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Fiscalía logra que policías europeos viajen a juicio por lavado de dinero

Agentes antimafia de Alemania y Holanda confirmaron su visita a Chile para el próximo 25 de septiembre, donde entregarán su testimonio por el polémico caso que se sigue en el Tribunal de Garantía de Ovalle contra los hermanos Patricio y Arturo Gálmez, quienes blanquearon en el país más de US$ 5 millones provenientes del narcotráfico.


Llamadas telefónicas y correos electrónicos, disculpas y comentarios del tipo "los jueces nos cambiaron la fecha del juicio oral" debieron escuchar los policías anti crimen organizado holandeses y alemanes que preparaban su viaje a Chile, de parte de los fiscales del Ministerio Público, que les explicaban que el caso de lavado de dinero más grande desde la implementación de la reforma se llevaría a cabo en mayo de 2008 y no el 24 de julio, como estaba programado.



En la Fiscalía, se pensaba que la puesta en escena ante el Tribunal Oral de Ovalle el próximo año y la exhibición de las pruebas reunidas durante mucho tiempo contra los hermanos Patricio y Arturo Gálvez por este ilícito, perderían un aderezo importante si es que los investigadores antimafia europeos no entregaban su testimonio.



Pero la suerte estaba echada. En el mejor de los casos, conseguirían que los magistrados Christian Leyton Serrano, Victoria Gallardo Labraña y Eugenia Gorichon Gómez modificaran, aunque fuera en algo, la fecha del juicio.



Así fue como tras la presentación de un duro recurso de reconsideración ingresado por el fiscal regional de La Serena, Víctor Villarroel, los jueces reagendaron la vista del caso para el 25 de septiembre. Sin embargo, el daño estaba hecho a las relaciones de cooperación policial y de fiscalías. Así fue como se inició una arremetida para recomponer los puentes.



No obstante, debido a la seriedad con que se trabajó este caso y a los montos implicados en el lavado (US$ 5 millones en Chile y US$ 17 millones en Alemania), los policías de los países involucrados comprometieron nuevamente su viaje para la nueva fecha del juicio.



Este hecho fue valorado por fuentes del Ministerio Público, se indicó, y revela hasta qué punto llega el grado de confianza en el trabajo de Chile contra el crimen organizado ha dado sus frutos.



Las sanciones



El proceso que sigue la Fiscalía de Coquimbo es contra Patricio Gálmez Brajovic, quien está acusado de lavar activos provenientes del tráfico de drogas durante al menos cuatro años junto a su hermano Arturo, quien operaba desde Europa usando como pantalla las empresas Kristel Food, Bananera de Colombia y Chile Limitada.



Arturo Gálmez actualmente cumple una condena de 15 años en Alemania por narcotráfico, luego de que se comprobara que ganó dinero por más de US$ 17 millones con dicha actividad.



En Chile, se pide una pena de 10 años, inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena, además de una multa de 1.000 unidades tributarias mensuales (poco más de $ 32 millones), además de las costas del juicio.



Bienes negros



Los Gálmez están acusados de traficar cocaína a Hungría, Holanda y Alemania usando a países como Panamá, Ecuador y Colombia como "lanzadera". En Chile, por ejemplo, adquirieron bienes por más de $ 1.000 millones, entre autos, propiedades, terrenos y distintas inversiones.



Para ello, tuvieron contacto con lo más graneado del crimen organizado europeo e, incluso, con mafias del Medio Oriente, de acuerdo a los antecedentes que constan en las escuchas telefónicas.



Un ejemplo de ello lo constituye una carta enviada por Arturo Gálmez en 2004 a su hermano Patricio desde el centro penitenciario de Rheinbach.



"Ánimo, hermano, saldré luego de aquí, hay mucho que reconstruir en la empresa. Lo más importante es que estoy en esta mierda ‘totalmente inocente’, me imputan de cargos y no tienen idea de las ventas a los rusos, polacos, saudíes, chinos, etcétera. Bueno, hermanito, ahora hay que andar con cuidado", escribió.



En sus operaciones en Chile, utilizaron los bancos BBVA y Santander y la casa de cambios Mojakar para las transferencias de dinero, como también el Deutsche Bank de Alemania. También usaron al Banco de Crédito e Inversiones (BCI), el Banco de Chile, de A. Edwards y el Banco del Desarrollo con las empresas de pantalla que armaron en el país.



Incluso, consta en las carpetas de investigación el oficio del Banco Central donde los sujetos ingresaron el capital a Chile para blanquearlo a través del Capítulo XIV de la entidad. Para sumar al perfil de crimen organizado de los Gálmez, la justicia alemana también halló cuentas en Suiza y cajas de seguridad.

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