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Diferencias de Interior y Hacienda dominan debate por posible ajuste

En la Concertación se señala que la pugna entre Belisario y Andrés Velasco responde a dos maneras distintas de enfrentar el Gobierno. En este cuadro, se observa que ambos muestran grandes fortalezas para mantenerse en el gabinete. Así las cosas, surgen voces en el oficialismo pidiendo calma en esta discusión.


Expectación e incertidumbre reina en la Concertación y el Gobierno ante las versiones de un inminente cambio de ministros que proliferan en el ambiente. En el oficialismo se observa que claramente se va a producir un ajuste, sin embargo a la hora de hablar de fechas, las versiones fluctúan entre "las próximas horas" y "de aquí a septiembre".



El viernes la Presidenta Michelle Bachelet se vio obligada a salir al paso de los rumores, aclarando que «el día que yo tome esa decisión, lo sabrán de inmediato». Sin embargo, admitió que en los últimos días ha observado «mucha locuacidad más allá de toda prudencia» de sus ministros, aunque aclaró que en todo caso ella es la encargada de zanjar las disputas.



Los nombres más aludidos en un posible cambio son los ministros del Interior, Belisario Velasco (DC), de Hacienda, Andrés Velasco (independiente), del Trabajo, Osvaldo Andrade (PS), y secretario general de Gobierno, Ricardo Lagos Weber (PPD). En este cuadro, la principal controversia se ha centrado en los dos Velasco y las diferencias entre ambos a la hora de abordar los problemas.



En la Concertación, los más afines a un cambio de gabinete apuntan a que en este caso están en juego dos miradas distintas para abordar la situación del país, el representado por el titular de Interior, que sería de corte más social, y el del encargado de Hacienda, que representa una visión más neoliberal.



Otros señalan que no se trata de dos ideologías, si no que es la representación de la pugna que se ha dado en este gobierno entre los tecnócratas y los políticos.



Más allá de ese punto, en el oficialismo reconocen que sacar del gobierno a cualquiera de los dos ministros es altamente complejo.



Velasco v/s Velasco



Por un lado, el titular de Hacienda no goza de popularidad en el bloque oficialista, al punto que parlamentarios de la propia Concertación han apuntado contra él a la hora de establecer las responsabilidades políticas sobre la implementación del Transantiago y el conflicto de los subcontratistas de Codelco.



Asimismo, fuentes consultadas explican que le juega en contra el hecho de no pertenecer a ningún partido, por lo que no cuenta con un respaldo al interior del conglomerado al cual recurrir en situaciones difíciles.



Sus críticos consideran que su mirada económica no concuerda con el enfoque social que tiene el programa de la Presidenta Michelle Bachelet, y que hace imperar las decisiones tecnócratas por sobre las políticas.



A ello se suma que los partidos más grandes de la Concertación tienen sus propios postulantes para suceder a Andrés Velasco. En la DC han acariciado la idea de que Ricardo Ffrench-Davis ocupe la cartera, mientras que en el PS no renuncian a la idea de que finalmente Mario Marcel pueda acceder a encabezar dicha cartera.



Sin embargo, a pesar de no contar con grandes apoyos en el bloque, Andrés Velasco se ve como uno de los inamovibles del gobierno.



Juegan a su favor una larga tradición que marca que los ministros de Hacienda no son removibles y que sacarlo sería una mala señal para el mercado. A ello se suma la buena sintonía personal que tiene con Bachelet, con quien trabaja desde que ella era la precandidata del PS.



De hecho, fuentes oficialistas explican que esa cercanía se mantiene y que la mandataria le tiene una gran confianza. En este sentido, recuerdan que la influencia de Andrés Velasco no se ha remitido sólo a aspectos económicos, sino que también a aspectos como la redacción de los discursos de Bachelet en momentos importantes.



En el otro lado de la moneda, Belisario Velasco provocó molestia en el círculo de la Jefa de Estado cuando afirmó que ella conocía el informe del Metro que alertaba sobre los problemas de la puesta en marcha del Transantiago. Palabras que debió posteriormente aclarar, sosteniendo sólo tuvo acceso a una minuta que él mismo elaboró.



Más allá de ese problema, el jefe de gabinete es el hombre que representa al político tradicional de la Concertación, lo que le ha granjeado las simpatías en el bloque.



Asimismo, el hecho de que la Alianza por Chile dirigiera sus dardos en su contra por el tema del Transantiago ha provocado que los parlamentarios del oficialismo se alineen detrás de él.



Sin embargo, la mayor fortaleza del titular de Interior dentro del gabinete es que la DC advierte que no aceptará que otro ministro de sus filas salga del gabinete en medio de cuestionamientos.



En este sentido, recuerdan dentro del partido que ya vieron a Martín Zilic salir de educación en medio de la tormenta causada el conflicto pingüino. A él se suma lo que fue la salida más dolorosa para la DC: Andrés Zaldívar, también titular de Interior.



En este contexto, afirman que no están dispuestos a aceptar que Bachelet retire de su equipo a otra figura histórica del partido, quien en este momento es defendido públicamente por alvearistas y colorines.



Los paños fríos



En medio de los rumores de cambios de gabinete, de pugnas entre ministros y de declaraciones dentro de la propia Concertación cuestionando a determinados secretarios de Estado, los presidentes del PPD, Sergio Bitar, y del PS, Camilo Escalona, rechazaron las especulaciones sobre cambio de gabinete.



En este debate, diputados de la Concertación consideraron un conflicto artificial, surgido desde el mismo oficialismo, la supuesta pelea entre Andrés y Belisario Velasco.



Consultado sobre el tema, el jefe de bancada del PS, Fulvio Rossi, afirmó que aquí "no hay dos visiones de la sociedad en pugna". A su juicio se ha hecho "una caricatura" de ambos, poniendo a uno como el político preocupado por la gente y al otro como "un tecnócrata que nunca ha puesto los pies en el barro". Ello es una visión "injusta para todos", señala.



Similar es la opinión del diputado Pablo Lonrenzini (DC), quien calificó como "juegos artificiales" la supuesta pugna entre los dos Velasco. Para el parlamentario, es difícil que alguno de los dos se vaya, pues "un ministro de Hacienda no se va en una país como Chile", mientras que la DC defenderá a la permanencia de Belisario.



Así, indicó que en este caso el ministro del Interior es el que toma las decisiones políticas y el titular de Hacienda se encarga de aplicar las políticas que decida la Presidenta.



Por su parte el PPD Jorge Insunza señala que "no hay una pugna ideológica tan dura y estricta… hay diferencias de estilo y de aproximación a cómo encarar los desafíos del gobierno".



Explica que Belisario Velasco "es una persona que está en el ADN de la Concertación, y que tiene una comprensión bastante al detalle de las distintas sensibilidades y de cómo producir sintonía política al interior de la Concertación".



En tanto que al ministro de Hacienda los describe como "un liberal progresista, que también tiene un sentido de pertenencia a la Concertación, yo no dudo de eso". A su juicio, sus problemas han sido "comprender que esta es una coalición de centro izquierda que está en una etapa que necesita reformas mas rápidas y radicales para asegurar crecimiento con justicia social; ha carecido de un discurso para aprovechar este periodo de bonanza económica y trazar una política y acciones que permitan saltos productivos en el país; ha habido un espíritu tecnócrata que está instalado en muchas áreas del gobierno, que es algo que sobre pasa a Velasco, y la tecnocracia se ha deslegitimado".



El problema de Andrés Velasco sería, a su juicio, que "él está simbolizando ese mundo, y por eso está sufriendo más costos políticos y él no se despercude de ese estilo".



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