartón profesional de una carrera tradicional".
Como presidente del Colegio de Arquitectos, Sabbagh esboza el desafío de debatir y proyectar "cómo nos planteamos nosotros como Colegio y como arquitectos ante una realidad que es mucha mayor cantidad de profesionales, que por una parte es bueno, pero por otro lado, cómo garantizamos la excelencia en su formación".
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