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Como ordenador para la Concertación se evaluó el mensaje presidencial

En el conglomerado oficialista recibieron positivamente las palabras de la mandataria, pues pudo marcar claramente el rumbo político de esta cuarta administración oficialista. En la Alianza por Chile, en cambio, se mostraron distantes y optaron por bajar el perfil a los emplazamientos que realizó la jefa de Estado para que realizaran una oposición responsable.


Como un discurso que en términos políticos estaba claramente enfocado hacia la Concertación, fue considerado el mensaje presidencial que Michelle Bachelet entregó este 21 de mayo.



Así, aunque aludió directamente a la oposición, a la que pidió respeto y responsabilidad, tanto en la Alianza como en el bloque oficialista, se percibieron las palabras de la Jefa de Estado como un llamado a su propio conglomerado para alinearse tras sus propuestas.



Y en este marco, el anuncio de bajar 0,5 puntos a la regla fiscal del superávit estructural, permitió descomprimir el ambiente al interior de la Concertación, pues con ello se satisfizo una de las más sentidas demandas en las filas oficialistas.



Para los parlamentarios del conglomerado de gobierno, el mensaje presidencial fue un discurso positivo para ellos, una suerte de acercamiento hacia las inquietudes de sus bases de apoyo, que a su vez los obliga a alinearse.



Asimismo, lo ven como un claro indicativo de que ella cuenta con los votos de su bloque para aprobar los proyectos que plantee al Congreso, pues no espera obtener los respaldos en la oposición.



De hecho, los énfasis puestos en materia política, como la necesidad de reformar el sistema binominal, el voto automático y que las personas puedan retirarse de los registros electorales, son en su mayoría temas que unen a las filas de la Concertación.



Junto con ello, la reforma electoral es visto por el bloque oficialista como un punto de división en la derecha, por lo que serviría para introducir un detonante de polémica interna no sólo entre RN y la UDI, sino que también entre Sebastián Piñera y la derecha tradicional, que históricamente ha visto con recelo cambios al binominal.



Así, aunque en el gobierno y el oficialismo hay conciencia que será difícil lograr la aprobación de la agenda política planteada por Bachelet, es vista como una manera de «sacar al pizarrón» a la derecha, para contraponer lo que defendió Piñera durante su campaña presidencial, con el comportamiento real en el Congreso de los parlamentarios de la Alianza.



Concertación: Presidenta marcó el rumbo



Ahora el barco de la Concertación tiene un horizonte claro a juicio del presidente del PPD, Sergio Bitar. «La Presidenta fijó rumbo, especialmente cuando uno está en alta mar y ha vivido una tormenta como la que está viviendo en el Transantiago, si no fijas rumbo, los marineros empiezan a tirarse al agua, cada uno da una opinión distinta, no saben adónde está el norte dónde está el sur. Ella fijó el norte muy claro».



Percepción que comparte el senador de dicho partido, Guido Girardi, quien sostuvo que «la Presidenta ha planteado algo esencial, que es volver a clarificar el rumbo del país que tal vez a muchos se les puede haber olvidado, producto de la bruma que ha generado el Transantiago».



En tanto el senador PS Jaime Gazmuri afirmó que con este mensaje, queda afianzado el liderazgo de la Presidenta. «Esto le da nuevo impulso al gobierno, nos permite en la Concertación reforzar nuestra unidad», aseveró.



En tanto, el presidente del PS, Camilo Escalona, afirmó que el discurso presidencial marcó la línea de trabajo. «Alguien crítico podría decir: como yo no sé lo que hay que hacer, me voy por la libre, pero como hay un programa de trabajo, hay decisiones audaces pero responsables… la Presidenta ha dicho mire, yo he puesto aquí una agenda, un programa de trabajo, hay todo un plan de acción a futuro, y lo mínimo que ella puede pedir es el compromiso y la lealtad con este programa»



De hecho, el timonel del Partido Radical Socialdemócrata (PRSD), José Antonio Gómez, puntualizó que «ya no hay nadie que pueda decir que el gobierno no está interesado en invertir recursos para el desarrollo de Chile»



Por su parte, para la titular de la DC, Soledad Alvear, la mandataria respondió a las inquietudes que se han planteado en las filas de gobierno, pues «el énfasis que ella marca en materia de educación, en los temas de salud, de apoyo a los beneficios, dan cuenta de una respuesta bien contundente que ella hace en términos generales a los que es protección sociales, así como también a temas muy específicos».



Diferencias entre los senadores



Uno de los críticos en las filas concertacionistas a la forma en que se han llevado las finanzas públicas, es el senador PS Carlos Ominami, uno de los artífices del documento «La Disyuntiva». Ello conllevó fuertes discusiones, que al interior del socialismo cobraron un cariz especial, por el intercambio de opiniones entre el legislador y Escalona.



Después del discurso de Bachelet, el senador se manifestó satisfecho, afirmando que «nosotros hemos tenido la capacidad de rectificar y mejorar aquellas cosas que hay que mejorar y, desde ese punto de vista, me siento también tranquilo y siento haber hecho un aporte al debate».



También uno de los senadores que integran el grupo de los llamados «díscolos» se mostró a favor de los anuncios presidenciales. El parlamentario PS Alejandro Navarro dijo que «me cargué las pilas con la Presidenta, estábamos todos un poquito bajoneados, pero nos ha puesto metas, tareas y ha dado respuestas a inquietudes que teníamos»



Quien mantuvo una actitud de distancia, fue el senador DC Adolfo Zaldívar, quien advirtió que en el gobierno «van a poder contar con los votos nuestros para posiciones que van en este sentido, pero todas posiciones irracionales, como la depreciación acelerada que pretendieron sacar y disfrazar diciendo que beneficiaba a los microempresarios, no sólo no van a contar con nuestros votos, si no que las vamos a denunciar con todas las fuerzas que podemos».



Alianza: «Problemas están en La Moneda»



En la Alianza por Chile, en cambio, evitaron acusar el golpe respecto a los emplazamientos que les hizo Bachelet, quien fue especialmente dura por ejemplo al referirse a que insistirá en el tema del voto de los chilenos en el extranjero, que fue rechazado por la oposición.



Sin embargo, para la UDI y RN, antes que hablar de la actitud de la derecha, el Gobierno debería revisar la situación de su propio conglomerado y su funcionamiento interno.



El otrora abanderado presidencial Sebastián Piñera afirmó que el discurso de Bachelet » refleja una Concertación agotada, que perdió la capacidad de autocrítica, que perdió las buenas ideas, que perdió las ganas, el entusiasmo. La Presidenta no tiene ninguna capacidad de autocrítica. Ella ve el mundo con anteojos color de rosa».



Por su parte el presidente de la UDI Hernán Larraín enfatizó que «más que cuestionar a la oposición, lo que debe hacer el gobierno, donde debe mostrar el liderazgo, es llamando la atención a sus partidos que son los que no le están cumpliendo y le están impidiendo que el gobierno haga cumplimiento de sus promesas».



En tanto, el timonel de RN, Carlos Larraín, afirmó que en el voto de chilenos en el extranjero «nosotros hemos mirado con simpatía esa idea, pero no estamos de acuerdo en que eso se convierta en una caja de pandora que pudiera distorsionar el sistema electoral chileno (…) No estamos llanos a que se convierta en un compra huevos en los consulados en el extranjero».



A su vez, el diputado pro RN Alberto Cardemil, afirmó al respecto que «siempre el gobierno le pide a la oposición que lo apoye, ese es un pedido normal, pero los problemas y los errores están dentro de La Moneda, no afuera»

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