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Recriminaciones mutuas de oficialismo y Alianza por proyectos de educación

Oposición calificó como un verdadero »portazo» el que diputados de la Concertación aprobaran en la instancia sectorial la idea de legislar del proyecto que reemplaza la LOCE, sin considerar su propuesta alternativa en esta materia. Alianza anunció de antemano su rechazo a los aspectos de la iniciativa que requieran quórum calificado.


Una tramitación cada vez más alejada de los consensos es la que deberá sortear el proyecto del Gobierno que busca reemplazar la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE), luego del descontento que generó en la Alianza el que la comisión sectorial de la Cámara de Diputados, con los votos de la Concertación, aprobara la idea de legislar la iniciativa pese al pedido explícito para que la votación se postergara una semana para el análisis de su propuesta alternativa.



En lo que sí hubo coincidencia fue en la sorpresa que este nuevo escenario generó en los distintos actores: En el oficialismo, debido a que no contaba con que la oposición hiciera este planteamiento el mismo día que debía votarse el proyecto de Ley General de Educación (LGE); y en la derecha, por la negativa de los representantes de la Concertación de no acceder a un análisis más acucioso del documento elaborado por un equipo encabezado por la socióloga Patricia Matte y cursaran igualmente la aprobación del proyecto, lo que fue considerado como un verdadero "portazo".



El presidente de la comisión de Educación, Gabriel Silber (DC), admitió que «efectivamente nos sorprendió la coincidencia de que la propuesta haya coincidido con el día de la votación. Llevamos largos meses de debate y la verdad es que hubiésemos esperado a lo menos haber conocido con anterioridad la propuesta a modo de haberla trabajado y no darle más bien un contexto mediático a esta presentación del proyecto».



No obstante, afirmó que el hecho de que se aprobara el proyecto gubernamental no significa que las ideas de la Alianza se den por descontadas. "No se trata de pegarle un portazo a nadie", dijo, detallando que igualmente será objeto de análisis "por parte de los parlamentarios como el Ejecutivo en torno de rescatar aquellos puntos que a nuestro juicio pueden ser relevantes e importantes y obviamente también sumar los aportes".



En ese sentido, hizo hincapié en que varios aspectos de la propuesta aliancista requieren del patrocinio del Ejecutivo y que, en este momento, era necesario continuar con la tramitación del proyecto de acuerdo al cronograma que estaba previsto.



En pie de guerra



Lo que sí está claro es que la poca acogida que encontró el nuevo articulado en los representantes de la coalición gobernante no cayó nada bien en la derecha. Tanto es así, que desde ese sector se anunció de antemano que el Gobierno no contará con los votos de la Alianza cuando deban votarse los aspectos del proyecto de la LGE que requieran un quórum de 4/7.



«Nosotros lo que hicimos en la comisión fue pedirle al Gobierno, pedirle a la Concertación un gesto, que postergaran la votación en general del proyecto por un par de semanas que nos permitiera, con el proyecto que nosotros hemos dado a conocer al país, haber conversado con el Ejecutivo, con la Concertación, puntos de acuerdo para haber logrado sacar juntos un proyecto en materia de educación acordado, consensuado, en que tuviéramos claro en qué puntos había convergencia", dijo la diputada Marcela Cubillos (UDI), también integrante de la instancia parlamentaria.



Sin embargo, acusó que por el contrario «no lo quisieron hacer y nos dieron un portazo. Muchas veces se nos critica a la Alianza no tener propuestas en los temas de país, y la verdad es que nos sorprendió muchísimo que frente a una propuesta seria no quisieran ni siquiera hacer el gesto de postergar por una semana o dos la votación en general del proyecto", sostuvo la parlamentaria, quien justificó el rechazo de su sector señalando que "el proyecto del Ejecutivo no soluciona los problemas de la calidad de la Educación y atenta gravemente contra la libertad de enseñanza".



Para la legisladora gremialista, la educación "es un tema país y la única manera de no perder tiempo es consensuar una agenda completa en materia de educación", por lo que el distanciamiento de ambas posiciones se traducirá en un endurecimiento de su sector.



"Muchas de las normas del proyecto de educación son de quórum, por lo tanto aquí en cinco, seis meses más, o cuando termine la tramitación en la comisión y vaya a la sala, no van a contar con los votos para aprobarlo y se habrán perdido meses de tramitación. Creemos que en materia de educación es fundamental llegar a ciertos consensos en el inicio de la tramitación si queremos ser efectivos en sacar adelante una legislación; de lo contrario, va a irse parchando un proyecto que nosotros creemos que está profundamente equivocado", sentenció.



