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Jueces y parlamentarios se enfrentaron en encendido debate por libertades

Senador Alberto Espina y diputado Cristián Monckeberg acusaron a jueces de estar »ajenos a la seguridad ciudadana». Estos últimos acusaron a parlamentarios de legislar »con populismo punitivo». Ex fiscal Andrés Baytelman, actual gerente de Paz Ciudadana, inquirió a Espina si tenía otra propuesta para combatir las delincuencia que no fueran más penas y más cárceles.


Fue como la final de dobles de un partido tenis. La cancha era el auditorio de la Defensoría Penal Pública. Por un lado estaba la dupla compuesta por el senador de Espina y el diputado Cristián Monckeberg (ambos RN) y por la otra los magistrados Francisca Zapata y Eduardo Gallardo. El público, una gran mayoría de jueces de garantía. Había favoritismo.



Ese era el contexto del debate que se realizó anoche en medio de la polémica instalada por la derecha respecto a la liviandad en que los jueces dejan en libertad a los delincuentes en la ya eterna polémica de la "puerta giratoria".



Los asistentes estaban expectantes y rebosaban la galería. Entre ellos el ex ministro de Justicia Luis Bates, el ex fiscal y actual gerente de Paz Ciudadana, Andrés Baytelman, el abogado Juan Pablo Hermosilla, entre otros. El árbitro del encuentro era el ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Haroldo Brito.



Un poquito, no más



El primer saque le correspondió al juez Gallardo que, usando el muñequeo, respondió al mal uso de las estadísticas de sus adversarios.



El público estaba silencioso. Pero el magistrado se acercó a la red y manifestó que los argumentos de los parlamentarios en los últimos días no tenían asidero en la "verdaderas" estadísticas que indicaban que las detenciones que son declaradas ilegales no superaban el 1% a nivel nacional. "Ser juez de garantía no es un concurso de popularidad", dijo.



Explicó que ceder a las necesidades de la seguridad ciudadana, desde el punto de vista práctico, "es algo muy peligroso porque genera espacios para propuestas simplistas que un autor norteamericano ha llamado populismo punitivo".



Su último revés fue preciso: la prisión preventiva no es una solución a la delincuencia ni tampoco baja sus niveles. Cambio de servicio.



Quiero retruco



Monckeberg tomó su turno y disparó. Y se basó puramente en estadísticas. El público cuchicheaba.



El parlamentario aumentó su nivel de juego y apuntó a su blanco: "El juez de mano blanda hace que aumente la delincuencia en su jurisdicción. Comunas como Buin, Paine y Calera de Tango son un ejemplo. Provoca desamparo en la ciudadanía y frustración en la policía".



Y siguió con que las calificaciones de los jueces no tenían relación a su trabajo y que se debía presentar un proyecto de ley para modificar la forma en que se pone nota. Vinieron los primeros comentarios de un público que se preguntaba cómo era posible algo así.



Risas irónicas y silbidos sacó al final de su servicio, cuando citó una frase del recién electo presidente francés, Nicolas Sarkozy: "quisieron hacernos creer que la víctima vale menos que el delincuente".



Fórmula cero



El tercer servicio le correspondió a la jueza Francisca Zapata. La magistrado, adscrita a la tendencia Nueva Justicia de la Asociación Nacional de Magistrados, se ha caracterizado por tener un punto de vista crítico. Y este partido no fue la excepción.



Su inicio fue de agradecimientos hacia el senador Espina por pensar en modificar fórmulas para mejorarlas. Pero a renglón seguido le enrostró que partir desde la sanción para solucionar una realidad, "es una mala fórmula".



Zapata defendió la independencia del juez como una garantía que tienen los ciudadanos de que entre el magistrado y el hecho sólo está la ley. "Entre la ley y el juez no deben haber estridencias mediáticas".



Su último disparo fue al futuro. Recomendó a sus adversarios que debían pensar en una reforma de segunda generación "con eficiencia e independencia con una judicatura para el bicentenario".



Freud



Espina apareció con su tradicional dureza. "La ciudadanía siente que se está contrariando el texto expreso de la ley cuando se deja en libertad a los delincuentes y hay indignación", disparó.



"El precio de que un delincuente que en libertad es que no sabe qué pasará con la próxima víctima" siguió.



El auditorio escuchaba en silencio. Pero cambió cuando Espina subió la voz: "ustedes tienen gran culpa por la inseguridad de la gente por haber dejado libre a delincuentes que han dañado a gente inocente de este país".



Más sabe el diablo…



Luego vino un descanso de preguntas, donde ambas parejas respondieron con las ironías académicas que se usan en este tipo de debates. Gallardo, en su turno explicó que, "si supiera que pasa con cada persona que pasa por mi tribunal, si pudiera hacer esa prognosis, de seguro no necesitaríamos leyes, ni menos de jueces". Risas y aplausos.



Zapata retrucó el argumento de que por jueces que aplican "mano blanda" aumenta la delincuencia de su jurisdicción. Le explicó al parlamentario que nunca los magistrados tienen jurisdicciones fijas por lo que, aunque se tratara de "delincuentes cibernéticos" que llevaran una clara estadística de las resoluciones, la relación no era posible.



Espina cerró el debate antes de las preguntas de los presentes, llamando a los jueces a que se abrieran al debate y no se "cerraran como lo han hecho tantos años". Hubo comentarios, susurros y pifias. Espina sin embargo, hizo un llamado de atención a la cordura y el respeto. Hubo silencio.



La nota que marcó la noche fue la pregunta de Baytelman, quien luego de un largo periplo discursivo donde desfilaron estadísticas, anécdotas y un nutrido conocimiento, le preguntó al senador si conocía otra fórmula par atacar la delincuencia que no fuera cárceles y mayores penas.



El parlamentario fue simple en responder: «¿Conoce la ley del deporte?, bueno esa la hice yo».



Cual más, cual menos, todos recibieron aplausos y la sabiduría de Bates provocó más de algún comentario, porque fue el único que llamo a unir posiciones con un poco de cada argumento "para acercarse a la verdad".

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