Parlamentario que integra el comité de RN desde que llegó al Senado eclipsó a Adolfo Zaldívar al aprobar, junto a la Concertación, el proyecto que inyecta US$ 290 millones al sistema de transportes. Si bien el rechazo del colorín afectó la situación interna de la DC, su voto perdió toda importancia con la postura del legislador por Magallanes.
Después de una jornada en que el Gobierno realizó un intenso lobby para ordenar a la Concertación, el proyecto de los US$ 290 millones para el Transantiago fue aprobado la noche del martes gracias al voto favorable del senador independiente por Magallanes Carlos Bianchi, quien se convirtió en la figura central del día.
La iniciativa pasó al siguiente trámite por 20 votos a favor y 18 en contra, entre los que se encuentra el sufragio del senador Adolfo Zaldívar (DC) quien, tal como se preveía, rechazó el proyecto y exigió buscar a los responsables del diseño y la implementación del polémico sistema de transporte público capitalino.
Mientras el colorín pasó a convertirse en el «malo de la película», siendo duramente criticado por sus pares de la Concertación, el independiente regionalista Carlos Bianchi se transformó en el salvador del proyecto, planteando en su intervención en la sala que su voto respondía a un gesto de "solidaridad" con quienes están sufriendo los efectos del Transantiago, pero a la vez como el resultado de pensar en un bien mayor para el país.
Si bien almorzó con los senadores de Renovación Nacional y parte de la directiva del partido encabezada por su presidente, Carlos Larraín, ni siquiera a ellos les adelantó la posición que tomaría en la sala del Senado. Sin embargo los dirigentes estaban confiados en que se cuadraría con la postura de RN de rechazar la iniciativa, pues estimaban que sería "leal" con la tienda que le ha brindado la posibilidad de integrar el comité.
De hecho, un dirigente planteó que la votación de este proyecto en la sala constituiría "la prueba de fidelidad" del senador con Renovación Nacional. Tanto es así que, tras la sorpresiva votación que dejó a la Alianza pasmada y dio un nuevo aliento a la Concertación, la secretaria general, Lily Pérez, dijo que su partido respetaba la decisión de Bianchi y su independencia, pero que le hubiera agradado que sufragara como lo hizo el resto de la tienda.
Aunque oficialmente la posición de RN respecto a la votación de Bianchi fue políticamente correcta, lo cierto es que en colectividad están molestos con su actuación. De hecho, Carlos Larraín, quien se encontraba en la tribuna siguiendo paso a paso la votación, palideció al escuchar la posición adoptada por el parlamentario independiente.
El llamado de Bachelet
Durante la jornada y luego de que el Ejecutivo consiguiera el apoyo del ex PPD Fernando Flores, Bianchi fue el senador más acosado, tanto por el Gobierno como por la Alianza. Tanto, que tras el almuerzo con Renovación estuvo reunido por cerca de 20 minutos con el ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo.
No obstante, el titular de la Segpres parece no haber quedado del todo convencido de su poder de persuasión, pues incluso la Presidenta Michelle Bachelet debió comunicarse telefónicamente con el senador por Magallanes para explicarle la importancia de la aprobación del proyecto y solicitar su voto. Aunque Bianchi asegura que pese a que sintió la presión ejercida sobre él desde todos los sectores, esto no influyó en su decisión, ni siquiera el llamado de la mandataria.
«Gracias al voto de un senador independiente efectivamente se aprobó algo que no resistía más. No es lógico pensar que este sistema tenga que fracasar y que la gente tenga el sufrimiento que está teniendo el día de hoy, por lo tanto, era absolutamente necesaria una mirada solidaria, una mirada que pudiera ser como somos las personas de regiones, solidarios en la adversidad y claramente esta era una situación que no resistía más", argumentó Bianchi tras la votación del proyecto, y ya en la tranquilidad de su oficina en el noveno piso del Congreso Nacional.
A juicio de Bianchi, en esta pasada, "hay que confiar en el Gobierno, si lo hacen mal, la gente sabrá pasarle la cuenta, es así de simple".
En este contexto, subrayó que su actitud correspondió a una "clara demostración de absoluta y total independencia y yo creo que ha habido demasiado show, ha habido demasiado espectáculo en las últimas semanas en nuestro país que no le hace bien ni al Gobierno, ni a la oposición, ni a la Presidenta, ni a los que estamos dentro como parlamentarios, y me da la impresión que era necesario tratar este tema de una forma absolutamente seria", e insistió en que está convencido de que su voto fue a favor de las personas que están sufriendo por el Transantiago.
Indicaciones de la Alianza
Mientras tanto, como un mal presagio la Alianza por Chile ingresará este miércoles tres indicaciones a la comisión unida de Hacienda y Transportes que comenzará a sesionar a partir de las 10:00 de la mañana y que tiene como tope esa misma hora para recibirlas.
Si bien durante gran parte de la jornada los votos de Bianchi y Zaldívar eran las incógnitas que podían provocar un cambio a favor o en contra del proyecto, y que incluso se hacían apuestas en torno a las posiciones de ambos y se analizaban los diferentes escenarios, el senador de la UDI Pablo Longueira, quien parece apostar por el dicho "más vale prevenir que lamentar", salía reiteradamente de la sala de la cámara alta a corregir las indicaciones que promovía presentar en la comisión unida.
Tras algunos cambios, y apenas terminó la votación que permitió que la iniciativa continúe su trámite, Longueira hizo correr las indicaciones para que senadores de su partido y de RN las firmaran. Según fuentes del sector, la Alianza insistirá en entregar sólo 100 millones de dólares parcializados y el resto según el cumplimiento de determinadas metas.
Longueira durante su exposición en la sala ya había insistido en que lo más sano era aprobar los recursos de manera parcializada, ya que US$ 290 millones es demasiado dinero para entregarlo sin conocer su destino. Junto con ello aprovechó la oportunidad para responderle al radical Nelson Ávila -quien señaló que votaría a favor del proyecto sólo por la Presidenta, ya que "¿quién pude negarse a sacar una rosa del lodazal?"-, afirmando que "esta ha sido la flor más cara de la historia".
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