Respondiendo a una estrategia, los perseguidores penales más mediáticos de la reforma decidieron finalmente este miércoles entrar al ruedo. Qué chances tienen, los apoyos poíiticos y los candidatos en competencia para suceder a Guillermo Piedrabuena en el máximo cargo del Ministerio Público.
Como una estrategia bien pensada, los fiscales Orientes y Sur de la Región Metropolitana, Xavier Armendáriz y Alejandro Peña, entregaron sus antecedentes en la casa del secretario de la Corte Suprema, Carlos Meneses, y entraron en competencia para acceder para el cargo de fiscal nacional.
Siguiendo la lógica del cantante mexicano Pedro Vargas -que indica que no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar-, esperaron hasta último momento -y generaron toda una expectativa- para intentar ser el reemplazante de Guillermo Piedrabuena, a quien hace 10 años le correspondió iniciar la puesta en marcha de la Reforma Procesal Penal.
Peña y Armendáriz han sido los fiscales más mediáticos del nuevo sistema de persecución penal de los delitos. El primero, por su campaña de metas y la obtención de la ISO 9001 para obtener una alta gestión; el segundo, como el "preferido" de Piedrabuena para las causas complejas, como el caso Lavandero.
Sus nombres se suman a los de otros 14 candidatos conocidos al cierre en esta edición: Sonia Rojas (centro norte), Jorge Abbott (Quinta Región), Sabas Chahuán (Occidente), el académico Juan Enrique Vargas, Mario Maturana, Claudio Roe, Cristian Espejo, Manuel Navarrete, Gonzalo Torres, la abogada del Consejo del Consejo de Defensa del Estado (CDE) María Eugenia Manaud, Ivan Pavlov Peric, Rodrigo Medina Jara, Patricio Medina Cárdenas y Ricardo Israel.
Comienza ahora el proceso de la Corte Suprema para definir la audiencia en la cual todos los postulantes -si es que cumplieron los requisitos formales- podrán exponer sus argumentos jurídicos.
Una vez lo hagan, comenzará la nueva pelea política para conformar la quina, uno de cuyos candidatos deberá ser elegido por la Presidenta y ratificado por el Senado.
En los pasillos de tribunales todo indica que Vargas tiene el favoritismo, pero podrían existir sorpresas con Manaud, quien representa la continuidad de Pidrabuena y es transversal a los intereses políticos.
Los que pueden quedar en la quina con alguna chance son Chauán, Peña, Armendáriz, Abott, Maturana y Rojas.
«Otra cosa es que tengan el apoyo del Gobierno. Para el caso de Rojas es la mayor complicación, porque tiene ya 72 años, lo que haría poco factible su designación. En todo caso, ha hecho un fuerte lobby en el máximo tribunal», se indicó.
