Frente al fuerte debate en el oficialismo por el proyecto que inyecta nuevos recursos al Transantiago, el parlamentario afirma que »no me ha gustado nada la actitud que ha tenido Ominami, no la logro entender». Y advierte que la posición asumida por la dupla Frei-Ominami puede tener efecto directo en el comportamiento de los llamados »díscolos».
Crítico con la postura que ha asumido el senador Carlos Ominami, se manifiesta el diputado socialista Carlos Montes, quien sencillamente sostiene que no entiende la actitud asumida por su correligionario frente al proyecto que inyecta US$ 290 millones al Transantiago.
«En general, el PS ha estado con una posición muy clara y muy ordenado y tiene claros los fundamentos de su posición. Aquí lo que resulta muy incomprensible han sido las actitudes de Carlos Ominami, que ha salido con posiciones públicas que no ha tenido la deferencia de, al menos, discutirlas con quienes han estado metidos en este proyecto", se queja.
-¿Hay temas personales que están involucrados en esto?
-La verdad es que no lo sé y es probable, porque siempre en todas las cosas de la vida hay temas personales, pero no quisiera hablar de eso porque es pura especulación, no tengo ninguna certeza de nada, se habla de cosas pero no quiero entrar a opinar al respecto.
-¿Cómo afecta esto a la gobernabilidad del partido y la del Ejecutivo en su relación con el Parlamento?
-Cualquier persona tiene derecho a opinar y tener opiniones distintas, pero cuando expresamente se crean canales para discutir, y se establecen ciertos niveles de acuerdo, resulta incomprensible lo ocurrido, y en este caso yo creo que Ominami se sumó a Frei, y Frei tiene sus propias estrategias y propia forma de plantearse y al final terminó haciéndole daño al partido y al gobierno. Espero que esto termine bien y que finalmente, como han dicho, van a votar a favor cualquiera sea el escenario. Creo que este tipo de política genera que otra gente que le gusta tener posiciones díscolas cualquiera sean los temas, que tienden a buscar maneras de desmarcarse de lo que venía siendo el acuerdo que se estaba gestando.
Ominami además ha dicho cosas que no son verdad, ha dicho que él está por buscar mayor transparencia en el proceso de control de los recursos, y aparece como gran novedad que mensualmente tenía que dar cuenta el ministerio de Transporte. Si mira el proyecto que salió de la Cámara de Diputados, pero que salió de la comisión de Transporte y después complementado en la comisión de Hacienda de la Cámara, queda establecida que tenía que haber una cuenta mensual del destino de estos recursos. Ellos propusieron que la mitad de los recursos se entregaba primero y después que se gastaba esa mitad, se iba a evaluar cómo iban las cosas y a partir de eso se entregaba la otra mitad. Nos pareció que eso era algo razonable, pero cuando con un proyecto entran a modificar el significado del fondo, a buscar agregarle un consejo que no tiene mucho sentido por un periodo tan breve, eso tiene carácter de otro proyecto con otras características.
-El senador Ominami argumenta que las propuestas que está haciendo se ajusta dentro de sus labores como legislador.
-Eso es efectivo. Nadie está objetando el derecho a la libertad de opinar, a la libertad de indicación, quien diga eso no es verdad. Lo que pasa es que particularmente para este proyecto se crearon mecanismos para debatir, para concertar, se llegó a ciertos niveles de acuerdo, hubo varias reuniones como consta incluso a través de la cuenta, y al final, a última hora, después incluso de que se había aprobado el proyecto en la Cámara, salen con algo que no tiene relación con lo que hasta ese momento no se había discutido. Indicaciones sorpresa. Cualquiera tiene derecho a opinar, pero cuando se crean canales para tratar de procesar las cosas dentro de una coalición, es importante hacerlo.
"Cuando ocurren estas cosas las relaciones políticas se afectan"
-¿Se ha convertido en un problema para la Concertación la dupla Ominami-Frei?
-Eso hay que verlo en el camino para adelante y ver también como esto termina porque si en definitiva ellos se suman y eso se puede resolver en el Senado. Lo que temo es que entren los díscolos, empiecen ellos a desmarcarse y eso puede ser un problema. Espero que no suceda.
-Los senadores Frei y Ominami son figuras de peso dentro de la Concertación. ¿Cómo influyen sus actos dentro del conglomerado?
-Las cosas dependen mucho de cómo se desarrollen en el tiempo. Ominami fue ministro, votamos una serie de proyectos que no estábamos muy convencidos que él presentó, insistió, usó distintos argumentos. Él sabe lo que es estar en una coalición, sabe lo que es buscar acuerdos entre gente que tiene diversidad pero que se buscan puntos comunes en distintos momentos de debates dentro de la coalición. En este caso los hubo, y lamentablemente aparece con indicaciones sorpresas que afectan el carácter mismo del proyecto. Espero que tenga una solución. No me ha gustado nada la actitud que ha tenido Ominami, no la logro entender.
-¿Cómo quedan las relaciones entre la mesa directiva y el senador Ominami?
-Sin duda cuando ocurren estas cosas las relaciones políticas se afectan, en el aspecto humano no tendrían por qué afectarse, pero afecta la capacidad de diálogo dentro de un partido porque siempre en los partidos hay diversidad en muchas materias, y en ese sentido el PS es particularmente diverso. El problema es que la capacidad de un partido para generar acuerdos en distintas materias es clave.
-¿Se le ha complicado el camino nuevamente a la Presidenta Bachelet a la hora de dialogar con el Congreso después que se esperaba que tras el 21 de mayo se iniciara una nueva etapa de más orden?
-Eso es parte de las consideraciones políticas que se debieran tener presentes en este tema, no es una pura discusión técnica, tenía un componente político muy importante, sería bueno preguntarle eso a Frei y Ominami.
-¿Y cuál es la situación del senador Alejandro Navarro en el PS, pues él dijo que su voto no estaba disponible para aprobar el proyecto como está ahora?
-Eso es lo que produce el tipo de actitudes de Frei y Ominami, que son nada menos que el presidente y el vicepresidente del Senado. Creo que a Frei no le hubiera gustado que en su gobierno le hubieran hecho una cosa así el presidente y vicepresidente del Senado, sin haber agotado los mecanismos de diálogo que una coalición tiene para los parlamentarios, en la relación parlamentario-gobierno.
-¿A su juicio se tendría que revaluar la mesa del Senado?
-No, nos soy partidario de eso. De hecho a ellos no les queda mucho.
