Presidentes de la UDI y RN, Hernán y Carlos Larraín, respectivamente, no ceden ante los hechos, que demuestran que el bloque está atravesando la peor crisis desde que ambos asumieron y continúan tratando de mantener la cada vez más frágil unidad del sector. Ambos creen que la constitución del Comité Ejecutivo será un aporte y dará aires nuevos a la derecha.
Los timoneles de la Alianza continúan en la tarea de tratar de contener un estallido de insubordinación al interior del pacto, a raíz de la disputa entre los senadores Pablo Longueira (UDI) y Andrés Allamand (RN). Es por ello que el presidente gremialista, Hernán Larraín, se mostró partidario de conformar el Comité Ejecutivo del sector, anunciado en la declaración suscrita tras la convención de Valdivia, antes del receso de fiestas patrias.
La idea de crear esta instancia apunta a dar "un paso adicional en la institucionalidad de la Alianza", según se explica en el documento publicado al término del encuentro del fin de semana. Estará integrada por los presidentes y secretarios generales de ambos partidos, así como por representantes de los diversos estamentos de ambas colectividades.
Su labor será, al menos en el papel, «coordinar la acción política y legislativa de la Alianza, la interlocución conjunta con el Gobierno, la propuesta de políticas públicas alternativas a la Alianza y las acciones tendientes a asegurar el triunfo en la campaña municipal del próximo año».
En este aspecto RN le lleva un paso adelantado a sus socios, optando por nombrar ya a uno de los integrantes del estamento, el privilegio recayó ni más ni menos que en el senador Andrés Allamand, lo que para algunos personeros gremialistas es visto como un gesto de provocación de sus aliados. Aunque el presidente de la UDI, en su afán por no aceptar cuñas al interior de la Alianza, asegura que nada de eso existe y que Renovación tiene todo el derecho de nombrar a quienes estime pertinente.
De hecho, consultado directamente respecto del nombramiento, una vez más le bajó el perfil al tema, en el entendido de que "no hay problema. Aquí no hay vetos a personas de ninguna especie. Así que Renovación va a definir a quienes integran. Nosotros tenemos un criterio institucional, vamos a incorporar a los jefes de los comités de senadores, de diputados y al presidente del estamento municipal. Hemos tenido un criterio objetivo para evitar todo tipo de inquietud o suspicacia".
Suspicacia que sin duda generó el nombramiento de Allamand en medio de una de las polémicas más duras de los últimos tiempos al interior de la derecha. Ello, aunque el timonel de RN, Carlos Larraín, descarta segundas intenciones en la designación. Según él, "cada partido nombra a quien quiere para ayudar en el trabajo de ese comité. Ahora, yo propuse el nombre de Andrés porque él ha sido un gran impulsor de la unidad de la Alianza. Punto. No hay más interpretación que esa".
Si bien Carlos Larraín coincidió con su par de la UDI en que sería positivo constituir el Comité Ejecutivo de la Alianza antes del receso por el 18 de septiembre. Pero a diferencia del timonel gremialista, que no quiso hacer defensas corporativas, el máximo dirigente de RN dio derechamente el favor a Allamand en la disputa que mantiene con Longueira.
Aludiendo a los esfuerzos unitarios de Allamand, Larraín señaló que "él ha estado trabajando con todo el mundo que estuviera dispuesto. Él andaba buscando personas que quisieran suscribir con él los cuatro proyectos sobre el tema laboral".
Lavín se ofrece a recorrer Chile
Quien sí tiene una amplia experiencia en resolución de conflictos en la Alianza por Chile es el ex abanderado presidencial Joaquín Lavín, quien el jueves se reunió con el timonel de su partido, Hernán Larraín en una conocida cafetería de Vitacura. Cómo olvidar cuando, en pleno caso Spiniak se coludió con el mismo Allamand para dar un golpe blanco y sacar de sus respectivas presidencias a los entonces jefes de partido Pablo Longueira (UDI) y Sebastián Piñera (RN). Estos últimos se encontraban en una enconada disputa que, a juicio de Lavín y Allamand, perjudicaba la campaña presidencial del ex alcalde de Santiago. Entonces, Lavín no lo dudó, sólo actuó.
Ahora es diferente. Los años y la mayor experiencia tal vez inclinan a Lavín a respetar la institucionalidad de la Alianza y a descartar por completo una posible intromisión en la polémica entre ambos senadores.
De hecho, consultado acerca de la posibilidad de que actúe en esta disputa, fue categórico: "No es necesario, la Alianza tiene su propia institucionalidad. Están los presidentes de los partidos, han definido también un Comité Ejecutivo y son ellos los que tienen que resolver esos problemas".
Lejos de entrometerse en los conflictos, no sólo llamó a apostar por la unidad, trabajando con generosidad y sin personalismos, sino que también se ofreció para recorrer Chile, si los dirigentes regionales de la Alianza se lo piden, para recabar las propuestas que deseen hacer llegar a la Comisión Social para la Equidad, del Gobierno y que él integra.
Considerando que un sector de la UDI jamás ha descartado por completo que Lavín pudiera llegar a ser nuevamente candidato a la Presidencia y que pese a los esfuerzos de los "larraínes" la derecha está pasando por uno de sus peores momentos, en el último año, no sería extraño que como un militante disciplinado más, el ex alcalde de Santiago comience a recorrer el país pensando en terminar en La Moneda. Considerando que en el gremialismo insisten en que todas las eventuales cartas del partido deben potenciarse, es posible pensar que Lavín sigue siendo una más.
