Si bien los presidentes de los partidos oficialistas desestimaron que existan diferencias internas por la forma en que se negoció el nombre del nuevo fiscal nacional, en las filas de la coalición se reconoce que ello significó »puro costo» para el conglomerado. En tanto, Soledad Alvear llamó a »cuidar los afectos», un significativo indicador del estado del bloque.
Aunque públicamente los presidentes de los partidos de la Concertación dieron por superadas las diferencias generadas por el nombramiento del nuevo titular del Ministerio Público, Sabas Chahuán, la forma en que el gobierno negoció la designación dejó una serie de damnificados en el camino y la herida está lejos de cerrarse.
Tras la cita de los timoneles del oficialismo, el senador PS Camilo Escalona, dijo sobre este tema -aclarando que eran declaraciones a título personal- que "nosotros nos guiamos por la decisión que finalmente la Presidenta tomó, y la Presidenta tomó esa decisión en virtud de que tenía la seguridad de que su propuesta iba a ser aceptada y no se iba a rehacer una situación tan lamentable e ingrata como la que ocurrió con las propuestas de contralor de la República".
En ese sentido, precisó que "esto no tiene que ver con una mayor o menor disponibilidad de la Presidenta hacia una u otra persona, porque no estamos denostando o cuestionando los méritos de uno u otro de los afectados. Lo que la Presidenta la garantizó al país es que en un momento importante desde el punto de vista de garantizar la seguridad pública, su propuesta fue aceptada de inmediato y, por lo tanto, cerró cualquier posibilidad que sobre esto se generara un impasse".
Por su parte el presidente del PPD, Sergio Bitar, reconoció que hubo algunas inquietudes en el oficialismo, pero que "la Presidenta tomó una buena decisión". Además aseguró que "entre nosotros las relaciones son óptimas" y la situación ha sido "totalmente superada".
Sin embargo, en el marco del foro de Biarritz, la timonel DC, Soledad Alvear, envió un claro mensaje al conglomerado, al afirmar que su colectividad es la "más importante dentro de la coalición del gobierno y siempre es bueno e importante mantener una óptima relación".
«Como ocurre en todas las relaciones de la vida a veces hay mejores momentos que otros, lo importante es mantener la unidad de objetivos, pero al mismo tiempo hay que cuidar los afectos", enfatizó.
La molestia con Maldonado
En el oficialismo, la forma en que se negoció el nombre de Chahuán sigue siendo causa de controversia, al punto que la evaluación que se hace es que este episodio conllevó "puro costo" al oficialismo.
En este escenario, entre los parlamentarios de la Concertación hay una fuerte molestia con el ministro de Justicia, Carlos Maldonado (PRSD), a quien se le ve como el gran artífice del acuerdo con la oposición, sin dialogar previamente con los partidos de gobierno.
Al respecto, la frase que surge en las colectividades es que se sintieron pasados a llevar, pues mientras entre el Ejecutivo y la Concertación se discutía el nombramiento, Maldonado negociaba el nombre de Chahuán con la derecha, sin dar ninguna luz a los legisladores oficialistas acerca de sus gestiones.
En este punto, el otro hombre que recibe críticas es el presidente del PRSD, el senador José Antonio Gómez, a quien se le ve como el verdadero gestor de la negociación, lo que lo habría dejado en mal pie frente a sus socios de coalición.
Y si bien en la DC ha sido más pública la molestia por esta situación, lo cierto es que las críticas a la estrategia seguida por el gobierno también provienen de parlamentarios socialistas y algunos PPD.
En este plano, figuras del oficialismo hacen notar que los senadores que no votaron a favor de Chahuán en su mayoría no son "díscolos" si no que, por el contrario, varios son con los que el gobierno cuenta tradicionalmente para aprobar los proyectos que envía al Congreso.
El factor Alvear
En este contexto en el círculo del alvearismo se reconoce el enojo que existe con el gobierno respecto a este episodio.
En primer lugar, se cuestiona que si realmente Chahuán fue desde el principio el candidato de La Moneda, por qué la decisión no se le comunicó a la timonel DC, Soledad Alvear, y en vez de informarla al respecto, se le dejó la puerta abierta para que ella continuara negociando el nombre de Juan Enrique Vargas.
Asimismo, hay molestia respecto de las filtraciones a la prensa sobre las conversaciones que tuvo la senadora con representantes del Ejecutivo y la propia Presidenta Michelle Bachelet.
En el entorno de la parlamentaria, todavía quieren dilucidar cuál fue el rol que tuvo la Jefa de Estado en esta negociación o si ella recibió el tema ya resuelto, Según fuentes de la DC, ello sería crucial para que se recompongan las confianzas.
Es que en la Concertación se considera que la alianza entre Alvear y Bachelet se había convertido en uno de los pilares del gobierno y hay temor que este episodio lo haya fracturado de manera definitiva.
Cercanos a Alvear sostienen que ella es una persona seria, que en ningún caso empezará con una estrategia de represalia, aunque sí se reconoce que esto podría traer aparejado un enfriamiento en el entusiasmo de la directiva DC para respaldar a la administración de Bachelet.
Así, si hasta ahora Alvear se la ha jugado para apoyar las propuestas del gobierno, como por ejemplo las platas destinadas al Transantiago, lo que le ha provocado tensiones con los colorines y el senador Eduardo Frei; ahora este entusiasmo podría bajar, lo que tendría efectos que aún están por determinarse.
La situación del comité político
Otro damnificado en este cuadro es el ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera (PS), quien según sus propios socios de partido, salió "dañadísimo" de este episodio, pues aparece como by-passeado.
También se comenta en la Concertación que ha llamado profundamente la atención que mientras la popularidad del gobierno baja en las encuestas y se producen difíciles episodios políticos, como el del nombramiento de Chahuán, el ministro del Interior, Belisario Velasco (DC), continúa en vacaciones.
Esta situación ha sido muy mal evaluada en círculos oficialistas, pues se considera que el jefe de gabinete tendría que estar enfrentando todos estos eventos.
En la DC, el comentario que se hace es que Velasco ha perdido influencia en el gobierno, y su actual ausencia sólo es símbolo de ello.
Ello, mientras en el bloque oficialistas se insiste en la necesidad de cambiar el gabinete. Pero aunque todos apuestan a que el cambio será de aquí a fin de año, aún la Presidenta no ha dado una señal sobre la fecha en que ello podría materializarse.
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