En el organismo existe inquietud por la determinación del magistrado de encausar a 23 personas y no a las cinco que el propio Consejo pidió en 2005. El dictamen adolece de problemas de forma y fondo, dijo un consejero, lo que podría llegar a ser perjudicial para la causa.
Entre la espada y la pared se encontraba hasta el cierre de esta nota el Consejo de Defensa Estado (CDE), respecto a cómo actuará en el caso Riggs, luego de que el ministro Carlos Cerda decidiera procesar a 23 personas por el delito de malversación de caudales públicos.
En diciembre de 2005, la entidad había pedido sólo cinco procesamientos: Jorge Ballerino Ramón Castro Ivanovic, Patricio Madariaga, Augusto Pinochet Hiriart y María Victoria Molina, pero no el resto de los conocidos el jueves a través de la resolución de Cerda.
Altas fuentes de la entidad explicaron a El Mostrador.cl que no existe claridad en torno a si defenderán todos los dictámenes de Cerda o seleccionarán los que se apegan a la convicción jurídica a la que arribó el CDE con los antecedentes que ha reunido y analizado desde 2004.
Ello dependerá, dijo un consejero del Comité Penal, de si los recursos de amparo presentados por los imputados serán vistos en forma conjunta por la Quinta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, o se analizará individualmente.
Problemas de forma y fondo
Según la fuente, la resolución de Cerda adolece de problemas de forma y fondo, ya que en el caso de algunos de los sujetos involucrados no existirían pruebas suficientes para procesar.
En este sentido, se indicó, puede registrarse la situación de que el tribunal de alzada revoque una parte importante de los encausamientos, «y haríamos el ridículo», dijo la fuente.
Sin embargo, el problema mayor sería que la causa en su totalidad sufra un golpe que le pondría una suerte de tapia que sería muy difícil de revocar, se explicó
Este mismo análisis es el que tiene claro el abogado del clan Pinochet Pablo Rodríguez. Por esta razón presentó un recurso de amparo, ya que su fuerte, más que el tribunal de alzada capitalino, es la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema.
Pero más allá de los problemas que el CDE enfrente con lo resuelto por Cerda, lo cierto es que si decide optar por la selección de casos, la imagen nacional e internacional que proyectará podría llegar a ser un hecho difícil de defender.
A ello se suma que el dictamen de Cerda llegó muy cerca del fin de semana, por lo que una decisión definitiva del organismo podría recién conocerse en la reunión tradicional de los días martes.
Un problema mayúsculo sería que este el sábado o el lunes se vieran los amparos presentados por las defensas, aunque se estima que la libertad que el magistrado otorgó a 22 de los 23 procesados -con excepción de Oscar Aitken- descomprime en parte el ambiente.
En tanto, hasta el cierre de esta edición el ministro Cerda había redactado varios documentos con los que informaba a las instancias superiores de su decisión y que deberán ser analizados por los magistrados que resolverán los amparos.
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