Una vez que el senador por Aisén sea notificado, comenzará a regir el plazo de cinco días para que entregue sus descargos. Pese a que el parlamentario sostiene que por ley no existen las órdenes de partidos, la mesa falangista asegura que lo que se cuestiona son sus actitudes como militante DC. Medida agudiza las tensiones entre alvearistas y colorines.
Como la hoja en blanco que enfrenta el escritor a la hora de comenzar su obra, se abrió este lunes el proceso interno en la Democracia Cristiana (DC) sobre la situación del senador Adolfo Zaldívar, a quien la directiva lo acusa de una "grave" falta por no haber respetado los acuerdos internos de la colectividad al rechazar el proyecto sobre los recursos al Transantiago.
Durante dos horas, el Tribunal Supremo de la Democracia Cristiana revisó los antecedentes entregados por la directiva del partido, después de lo cual resolvió declarar admisible la denuncia.
Según explicó brevemente el presidente del TS, Carlos Figueroa, esta etapa es muy formal. Es este marco, indicó que la entidad revisa los antecedentes, ve que "la denuncia está firmada, están identificados los firmantes, que es de aquellas materias que le corresponde conocer al Tribunal Supremo". Agregó que "en consecuencia (se) admitió a tramitación" la presentación de la mesa.
Una vez resuelto esto, el paso siguiente es que "se pone en conocimiento del senador Zaldívar y se fijan los plazos que señala el estatuto para que tenga la oportunidad de contestar la declaración en su contra", dijo.
El plazo para la audiencia, depende del momento en que Zaldívar sea notificado. "Vamos a tratar de que sea notificado lo antes posible porque queremos proceder en esto lo más breve y sumariamente, como señala el estatuto", señaló Figueroa.
Asimismo, el TS decidió que sea la propia sala la encargada de ver el caso y no dejarlo en manos de un juez instructor, que es la otra alternativa que establecen los estatutos.
Según las normas de la tienda, una vez declarada la admisibilidad, el Tribunal "pondrá en conocimiento del denunciado lo sustancial de la denuncia, y se le notificará del día y la hora de la celebración de una audiencia de contestación y prueba a la que deberá concurrir con todos sus medios de prueba, bajo apercibimiento de proceder en su rebeldía. La audiencia se fijará para el quinto día hábil siguiente de la notificación, entendiéndose esta practicada al tercer día desde la fecha de su entrega a la oficina de correos respectiva".
Los argumento de las partes
Dado el primer paso en este proceso, se iniciarán las argumentaciones de las partes. El senador Adolfo Zaldívar fundamentará su argumentación en que ley orgánica constitucional de partidos políticos impiden las órdenes de partidos a los parlamentarios.
Asimismo, puntualizará que actuó libremente, sobre la base de lo que su conciencia le dictó era lo mejor para el país. En este sentido, el parlamentario recuerda que él, desde el gobierno de Ricardo Lagos, ha rechazado la idea del Transantiago, por lo que ha actuado en forma consecuente con lo que planteó desde el comienzo.
Sin embargo, en la mesa DC, el secretario nacional, Moisés Valenzuela, afirmó que "nosotros no hemos hecho ningún planteamiento ilegal".
Agregó que no están cuestionando el voto de Zaldívar, si no que se refieren a la forma en que se cumplen los acuerdos que se han tomado al interior de la colectividad. "En Consejo Nacional del partido nunca ha dado ninguna orden a ningún parlamentario", indicó.
A reglón seguido, sostuvo que los partidos políticos son comunidades a las cuales los individuos adhieren en forma voluntaria, por lo que sus integrantes "estamos obligados a acatar los acuerdos que democráticamente toma esa comunidad".
Así, la mesa DC ha evitado referirse al voto en sí de Zaldívar, si no que cuestiona su accionar al oponerse públicamente a un proyecto que el Consejo Nacional -mayoritariamente alvearista- había resuelto respaldar.
El TS está integrado por 15 miembros, de los cuales diez son cercanos al sector alvearista: Troncoso, Alejandra Krauss, Osvaldo Díaz, Paula Donoso, Claudio Troncoso, Jaime Arellano, Gonzalo Sánchez García-Huidobro, Pablo Jaeger Cousiño, Ernesto Corona y Álvaro Villanueva.
En tanto, los «colorines» están representados por Verónica Barahona, José Florencio Guzmán, Pedro Irureta, Claudio Flores Aqueveque, mientras que Pablo Castiglione es considerado cercano a la corriente que encabeza Pablo Lorenzini.
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