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Respaldan en España fórmula para creación del Ministerio de Medio Ambiente

María Soraya Rodriguez, ex europarlamentaria y experta medioambiental, considera que se han seguido los pasos adecuados para lograr un Ministerio poderoso. Acérrima enemiga de la energía nuclear, detalla las alternativas renovables que a su entender serían las mejores soluciones para nuestro país en el contexto de la crisis energética.


Una visión positiva frente al desarrollo medioambiental de nuestro país, enmarcado en la futura puesta en marcha del Ministerio de Medio Ambiente, tiene la diputada del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) María Soraya Rodríguez.



La abogada y miembro de las Comisiones de Asuntos Exteriores y Medio Ambiente en España, tiene una larga experiencia política y entre sus cargos cuenta haber sido parte del Parlamento europeo hace cinco años.



En estos días se encuentra de visita en nuestro país porque participó como expositora en el Seminario Internacional de RSE, Diálogo Social y Medio Ambiente, realizado en el edificio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).



A sus 43 años, la diputada ha vivido los cambios en políticas medioambientales que ha sufrido la Unión Europea y avala las iniciativas que Chile está desarrollando.



¿De qué forma un Ministerio de Medio Ambiente puede alcanzar su máxima potencialidad instrumental?
-Los ministerios de medio ambiente con competencias propias son recientes en casi todos los gobiernos europeos. En España, hace 8 años se creó el Ministerio de Medioambiente y ha sido realmente con este gobierno- del socialista Jorge Rodríguez Zapatero- cuando ha alcanzado un fuerte poder con competencias propias.



Ha esto se ha llegado gracias una administración dependiente de ese ministerio y una Ministra con una gran convicción y gran valentía política a la hora de plantear que no es posible hacer políticas medioambientales si no hay una implicación transversal de todos los ministerios. Esa es la clave. O sea, el discurso de la sostenibilidad no es un discurso marginal, que se refiera por ejemplo a diseñar una infraestructura de carretera y luego ver si es sostenible o no. Hay que tener en cuenta primero el territorio, el impacto sobre la contaminación, sobre el consumo energético y muchos otros puntos, que nos sirven para hacer el plan de carreteras y no al revés.



Podríamos decir que habremos llegado realmente a dar un avance sustancial en las políticas de sostenibilidad cuando en el Gobierno el Ministerio "fuerte" no sea el de economía como lo ha sido siempre, sino el de Medio Ambiente.



¿Y cuál es tu impresión del proceso que vive Chile actualmente con respecto a la creación de un Ministerio de Medio Ambiente?
-Destaco que es un grupo de trabajo transversal en el que están presentes todos los ministerios y ahora están a punto de hacer todo el diseño institucional. Podemos decir que el camino recorrido es a la inversa del camino recorrido en nuestro país y otros países europeos, porque nosotros primero desarrollamos la creación de un Ministerio sin competencias, luego la creación institucional del mismo y finalmente dimos el paso de la transversalidad. Pero finalmente todos llegaremos al mismo objetivo, o sea un Ministerio muy fuerte, potente, con una enorme presencia institucional.



Me parece que ustedes han dado un paso muy importante. Y espero en la próxima visita ver a su Ministerio andando.



Energía



En Chile enfrentamos serios problemas energéticos porque no somos "autosuficientes". ¿Cómo enfrentan en Europa esta situación?
-El debate energético es mundial. Nosotros en Europa nos enfrentamos a un gran debate porque al igual que ustedes, no somos autosuficientes. Más allá del repunte importantísimo del precio del barril del petróleo estamos también frente a un horizonte de agotamiento de fuentes energéticas fósiles. Es la realidad. Podemos discutir el número de años, pero las fuentes tradicionales energéticas de nuestra sociedades están llegando a su fin. Por eso hace falta enfrentar el debate de la autonomía energética, del cambio de fuentes, y también del consumo, que es muy importante y no siempre se menciona. El debate en Europa es que tenemos que incrementar de forma importante las fuentes de energía renovables.



Hay un nicho muy importante de nuestra cesta energética que se llena con energías renovables, pero está claro que aún están infrautilizadas. Por ejemplo, en España, un país que tiene 4 horas más de sol que Alemania, producimos una tercera parte de la energía solar que ellos.



Hay muchos tipos de energía renovable, como la eólica o fotovoltaica ¿cuál recomendarías?
-La energía eólica, que es la energía renovable que más ha crecido en nuestro país, es muy limpia, ya que apenas genera contaminación. Lo que sí provoca es contaminación paisajística, pero si nos estamos enfrentando a los grandes retos de la contaminación atmosférica, del CO2, del calentamiento global, creo que tenemos que ser responsables.



En este tipo de energía se ha avanzado muchísimo, en nuevas tecnologías, en innovación y ha estado dando resultados óptimos. El problema que tienes es que no puede ser acumulada. Pero estamos investigando cómo lograrlo. Ustedes, tienen unas capacidades inmensas con esta alternativa. Otras alternativas bastante recomendables son la energía solar térmica y fotovoltaica. Además, también estamos trabajando en la biomasa. (tipo de energía relacionada con la materia orgánica de las plantas que almacena a corto plazo la energía solar en forma de carbono)



Como le comentaba, el debate energético ha impulsado una serie de proyectos, entre los que se mencionan alternativas de megarepresas, gas licuado e incluso el uso de energía nuclear ¿cuál valora como la mejor solución?
-No creo que la energía nuclear sea la solución a nada. De hecho, en el Protocolo de Kioto no se contempló porque el problema principal es el tema de los residuos, que está sin resolver y mientras no lo tengamos resuelto estamos hipotecando la contaminación de este planeta para muchas generaciones venideras. Por lo tanto y frente al planteamiento de que en un momento de crisis por falta de autonomía energética, no creo sea la opción llenar el planeta con ellas.



De hecho, en España se han ido cerrando paulatinamente las centrales nucleares, aunque siempre las sustituimos con otras fuentes de energía renovables que aportan al pool energético lo que éstas dejan de aportar.



Con respecto a las hidroeléctricas, España es uno de los países del mundo con más obras hidráulicas realizadas. Tenemos gran cantidad de presas y gran cantidad de regulación. Ahora pensamos que como regulación hídrica, no podemos seguir avanzando en la construcción de más. No creo que decir que la energía hidráulica es mala sea cierto, pero tampoco es la única solución. Hay que buscar un equilibrio, ver implantación geográfica, el impacto del territorio, el impacto hídrico, de qué tipo de corrientes estás regulando, qué ríos afectas, todo eso debe ser evaluado a conciencia. Y puede ser que en algunos casos sea una solución estupenda, pero en otros muy negativa. Sería fatal pensar que para el problema energético hay una sola solución.

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