Tras la aprobación en la Cámara, ahora se inicia una intenso diálogo con lo senadores para que la propuesta que entrega US$ 290 millones al sistema de transportes sea despachada. Al respecto, causa inquietud en las filas concertacionistas conversaciones que el Gobierno lleva adelante con la derecha, para lograr los votos que aseguren el éxito de la iniciativa.
La aprobación por parte de todos los diputados de la Concertación del proyecto que inyecta nuevos recursos para el Transantiago causó satisfacción en el oficialismo, pero también conciencia de que se inicia un duro desafío en el Senado para conseguir que se replique la misma voluntad.
La emblemática propuesta del Ejecutivo que entrega US$ 290 millones al sistema de transportes de Santiago fue aprobada en la cámara baja por 63 votos a favor, 3 en contra y 48 abstenciones.
Terminada la sesión, el ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo, afirmó que en el gobierno se sienten «satisfechos» y «agradecidos» por el respaldo unánime de los parlamentarios oficialistas, incluido el del DC Gabriel Ascencio, que hasta última hora puso en duda su voto.
Por su parte, el titular del Interior, Belisario Velasco, dijo que lo sucedido en la Cámara Baja «nos hace esperar confiados la votación en el Senado y espero también tener un resultado positivo».
Cortázar: «primeros meses del 2008, el déficit va a caer abajo de US$ 10 millones por año»
En tanto, el ministro de Transporte, René Cortázar, sostuvo que el proyecto aprobado por los diputados «es muy importante para poder mejorar el transporte público de la ciudad de Santiago, y al mismo tiempo mantener la tarifa».
Indicó que los US$ 290 millones «cubren los déficit desde aquí a fin de año». Y en el caso de que en septiembre se evalúe que se necesitan nuevos fondos, esto se verá en le ley de Presupuesto del próximo año. De esta manera, se asegura que no se subirá la tarifa hasta que el Transantiago esté operando plenamente.
En cuanto a las proyecciones para el próximo año, Cortázar explicó que «los primeros meses del 2008, ya el déficit va a caer abajo de US$ 10 millones por año, pero al mismo tiempo señalamos que va a haber el año 2008 un aumento de demanda, un aumento de ingresos al sistema, porque el país está creciendo, por lo tanto no hemos proyectado un déficit para el año 2008 simplemente señalamos que el déficit que tenemos hoy día ya los primeros meses del 2008 vamos a estar en menos de la tercera parte».
Alianza acusa la "mano negra"
En la oposición, en tanto, manifestaron su molestia por la aprobación del proyecto. El diputado Gonzalo Uriarte (UDI) afirmó que «se ha aprobado un muy mal proyecto que no resuelve ninguno de los problemas más concretos del Transantiago. El gobierno no ha garantizado que las tarifas no van a subir, no se le ha compensado proporcionalmente a las regiones la inversión que se debe hacer y además no se ha marginado a los verdaderos responsables que diseñaron el Transantiago».
Indicó que en la Alianza por Chile «no tenemos ninguna razón para hacernos cargos de un despilfarro, el Transantiago se ha transformado en un barril sin fondo y no estamos dispuestos a avalar un gasto de plata del que nadie se va a hacer responsable en diciembre de este año».
Especialmente duro fue el diputado Cristián Monckeberg (RN), quien acusó al gobierno de que a través de la oferta de proyectos y recursos para regiones, «fueron comprándolos uno a uno a cada uno de los parlamentarios» para que votaran a favor, responsabilizando de ello a una "mano negra".
Y enfatizó que «se ofrecieron recursos por parte del Ejecutivo, aquí se ofrecieron dineros, se ofrecieron recursos para aprobar proyectos en regiones que no tienen mayor solución y vemos nuevamente la mano negra presente en cada una de esas acciones que buscan sacar adelante proyecto que no tienen ningún destino».
Su colega y jefe de la bancada de RN, Mario Bertolino, agregó que «no queremos hacernos parte de avalar la medida más centralista y socialista que se ha implementado en este fracasado proyecto del Transantiago».
Inquietud en la Concertación
Ahora se abre la etapa de discusión en el Senado para lograr la aprobación del proyecto, y los alcances que puedan tener las negociaciones entre el gobierno y la derecha en la Cámara Alta causan inquietud en las filas concertacionistas.
Fundamentalmente a los diputados del bloque oficialista les preocupa que en el Senado se pueda cambiar el proyecto original para asegurar el respaldo de la Alianza, pues basta el rechazo de un parlamentario oficialista para que el proyecto sea rechazado.
En este sentido, el jefe de la bancada de la DC, Roberto León, advirtió que si ello ocurre para satisfacer las demandas de la oposición, «los votos de la DC no están garantizados en el tercer trámite».
Agregó que «no estamos dispuestos a que la derecha primero nos critique, diga que este proyecto es muy malo y que sólo porque intervienen ellos, con ideas de ellos, el proyecto sería bueno». Por ello, indicó que el Transantiago «es un problema que tenemos que solucionar en la Concertación».
Sin embargo, el ministro Viera Gallo advirtió que «es la esencia del Parlamento que se presenten indicaciones, cada una se estudia en su mérito, tenemos que ver qué indicaciones van a presentar los señores senadores de la oposición y de gobierno y cada indicación va a ser estudiada en el valor que tiene».
«Aquí nadie pasa aplanadoras, ni de un lado, ni de otro», aseguró.
En todo caso, el ministro especificó que en el gobierno «nosotros no vamos a promover cambios, este es el proyecto que queremos, pero nosotros no somos dueños del Senado».
De hecho, a juicio de Belisario Velasco, en el texto aprobado este martes están contenidas las indicaciones que propone la Alianza por Chile. «Por lo tanto no entiendo por qué se abstuvieron en general, pero espero que en el Senado voten a favor».
Argumentación que en la oposición rechaza.
Al respecto el diputado Uriarte dijo que no se han satisfecho las demandas que ha hecho la oposición, pues «a las regiones no se les está entregando los recursos que se le deben entregar. El 60% del país no puede recibir lo mismo que va a recibir el 40% del territorio de la nación. Aquí hay un problema de proporcionalidad en juego».
Además enfatizó que «a las comunas de la región metropolitana a las que se les pretendía dar recursos se les va a entregar una miseria, una migaja, y se está jugando no sólo con el nombre de las regiones y de las comunas periféricas de la región metropolitana, si no que se está engañando al país».
