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Sindicatos de Mehuín desconocen millonario acuerdo entre pescadores y Celco

Secretario del Sindicato N° 1 denunció que documento que certifica negociación entre la celulosa y los pescadores sólo cuenta con 14 firmas. En tanto, el titular del Sindicato N° 2 aseguró que su gremio tampoco se ha sumado al convenio, que supone la entrega de US$ 8,9 millones para los trabajadores a cambio de permitir el EIA sobre la construcción de un ducto.


El acuerdo que supuestamente había alcanzado la empresa Celulosa Arauco y Constitución (Celco) con 99 pescadores de Mehuín, en la nueva Región de los Ríos, no tendría el respaldo de los gremios de trabajadores del mar.



Así lo denunció Jimmy Becerra, secretario del Sindicato de Trabajadores N° 1 de Mehuín, quien afirma que existen sólo 14 firmas registradas y que cuatro ni siquiera corresponden a habitantes de la zona, ya que fueron traídos desde otros lugares para "sumarlos" al acuerdo.



El sindicato en cuestión es uno de los tres con los que la celulosa habría firmado el acuerdo que contempla que los trabajadores permitan la realización del estudio de impacto ambiental (EIA) de Celco, para evaluar la factibilidad de construir un ducto submarino en la bahía que evacue los riles que actualmente se arrojan al río Cruces.



Como compensación, los pescadores recibirían en su conjunto US$ 8,9 millones.



Los otros dos gremios son el Sindicato de Trabajadores Independientes de Mehuín (N° 3) y el de Trabajadores Independientes y Buzos Mariscadores (N° 2).



Becerra, uno de los líderes de la oposición al ducto de la empresa forestal desde 1996, asegura que los supuestos acuerdos se realizaron a espaldas de los pescadores y que el presidente del sindicato, Carlos Salazar, no cuenta con el respaldo de la gente, ya que la posición de los afectados sigue firme: no aceptarán ningún estudio.



"Nosotros nunca hemos firmado esos acuerdos. Esto es un negocio que tiene Joaquín Vargas-líder del sindicato de trabajadores independientes de Mehuín- y al menos la gente que realmente trabaja en el mar no va a ir a firmar. En ningún caso vamos a transar con Celco", sentencia.



Según él, los firmantes fueron manipulados y no estaban enterados de las implicancias del acuerdo. Y ya están pagando las consecuencias: sus botes fueron sacados de la caleta y arrojados a la calle central de Mehuín. "Ellos ya fueron expulsados del sindicato y la gente no va a dejar que ni echen botes al agua, los ánimos están muy exaltados".



El acuerdo «fantasma»



Si para Becerra enterarse de que su directiva estaba firmando acuerdos sin el apoyo de sus representados fue una sorpresa, para Sergio Díaz, presidente del Sindicato N°2, fue insólito escuchar que su grupo también era parte del convenio. Él no tenía ni idea y tampoco sabe quién firmó el acuerdo.



Supo que era parte del convenio cuando, al revisar los documentos que le entregó Becerra, leyó en la página final del documento correspondiente al acuerdo del Sindicato número 3, que «se deja constancia, que este convenio de Colaboración y Asistencia Recíproca es igual a los que suscriben los Sindicatos N° 1 y Sindicato N° 2».



«Ahí no firmó nadie. Me enteré por el convenio. Y nosotros nos oponemos rotundamente, nunca hemos pretendido negociar ni nada por el estilo», explica el dirigente. En vista de lo sucedido, Díaz se encuentra estudiando la posibilidad de entablar acciones legales contra Celco, para aclarar este acuerdo «fantasma».



Cómo se destapó la olla



Bastante contrariado con un artículo del diario La Tercera donde se detallaba el acuerdo entre su sindicato y el de Trabajadores independientes de Mehuín con Celco, Becerra decidió averiguar cuáles eran los términos de éste.



Así, se trasladó a Valdivia con un grupo de pescadores y encaminaron sus pasos a la Notaría de Carmen Podlech, donde se firmó el convenio en cuestión.



Tras analizar los documentos descubrieron que sólo 14 personas habían firmado y cobrado sus cheques y que incluso cuatro no vivían en la zona, por lo que tomaron los papeles y se dirigieron hacia la Plaza de la República, donde los quemaron frente a la prensa.



El dirigente asegura que esto ha generado gran malestar en los pobladores y adelanta serios conflictos internos en el sindicato y en el pueblo, ya que los "que negociaron a nuestras espaldas deberán irse", señala.



Celco se ha enfrentado en la zona con una férrea oposición desde 1996 a la construcción del ducto de parte de pescadores y organizaciones ambientalistas.



Sin embargo, la compañía está obligada a cambiar el lugar de descarga de sus riles, luego que la Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) resolviera, en junio del año pasado, que no lo hiciera más en el río Cruces, debido a la muerte de cisnes de cuello negro registrada en el santuario de la naturaleza "Carlos Anwandter".

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