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Habilitación, la próxima batalla entre el Mineduc y el Colegio de Profesores

Iniciativa consistiría en un examen que se aplicará a los egresados de Pedagogía antes de recibir el título profesional, con el objetivo de garantizar que dominan sus competencias. Se aplicaría una prueba estándar, terminando con la independencia que hasta el momento tienen los centros educacionales de realizar evaluaciones según su criterio.


Los resultados del último Simce reflejaron que los establecimientos con alto número de profesores con buena calificación en su evaluación docente, eran precisamente los que obtenían mejores resultados.



Por eso, no es de extrañar que uno de los estandartes de las reformas a la educación que se han vivido en el último tiempo sea asegurar la calidad docente. Esa es precisamente la finalidad de implementar una nueva herramienta conocida como "habilitación", que es el proceso mediante el cual se acreditan las competencias propias de un profesional.



«Es un tema abierto a discusión y de hecho está presente en el informe del Consejo Asesor Presidencial. La diferencia es cómo se realice y en qué momento. Lo que ellos proponen es que se haga un examen a los egresados de las distintas carreras de pedagogía antes de recibir el título para garantizar que dominen competencias", señala Carlos Eugenio Beca, director del Centro de Perfeccionamiento en el área de Formación Docente Inicial del Ministerio de Educación (Mineduc).



El funcionario explica que la diferencia con el sistema actual es que, para poder obtener el título profesional, la "habilitación" se realizará en base a estándares comunes, no según el patrón que utilice cada casa de estudios.



La idea es que en caso de que el aspirante al título repruebe, la universidad donde estudia deba hacerse cargo de las debilidades del estudiante y capacitarlo. Aún no hay plazos concretos de este "reforzamiento", pero se baraja que lo más adecuado sería un semestre.



Si bien todavía no hay fechas concretas, el Mineduc tiene hasta 2008 para presentar una propuesta. Al menos así lo exige la ley de Aseguramiento de la Calidad de Educación Superior -que establece la acreditación obligatoria para las carreras de pedagogía-, lo que obliga a desarrollar un sistema nacional de certificación y habilitación profesional, dentro de un plazo de dos años desde la entrada en vigencia de dicha norma (2006).



Una experiencia similar es la del Examen Médico Nacional, implementada desde 2002 por la Asociación de Facultades de Medicina (Asofamech), que aplica una prueba de conocimiento a sus egresados. Si bien ésta no tiene carácter "habilitante", entrega un puntaje que puede ser solicitado por los empleadores al postulante a un cargo en el sistema de salud.



En otros países ya existe esta herramienta, aunque con variantes, y en su mayoría se aplica a docentes que ya han completado su formación inicial. Por ejemplo, en China, Japón, Corea y Tailandia, los maestros deben poseer certificación universitaria específica para ejercer y rendir un test para ingresar. En el caso de América Latina, Colombia aplica un examen a todos los estudiantes de educación superior en forma previa a su egreso.



Sobrecarga a los profesores



El inminente tema de la habilitación no es compartida por todos los actores. Uno de sus detractores es Jorge Pavez, actual presidente del Colegio de Profesores, quien considera innecesaria la medida.



Sostiene que después de toda la lucha que significó implementar los sistemas de acreditación institucional -que asegura la calidad del proceso de formación- y de evaluación docente -que se aplica cada 4 años a los profesores en ejercicio-, estos deberían garantizar la excelencia.



«Nos parece un exceso que alumnos tengan que dar un examen de habilitación, porque si fuera así ¿qué sentido tiene la acreditación de la universidad? Nos parece más bien una especie de fiebre de colocar más pruebas y exámenes", señala.



Por su parte, Raúl Navarro, rector de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) y presidente de la Comisión Nacional de Formación Docente, sostiene que "si existe una habilitación, debe hacerse, a lo menos por muchos años, por las propias instituciones formadoras, cuando el estudiante esté formándose como profesor y antes de que egrese. Ellas son las responsables, por lo tanto conceder la precisión de la calidad a organismos externos, que pueden perfectamente tener un carácter comercial, es un error".



Más allá de un posible tema comercial, el profesor de matemáticas y física considera que "son las universidades las que se han hecho plenamente responsables de la formación de sus profesionales en general y en particular de los dedicados a la pedagogía".



Egresados "acompañados"



Otro tema que da vueltas en las discusiones relativas a los docentes es el programa de mentores, que consiste en dar apoyo a profesores principiantes a través de un profesor experimentado.



La discusión se centra en el financiamiento, las implicancias que tiene instalar el sistema, los impactos en el sistema escolar y la formación docente, aunque no tiene opositores como en el caso de la habilitación.



De hecho, la Comisión Nacional de Formación Docente está haciendo una propuesta política pública sobre este tema y la idea es que de aquí a 2010 se cuente con un sistema más amplio de acompañamiento, ya que actualmente existe una experiencia piloto llevada a cabo por las Universidades Católica de Santiago y Atacama.



Las conversaciones en torno a la habilitación y al programa de mentores, además de otros tópicos, se discuten en el Tercer Encuentro Nacional de Formación Inicial Docente, que finaliza este viernes en la Universidad Católica Silva Henríquez.



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