Novedades de la propuesta



Para la parlamentaria, uno de los aspectos más relevantes que a su juicio debieron ser considerados en la comisión de Educación dicen relación con el establecimiento de un Sistema Nacional de Aseguramiento de la Calidad, "que es un tema novedoso, porque no hay que olvidar que el objetivo esencial es mejorar la calidad de la educación, tema que está completamente ausente en el proyecto del Gobierno".



También destacó aspectos como la creación de un Consejo Nacional de Educación, que compartirá roles con el ministerio del ramo y la Superintendencia del sector, y de un Consejo Asesor Escolar, "donde tienen cabida representantes de los estudiantes, de los padres, de los profesores, de los directores, por lo tanto aquí damos la señal que la institucionalidad tiene que ser moderna, pero también tiene que acoger a todos los actores".



Sobre el Consejo Nacional de Educación, sostiene que se pretende que sea el que sugiera el financiamiento adecuado para un modelo de escuela eficiente, "por lo tanto el Gobierno fija una subvención, pero la fija en base a un criterio que le ha dado un consejo técnico", y que pretende que cada niño reciba el financiamiento adecuado para lograr la educación que merece, de acuerdo a su respectiva situación.

Por último, sostuvo que "tenemos un tema de incentivo para el desempeño docente que no incorpora el proyecto del Gobierno y que sí incorporamos nosotros para premiar a quienes lo están haciendo bien", entre otros temas relevantes.



Colegio de Profesores: "Hay que ver de donde viene"



Por su parte, el presidente del Colegio de Profesores, Jorge Pavez, no quiso emitir un juicio acabado sobre la propuesta de la Alianza, principalmente porque sólo el martes le fue entregada de parte de la coordinadora del equipo de Educación de la Alianza y ex integrante del Consejo Asesor Presidencial, Patricia Matte.



No obstante, sostuvo que si bien no quería caer en prejuicios, no podía dejar de considerar el origen de la iniciativa. "Hay que ver de donde viene", dijo, señalando que lo que había conocido del documento a grandes rasgos le dejaba claro que el planteamiento está orientado a favorecer el rol de los privados en la enseñanza.



"La propuesta que hace la Alianza es la típica propuesta que defendieron en la Comisión Asesora Presidencial por la calidad de la Educación, donde en el fondo lo que plantean es maquillar lo que había dejado Pinochet instalado: que siga asumiendo el mercado como generador principal de todas las políticas educativas, y no hay mucha novedad respecto a eso", señaló.



"Yo, en ese sentido, suscribo absolutamente lo que dijo Juan Eduardo García Huidobro respecto a eso, en el sentido que en un país con una desigualdad tan grande como la que se vive socialmente en Chile, se requiere más Estado y no menos Estado, y por lo tanto toda esa idea de una mayor autonomía y mayor libertad tiene claramente sus riesgos y detrás de todo eso no está sino la idea claramente de privilegiar el rol privado", afirmó.



Pavez concluyó que lo que espera ahora es que "la Concertación se alinee y lo peor que podría ocurrir es que pudiera darse una especie de acuerdo entre comillas que significara sancionar un proyecto de ley general de Educación que sería más o menos igual que la LOCE, pero esta vez ‘santificada’ por un Parlamento, también entre comillas, democrático", expresó.



Satisfacción en el Ejecutivo



En tanto, la ministra de Educación, Yasna Provoste, quien asistió a la votación del martes en Valparaíso, dijo que más allá de la polémica, lo importante es que con la aprobación de la idea de legislar y, al mismo tiempo con la presentación de la propuesta de la Alianza, queda claro que existe coincidencia de todos los sectores en que "debemos tener una ley marco en educación distinta a la LOCE".



Respecto a los anuncios de rechazo anticipado de la derecha a los artículos que requieran quórum calificado, Provoste dijo que "lo importante es que el país tenga claro que cuando un sector vota desfavorablemente la idea de legislar este proyecto, no hace otra cosa que cerrarse al debate" y sostuvo que la propuesta de la derecha debía ser analizada durante el trámite legislativo.



No obstante, valoró algunos aspectos de la iniciativa opositora, la que a su juicio "tiene elementos altamente valorables", muchos de los cuales coinciden con los del proyecto de Ley General de Educación. Con ese argumento afirmó que, entonces, «no hay ninguna razón para que las familias de nuestro país sigan esperando los cambios que aseguren calidad de educación para sus hijos".



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