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Ex prisionero de la AGA considera ‘ridículo’ fallo contra torturadores FACH

Retirado aviador lamenta condena a 541 dí­as de presidio contra los autores de los tormentos, entre ellos, el otrora jefe de la SIFA. Pese a ello, valora que la resolución establezca con claridad que en el recinto se cometieron abusos contra opositores a la dictadura. »Ya no es un misterio en el paí­s que en la Academia de Guerra Aérea se torturó», enfatiza.


Ridí­culo e irrisorio. Esas fueron las palabras que utilizó el comandante (R) Ernesto Galaz para calificar el fallo que el ministro en visita Juan Eduardo Fuentes dictó contra los coroneles (R) de la Fuerza Aérea de Chile (FACH) Edgar Cevallos y Ramón Cáceres, a quienes condenó a 541 dí­as en calidad de autores de tormentos contra 17 personas que estuvieron detenidas en la Academia de Guerra Aérea (AGA), tras el golpe militar de 1973.

Sin embargo, estos 17 casos son sólo un número menor respecto de todas las personas que efectivamente sufrieron tormentos en ese recinto. De hecho, no todas las ví­ctimas prestaron testimonio en la investigación, como el actual subsecretario de Aviación, Raúl Vergara, o el capitán (R) Jorge Silva. También pasó por la AGA y sufrió tormentos el general (R) Alberto Bachelet, padre de la actual mandataria.

El ex oficial comenta que «desgraciadamente no conozco los fundamentos que tuvo el juez para condenar, pero a simple vista me parece ridí­culo que uno condena a 541 dí­as y más encima que la pena sea remitida por torturas. Es un fallo irrisible desde esa naturaleza. Hay que ver que fundamentos tení­a el juez para llegar a esa conclusión».

En todo caso, Galaz cree que «es bueno que se vaya poniendo en evidencia lo que pasó en la Academia de Guerra y se sancione lo que todo el mundo ya sabe. Ya no es un misterio en el paí­s que en la Academia de Guerra Aérea se torturó y se asesinó a muchas personas. Lo que sí­ es novedad que un juez se atreva a condenar a individuos que estuvieron allí­ y produjeron esos daños de tortura. Espero que también se juzgue a quienes participaron en los asesinatos que allí­ ocurrieron».

A su juicio, «me parece irrisible la condena y es como para no creer mucho en la justicia chilena. No creo que situaciones como ésta, que atentan contra los derechos del hombre, ya que nosotros fuimos torturados por individuos de la raza humana, y eso para un juez, que puede aplicar justicia, le merecen solamente 541 dí­as de prisión y aún remitida. Entonces no es tan grave el hecho de que un ser humano atente contra la dignidad del otro, eso lo encuentro realmente espantoso».

Tumbo muy particular

-¿No hubo justicia en este caso?
-Me parece chocante que a un juez le merezcan sólo 541 dí­as cuando una persona tortura a otro. Tendrí­a que ver qué cosa tomó en cuenta este caballero y, a lo mejor, efectivamente pensó que las personas que fuimos torturados merecí­amos ser torturados, entonces eso amerita de que sea menor la pena, lo que serí­a bastante curioso de un juez. Hace mucho tiempo que el Poder Judicial da una especie de tumbo, muy particular, en esto de las condenas y la actitud que asume en la forma de impartir justicia.

-¿Hay muchos que no prestaron declaraciones en este caso?
-Claro, el mismo Raúl Vergara, Jorge Silva y otros. Es importante señalar que no sólo los que prestaron declaración fueron los únicos torturados, ya que allí­ en la AGA pasaron más de 100 miembros de la FACH y todos sometidos a tortura con el propósito ridí­culo de que confirmaran lo que los verdugos tení­an dispuesto que se debí­a confesar. Si se piensa que sólo los que están en el sumario fueron torturados hay un error grave.

-¿La FACH deberí­a tomar alguna medida en contra de estos condenados?
-Pareciera que como institución debiera tomar un poco de distancia. Por ejemplo, la Iglesia Católica hay un sacerdote que ha cometido faltas y se le aparta de su orgánica. Creo que también las Fuerzas Armadas deben tener ese tipo de actitudes de distanciarse de los individuos que tienen pena aflictiva, parece algo lógico y normal. Al parecer no ha ocurrido porque el Ejército sigue pagando y descontado a su personal dinero para que financien la defensa de aquellos que están siendo procesados. A las Fuerzas Armadas les cuesta dejar al lado ese espí­ritu corporativo.

-¿Se les deberí­a terminar los beneficios en la FACH a los enjuiciados? ¿Apartarlos de la familia aérea?
-Es una situación que debe evaluar, pero no me atrevo a señalar que podrí­a hacer el comandante en jefe. Cuando hablamos de familia uno tiene que aceptar lo que tiene así­ que no estarí­a tan seguro de aparatarlo o no. Son de la familia, eso habrí­a que verlo.

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