Raúl Vergara detalla los offset recibidos por compra de los F-16

Pese a que Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) es la encargada de los offset, el subsecretario de Aviación, Raúl Vergara, señala que la primera experiencia con las compensaciones por la compra de los aviones F-16 a EEUU "ha generado bastante controversia", pero defiende los avances en la materia.



Desde su panorámica oficina del piso 19 del edificio de Ministerio de Defensa, señala en primer lugar que "las compras de armamento son operaciones comerciales y, por lo tanto, la capacidad de negociación y de precio y ventajas dependen de la habilidad del comprador y la posibilidad de ponerse de acuerdo".



Además precisa que "los offset son una forma de compensación que no son obligación en los negocios, lo que importa es el bien que se te ofrece, el precio y el grado de satisfacción que obtienes. Esto de las compensaciones aparece como una cierta ventaja que los países compradores subdesarrollados tratan de obtener, atendiendo a que la compra de armamento es, en términos objetivos, una adquisición no productiva concreta".



Es decir, explica, "se compra un servicio cuyo resultado a la política interna es bastante difuso. Los offset, por definición, es una compensación muy compleja en cuanto a su medición. Uno se debe preguntar que si se está compensando el hecho de que estamos gastando tanta plata en armamento, por lo que el vendedor nos compensa de alguna forma".



-¿Se podría comprar el satélite con plata del offset, como pidió estudiar el senador Baldo Prokurica?
-El offset es un convenio que ya se firmó el 2002 y las inversiones fundamentales se han hecho. Cuando se firmó el acuerdo no estaba el tema del satélite. Sería fantástico que la envergadura de la inversión de un satélite pueda ser cubierta con el offset de algún material bélico.



-¿Se van a manejar offset con los helicópteros?
-Podría, pero seguramente las empresas que presentan propuestas a la solicitud a la Fuerza Aérea, junto con las propuestas, están las compensaciones que ellos ofrecen en cuanto a capacidades técnicas en mantención de los helicópteros o la posibilidad de construir partes de esas naves. Una compensación también puede ser que sean más baratos.



Las compensaciones de los F -16



-Se dijo que las compensaciones por la compra de los cazabombarderos serían por 660 millones de dólares?
-Exactamente, pero ahí hay un error de interpretación porque cuál es el significado de esa compensación: que la transferencia tecnológica que nos hará la empresa proveedora permitirá en el lapso de cierto tiempo generar recursos comerciales equivalentes a esa compra. En otras palabras, no significa que nos van a dar 660 millones de dólares de transferencia técnica, sería absurdo. El sentido es que ella, en su resultado comercial y en su desarrollo futuro, podría generar ese dinero. Eso o más, depende del éxito de esas empresas.



-Estas compensaciones se dividieron en civiles y militares.
-Las militares son las que mejor se han implementado porque eran cosas más específicas y técnicas de transferencia a la FACH, muy cercanas a la vinculación con el propio avión, cosas logísticas que son difíciles de medir. ENAER, por ejemplo, puede contar con maquinaria de primera generación y, además, con capacidades y licencias relativas a los C-130.



-¿Qué es lo más destacado en defensa?
-Quién sabe si la transferencia tecnológica de mayor envergadura en el campo de la defensa es la estación terrestre para captar imágenes satelitales, y esa estación estará en diciembre.



-¿El senador Prokurica (RN) acusa que no hay voluntad política para el tema?
-No creo que no haya voluntad política, debiéramos ser muy tontos para no tener voluntad política para recibir transferencia técnica.



Los proyectos civiles



-¿Cuáles son los proyectos civiles que se han materializado?

-El inicial y que ha tenido un éxito tremendo es el centro de General Electric para asistencia técnica para los aviones comerciales y que hace poco se está firmando por un nuevo período de cinco años. Es un proyecto que reporta entre dos y tres millones de dólares anuales.



– ¿Hubo alguno que ha fracasado?
-Hubo un proyecto muy promisorio que fue la famosa merluza austral que, en asociación con Fundación Chile, se trató de establecer un programa de investigación y desarrollo de esta especie. Lamentablemente, como toda experiencia técnica nueva no ha resultado todo lo exitosa que se esperaba. Los aledines no sobrevivieron y yo diría que el proyecto esta prácticamente fracasado, pese a que se hicieron todas las inversiones necesarias. Sin embargo, la experiencia de cultivarlas en jaulas reproductoras no funcionó, la tasa de superviviencia fue menos que la comercialmente necesaria.



-¿Pero deben existir otros proyectos?
-El proyecto de certificación de bosque natural es perfectamente exitoso, que lo hizo la Fundación Chile y que permite la certificación desde el punto de vista ecológico de productos forestales chilenos, a través de la creación de una entidad que certifique el manejo sustentable de los bosques y de la madera que se está produciendo. Esta se encuentra asociada con una empresa productora, que también está exportando productos certificados.



-Han pasado cinco años, ¿qué más se ha hecho?
-Hay un proyecto que hasta ahora aparecía con dificultades que es la producción del astillero de Asenav de Valdivia, que está destinado a ampliar la capacidad productora en cuanto a tonelaje, como la capacidad de comercializar estos productos, por lo que había asistencia técnica y recursos para ampliar su capacidad de producción y la conexión internacional. Este proyecto estuvo bien avanzado, pero la empresa intermediaria que estaba propiciando los recursos para Asenav tuvo un problema. Pero el proyecto se repuso el año pasado, y se colocaron los recursos y el pasado martes se firmó un nuevo convenio para que esta empresa obtenga los recursos necesarios para la ampliación de su capacidad productora.



-¿Y ha pasado algo al respecto?
-Desde el punto de vista técnico y comercial fue tan exitoso que ya tiene pedidos por dos barcos de gran envergadura, de entre 45 y 50 millones de dólares cada uno, que le va a permitir esta transferencia tecnológica y de recursos y ya existe un pedido por dos barcos más.



¿Hay algún otro proyecto?
-Hay dos proyectos alternativos: incubadora de empresas que está destinado a fortalecer una capacidad que desarrolla CORFO, pero con el apoyo del offset más los contactos y acuerdos con la universidad de Texas, se le va a dar un gran impulso. Es una propuesta que debemos aprobarla en el comité, pero es tremendamente promisoria.



-¿Y el segundo proyecto alternativo?
-Es una segunda propuesta de transferencia tecnológica de un proyecto Microsoft que se llama tierra virtual y que pretende presentar en la web imágenes tridimensionales de ciudades y calles específicas. La transferencia tecnológica consistiría en que, con una empresa local, se pueda establecer un programa y haya una especie de centro regional. Incluso, se ve la posibilidad de hacer un tour virtual por la carretera del vino.



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