Publicidad

Residencia de la embajada francesa se hace cómplice del arte chileno

Complicidad entre artistas plásticos chilenos y los representantes de Francia en el país plantea Connivences, iniciativa que lleva dos años en marcha y que pretende mantenerse en el tiempo. »El papel de un embajador no es solamente hacer gestión a nivel político administrativo. También es favorecer la expresión de la creatividad de un país», dice la representante gala en Chile.


Connivences (Complicidades) es el nombre de la iniciativa que Elisabeth Beton, embajadora de Francia en Chile y su marido, Yves Beton, idearon para convocar a distintos artistas nacionales. "Los artistas prestan las obras y nosotros ofrecemos la residencia. No es la idea de una galería o algo así, para nada. La idea es tener un recorrido que tenga un sentido en esta casa", dice la representante diplomática.



Elisabeth Beton asegura que la idea surgió principalmente de las inquietudes de su esposo, arquitecto y aficionado al arte contemporáneo, quien ha oficiado de curador de las muestras. Según ella, cada muestra es una sorpresa "llego un día y veo que la casa se transforma, sin saber bien el resultado", dice.



La primera muestra, Connivences 1, se inauguró en octubre del 2006 y tuvo como planteamiento descubrir el sinnúmero de semejanzas que pueden nacer del encuentro entre lugares clásicos y aquellas formas más actuales del arte contemporáneo. Entre los artistas se encontraban representantes de distintas disciplinas, como ceramistas, fotógrafos, pintores y escultores, quienes desplegaron sus creaciones por los salones y jardines de la residencia de la embajadora.



En aquella oportunidad, doce artistas fueron los invitados a montar sus obras en distintos sectores de la residencia. Entre ellos Roberto Edwards, Hugo Marín, Pilar Ovalle, Max Donoso, Benjamín Lira, Malú Stewart, Bob, Ruth Krauskopf y Andrea Hegeman, consagrados creadores de la plástica nacional.



"Cuando se terminó la primera exposición, yo pensé que sería muy difícil hacer otra al mismo nivel. Fue muy triste ver la residencia sin las obras, como despedirse de cosas amadas. Más allá de las obras, hay lazos de amistad que se crean con los artistas. Es una apertura muy importante para nosotros y también para ellos", cuenta la embajadora.



Segunda experiencia



Pero fue el placer de tener tales instalaciones en al residencia, los nuevos lazos que se crearon, los proyectos que surgieron y el interés que suscitó esta iniciativa, lo que los motivó a transformar Connivences en una cita anual con el arte contemporáneo chileno.



Connivences 2 tuvo como tema "cuerpo y alma" y reunió artistas reconocidos con otros más jóvenes y de menor renombre, como Andrea Arrivillaga, Iván Daber, Sebastián Leyton, Luis Poirot, Rodolfo Opazo y María-Inés Varela. Hugo Marín, Pilar Ovalle y Roberto Edwards se repitieron el plato. Este último, presentó piezas de su trabajo con ciegos que inaugurara el 2002.



En el caso de los nuevos creadores, Voluspa Jarpa realizó un móvil especialmente diseñado para el comedor de la casa y el artista Mauricio Costa tuvo la oportunidad de exponer sus pinturas por primera vez. Además, tuvieron la oportunidad de debutar con una muestra en Santiago Bárbara Bravo y Claudio Romo de Concepción y Jaime Bulot de la Isla de Juan Fernández.



Los resultados de estas experiencias se han trasladado al formato digital, creándose catálogos que son enviados a Francia para su distribución y promoción del arte chileno. Además, el estado francés ha adoptado la política de adquirir obras de artistas nacionales, como el caso de Pilar Ovalle.



"El tema central de la política francesa es la diversidad cultural. Es decir que para el crecimiento mutuo hay que compartir", asegura Elisabeth Beton. Y cuenta que, aunque aún no se definen las temáticas ni los artistas, indudablemente realizarán una tercera versión de Connivences.



________________

Publicidad

Tendencias