Sergio Bitar argumentó que para los intereses estratégicos de Chile, la demanda altiplánica tiene que conversarse, pues a su juicio »el tema está dejando de ser bilateral y toma ribetes multilaterales». Agregó que escenario en ambos países »abre la posibilidad de que haya soporte político amplio a una conversación en serio».
El presidente del Partido por la Democracia (PPD), Sergio Bitar, afirmó este martes que para los intereses estratégicos de Chile es importante abordar con seriedad el tema de la demanda marítima de Bolivia.
"Para Chile yo estoy convenido de que este es un punto de importancia estratégica, que el liderazgo nuestro se ve amagado con América Latina, por la preservación de una situación de esta naturaleza, y el tema está dejando de ser bilateral y toma ribetes multilaterales, y que, la propia expansión de Chile en el campo económico y sus intereses de largo plazo, debe contemplar un reestudio de esta situación y avances en las conversaciones", dijo.
En este sentido, al hacer un repaso de las veces que bolivianos y chilenos se han puesto a tratar el tema, destacó que en los últimos años hubo dos conversaciones importantes.
Por una parte, la negociación entre el entonces jefe de gobierno de chileno, Augusto Pinochet y su par de Bolivia, Hugo Banzer el año 75, que exploró la fórmula de una salida soberana a través de la línea de la Concordia, que encontró la postura contraria de Perú.
Recordó que posteriormente también está el antecedente de "los avances bastantes serios que se produjeron en el año 2001 en los gobiernos de Banzer y Lagos, para una zona franca de una cierta magnitud, en zona que no está tocada por el tratado del 1929, por lo tanto puede ser acordada entre Chile y Bolivia directamente, una suerte de espacio de concesión, sin soberanía, para un desarrollo económico que en ese momento fue focalizado en el tema de los puertos para la salida del gas boliviano".
A juicio del timonel del PPD, estos son "hechos que tenemos que tener presente", pues por representar a gobiernos de distintos signos políticos en Chile, y tomando en cuenta que en la contraparte hay un gobierno boliviano más sólido, ello "abre la posibilidad de que haya soporte político amplio a una conversación en serio entre ambos países para abordar el tema de la mediterraneidad boliviana", dijo.
Bitar enfatizó que estas son "materias que hay que mirarlas con mucha serenidad, con mucha privacidad, pero que a las alturas que estamos requiere de una mirada nueva"
Soluciones con soberanía "no son útiles económicamente"
En cuanto a la forma en que el gobierno de Michelle Bachelet ha llevado el tema, indicó que "no sé hasta dónde ha llegado, tanto el gobierno boliviano como el chileno, en la manera en que se mantengan en conversaciones serias, privadas, creo que es positivo. No sé hasta dónde se ha conversado con Perú, pero si esto queremos abordarlo con seriedad, también tiene que haber algún tipo de conversaciones paralelas con el Perú, y ver si el Perú está en condiciones de cambiar su política histórica de bloquear una salida por la línea de la Concordia"
Si bien reconoció que estos diálogos "son difíciles, complejos, pero que no debemos eludir".
En este punto, dijo que "tenemos que tener cuidado de todos los traspiés anteriores, pero eso no nos debe limitar a intentos serios para abordar esa materia, creo que hay base hoy día política y técnica, mucho más sólida que en el pasado"
A la hora de buscar mecanismos para abordar el tema marítimo, Bitar explicó que son complejos, pues por una parte las soluciones con soberanía "no son útiles económicamente y las soluciones útiles económicamente como es lo que se conversó Banzer Lagos, no son solución desde el punto de vista de los sentimientos y de la subjetividad de la soberanía que están muy profundamente incrustada en el alma del pueblo boliviano".
Otro punto que complica la negociación, es la postura peruana sobre los límites marítimos, a raíz de la reciente publicación por parte de las autoridades de Lima que establece una demarcación distinta a la que Chile considera resuelta en convenios suscritos anteriormente.
Bitar sostuvo que la tesis del país del norte "no tiene ninguna vigencia jurídica del punto de vista internacional… lo que sí tiene una implicancia para cualquier forma que se asemejara a la que se exploró entre Banzer y Pinochet, y es que bloquearía completamente una proyección marítima de Bolivia".
Agregó que "la postura chilena de la línea del paralelo es mucho más favorable para Bolivia".
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