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Justicia trasandina pidió información penal de estafador arraigado en Chile

Quinto Juzgado de Garantía de Mendoza está a punto de dictar pronunciamiento sobre la causa por estafas reiteradas y asociación ilícita seguida contra el argentino Máximo Gregorcic. El sujeto, quien reside en territorio nacional hace una década, huyó del vecino país luego de defraudar en US$ 6 millones a cerca de 350 personas.


El Quinto Juzgado de Garantía de Mendoza, a través de un exhorto, solicitó a la justicia chilena antecedentes penales (policiales y penitenciarios) de Máximo Gregorcic, ciudadano argentino que a fines de los años ’80 llegó a Chile luego de que se le acusara de defraudar en US$ 6 millones a 332 mendocinos.



El tribunal argentino esté a punto de dictar pronunciamiento respecto a la causa caratulada como "estafas reiteradas y asociación ilícita", para determinar si está o no extinguida la acción penal en contra del ciudadano argentino.



El sujeto vive hace aproximadamente 10 años en territorio nacional y está casado con una ciudadana chilena, con quien tiene un hijo.



A pesar de que el gobierno argentino pidió en el 2002 la extradición del presunto estafador avecindado en Santiago, el mismo año la Corte Suprema rechazó la solicitud por estimar que no existían suficientes pruebas contra Gregorcic.



Invocando tratados de cooperación internacional y asistencia jurídica fijados en convenios del Mercosur, la justicia trasandina busca que Chile remita los antecedentes que registra este sujeto declarado en rebeldía, luego de haberse fugado.



La financiera



Max, como era conocido en Argentina, huyó luego de conocer la investigación que abrió en 1987 el Ministerio Público de Mendoza, originada por un centenar de denuncias sobre presuntas irregularidades de una financiera de su propiedad.



Consultora y Financiera del Comercio Exterior S.A. fue la firma que creó Gregorcic en el vecino país, en conjunto con Patricia Möller, Juan Carlos Benegas y Carlos Manrique. Sin embargo, se les acusa de haber montado una empresa sin respaldo financiero, utilizando una falsa apariencia de solvencia.



Mediante el uso de publicidad en medios de comunicación, la firma logró persuadir masivamente a los habitantes de Mendoza para que concurrieran hasta sus instalaciones ubicadas en una céntrico y prestigioso barrio de la ciudad. Ahí se realizaban operaciones comerciales bajo la apariencia de una inversión.



Los fondos depositados por los confiados inversionistas fueron apropiados por los dueños de la empresa, provocando un daño económico para quienes se vieron despojados de los fondos destinados a actividades financieras.



El documento, que llegó hasta la secretaría de la Corte Suprema, adjunta el testimonio de una de las víctimas quien relata en la denuncia que "fue una frustración" entregarle una cantidad de cheques Gregorcic y que después en distintos bancos las cuentas le fueran prontamente cerradas.



Uno de los más buscados



Según la indagatoria, el total de las denuncias alcanzó a 332, pero se presume que el número de víctimas es mayor. La tesis de la justicia trasandina es que el monto del fraude, calculado en US$ 6 millones, habría ido a parar a una cuenta en el banco estadounidense "Chemical Bank".



Por el monto y la cantidad de víctimas, Gregocic se transformó en uno de los prófugos más buscados de Argentina, pero los intentos por devolverlo a su nación han sido infructuosos.



Tras detectarse su permanencia en Chile, la justicia trasandina intentó conseguir su extradición en 2002. Estos trámites permitieron que se mantuviera una orden de detención emanada del 33° Juzgado del Crimen, que fue concretada el 24 de mayo pasado por efectivos de Interpol.



Sin embargo, pronto debió ser dejado en libertad, debido a que Gregorcic no había cometido delito alguno en el territorio nacional y la Corte Suprema ya había negado la extradición.

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