Una dura respuesta entregó la multisindical a los planteamientos de las autoridades, en cuanto a que la movilización convocada para esta jornada se llevara a cabo tres lugares de la capital. En Santiago, las actividades se concentrarán en Plaza Italia, Estación Mapocho, Estación Central y avenida Matta con San Diego.
En cuatro puntos de Santiago se concentrarán este miércoles las manifestaciones convocadas por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), a las que se sumarán las distintas actividades programadas en el resto del país. Así lo señaló la propia multisindical, en dura misiva a las autoridades, que habían propuesto tres puntos de concentración.
Según la entidad gremial, la jornada de protesta tendrá sus actos centrales en la capital la Plaza Italia, Estación Mapocho, Estación Central y Avenida Matta con San Diego, con lo que desestimó los planteamientos realizados en la víspera por la intendenta metropolitana, Adriana Delpiano.
"Hay una autorización para reunirse en la avenida Bulnes hasta el parque Almagro. Ese es el lugar, nosotros lo planteamos y se lo hicimos llegar ayer (lunes) a la CUT y ojalá eso se respete", sostuvo el martes la jefa del gobierno regional, tras participar en una reunión especial en La Moneda en la que se analizaron los efectos de la movilización.
Sin embargo, la organización encabezada por Arturo Martínez respondió la noche del martes: «Agradecemos la preocupación y la deferencia que ha tenido al señalarnos un recorrido y un lugar para congregarnos, nos obstante la CUT no ha solicitado ese recorrido ni ese lugar señalado por usted».
Asimismo, corrigió a la autoridad regional, en el sentido de que no será "una marcha", sino que serán "muchas las pequeñas marchas" que los gremios realizarán a partir de las 10 horas para llegar a los puntos de encuentro. «No habrá una sola y única marcha, sino que las actividades que se realizarán en cada uno de los lugares ya señalados, más en otros puntos de reunión que fije cada organización, de acuerdo a su itinerario de marcha", refrendó.
La dirigencia de la multigremial, que busca demandar una mayor igualdad salarial y mejores condiciones laborales y la construcción de un "Estado social, democrático y solidario", también ha convocado a acciones de protesta como llegar tarde al trabajo, hacer sonar bocinas de los automóviles, además de las marchas.
A la movilización ya han anunciado su respaldo médicos, profesores, estudiantes y sectores políticos, incluidos algunos oficialistas, por lo que los organizadores no han dudado en señalar que ésta será la mayor protesta desde el retorno a la democracia, considerando la confluencia de otros factores, como los efectos del Transantiago o el aumento de productos de primera necesidad y servicios básicos.
Pese a ello, mantienen su cifra de participación en el orden de 400.000 personas a nivel nacional, que es la meta que se han colocado en la CUT, porque están concientes de que, en general, la gente en Chile es renuente a arriesgar su fuente de trabajo con actividades como éstas.
Al respecto, se estima, por ejemplo, que un caceroleo masivo en las principales ciudades del país, podría marcar un hito en lo que se refiere a manifestaciones ciudadanas en democracia y generar una sensación de respuesta importante al movimiento sindical. No obstante, los sectores más comprometidos con el movimiento, que por lo general corresponde a grandes y medianos sindicatos, tienen la clara decisión de hacer ver su malestar en forma pública y masiva, en lugares de alta notoriedad.
«Estado de pánico»
Otro tema que ha generado preocupación de parte de las autoridades son los posibles hechos de violencia que podrían registrarse durante la jornada, por lo que los llamados de todos los sectores han estado dirigidos a que los trabajadores se manifiesten pacíficamente.
Al respecto, Delpiano aseguró que «el llamado, al que se han sumado distintos grupos políticos, es a protestar, y a protestar violentamente y nos parece que ésta es una irresponsabilidad", palabras que fueron respaldadas por el subsecretario del Interior, Felipe Harboe, quien advirtió que el tenor de la convocatoria incluso podría significar "tomarse las calles".
«Cuando se hace una convocatoria a un acto, el objetivo es escuchar planteamientos legítimos que pueden realizar determinadas organizaciones, y en este caso, sin ninguna autorización previa y sin ningún acto central se está convocando a manifestarse", se quejó la autoridad.
En cuanto a las posibles acciones a seguir en caso que se produzcan disturbios y daños a la propiedad pública, el funcionario de Gobierno señaló que ya existe una coordinación, en el caso del centro de la capital, con el alcalde de Santiago, Raúl Alcaíno, quien presentará las demandas civiles en caso que se produzcan daños.
El hecho de que éste las autoridades hayan enfocado su interés precisamente en estos aspectos y no en las materias de fondo de la movilización también provocó el malestar de la CUT. «Pensamos que es adecuado que si la autoridad tiene información al respecto, la dé a conocer con anticipación, ya que nuestra convocatoria es un llamado a de acción y movilización de carácter totalmente pacífico", replicó.
Por su parte, la vicepresidenta de la multisindical, la ex diputada María Rozas, señaló que la protesta «no pretende quebrar la institucionalidad vigente». «Estamos en libertad y democracia, no hay que crear este estado de pánico que han creado estos últimos días las autoridades de gobierno y los empresarios (Â…) Los trabajadores no estamos llamando a quebrar la institucionalidad, por el contrario, queremos fortalecerla pero con la participación activa de los trabajadores», enfatizó.
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