Orden amplia de investigar que entregó el ministro Alejandro Solís a la Brigada de Asuntos Especiales de Investigaciones revela que el ex agente de la dictadura podría estar usando sus antiguos contactos en el exterior o, bien, que sería un »anzuelo» del magistrado para que el ex militar relaje las medidas de seguridad que le permiten permanecer prófugo.
El escape del general retirado Raúl Iturriaga Neumann, ex jefe del servicio exterior de la DINA, mantiene en vilo a la Brigada de Asuntos Especiales y Derechos Humanos (BAE) de Investigaciones.
Si bien hasta ahora se manejan algunos indicios sobre su paradero, en las últimas semanas ha surgido una fuerte hipótesis de su verdadero destino.
El análisis de inteligencia que ha realizado la BAE, según fuentes cercanas a la investigación, indica que Uruguay podría ser el país elegido por el ex uniformado para mantenerse prófugo de la justicia.
El militar (R) fue condenado a cinco años de prisión por el ministro Alejandro Solís, por la desaparición en 1974 del mirista Dagoberto San Martín. Antes de ser notificado, Iturriaga se declaró en rebeldía, argumentando que era inocente de los cargos de que se imputaban.
Según las fuentes consultadas por El Mostrador.cl, la república oriental reúne todos los factores necesarios para que Iturriaga pueda esconderse.
El argumento se basa en los contactos que han mantenido militares de chilenos con sus pares desde hace muchos años -y que se acrecentaron con la puesta en marcha de la Operación Cóndor, a mediados de los 70- y por su ubicación geográfica de Uruguay, considerado «paralimítrofe» con Chile para los efectos del espionaje nacional.
No en vano, tanto el químico de la DINA Eugenio Berríos, el mayor (R) del Ejército Carlos Herrera Jiménez -autor del homicidio de Tucapel Jiménez- y el ex agente de la CNI Arturo Sanhueza, estuvieron escondidos en esa nación.
Doble lógica
Por esta razón, la entrega de una orden amplia de investigar por parte del ministro Solís que faculta a los detectives para viajar al extranjero, como también para recorrer el país buscando al ex DINA, tiene a su vez dos lógicas investigativas.
La primera es para sondear a través de Interpol la posibilidad de que el ex militar se encuentre en otro país, pero además podría ser un anzuelo en Chile para Iturriaga relaje las medidas de seguridad y caiga en las redes policiales.
Lo que está claro hasta ahora es que el ex DINA tenía planeado desde mucho antes de conocer la sentencia escapar de la acción de la justicia. De hecho, transfirió sus bienes a familiares cercanos para evitar su embargo, entre otras medidas para mantenerse en la clandestinidad.
Policías que conocen la indagatoria reconocen que Iturriaga es un sujeto que maneja bien las técnicas de caracterización y sabe cómo "submarinearse", pero aseguran que "nadie burla para siempre el cerco".
En todo caso, no es la única hipótesis que se ha barajado hasta ahora. También lo fue un viaje hacia Argentina y Europa con identificación falsa, como también que se encuentre viviendo en un pequeño departamento en una comuna de la Región Metropolitana.
