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Encuesta refleja desinformación de estudiantes sobre educación superior

Universidades Católica y de Chile lideran ampliamente el Barómetro de la Educación Superior, tanto en Santiago como en regiones. Sin embargo, el sondeo reflejó que el lugar donde se encuentra la casa de estudios determina la impresión que tiene la ciudadanía sobre su calidad, lo que reflejaría escasa información de los jóvenes.


En Chile, el 72% de los alumnos que egresan de la educación media tienen como objetivo ingresar a la universidad, pero en la práctica sólo la mitad de ellos lo logra. Ello explicaría las razones de la revolución pingüina de 2006 y reflejaría los patrones de la sociedad, que asocia el «éxito» sólo con la opción de seguir una carrera universitaria.

Este fenómeno también se traduce en la percepción de que el mercado de la educación superior está dominado por la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y la Universidad de Chile, transformando en prácticamente nulo el rol de otras casas de estudios o, incluso, de los institutos profesionales (IP) y los centros de formación técnica (CFT) .

Así lo muestran los resultados del Barómetro de la Educación Superior realizado por Mori (Market Opinion Research Internacional) y que esta vez se aplicó a estudiantes de primero a cuarto medio del país. La primera vez, en 2006, la medición se basó en las respuestas de los padres de alumnos de octavo básico a cuarto medio y este año se compararon los resultados entre ambas encuestas.

El análisis arrojó que la impresión sobre las mejores universidades a nivel nacional es prácticamente idéntica entre padres y educandos: los cinco primeros puestos los ocupan universidades del Consejo de Rectores, siendo lideradas por la PUC, seguida muy de cerca por la Universidad de Chile .

La diferencia entre los porcentajes de aceptación alcanzados por estas dos universidades y las demás es abismal. De una aprobación que supera el 72% en ambos casos, los siguientes cinco lugares fluctúan entre 15% y 18%. Y de ahí para abajo no superan el 8%, y corresponden en su mayoría a universidades privadas.

«Encontramos tres mercados, que son los que definen la conformación de lo que hoy tienen como visión de futuro los alumnos en este país», explica Marta Lagos, directora de Mori.

Ranking v/s lugar geográfico

Otro dato revelador apunta a que la evaluación de las universidades depende del lugar donde se ubica la institución. Y aunque la PUC y la Universidad de Chile mantienen su dominación del mercado tanto en Santiago como en regiones, los porcentajes de aprobación son mayores en la capital. Entre los santiaguinos, las universidades situadas en la capital tienen menciones mucho más altas. Por ejemplo, la Universidad de Santiago aumenta de 18% a nivel nacional a un tercio en Santiago (31% alumnos y 35% padres).

En el caso de las universidades privadas, la Andrés Bello pasa de 8% a 11%, de las Américas de 7% a 11% y Diego Portales (5% a 9%). Contrariamente, las universidades regionales caen en importancia.

El ranking en regiones es distinto: las cinco mejores universidades son distintas a las de Santiago, con excepción de la PUC y la Universidad de Chile.

Según la medición, esto refleja que no existe un mercado de la educación como tal, ya que la imagen de las universidades parece segmentada geográficamente más que por las características de sus planteles.

En suma, lo que arrojan estos datos es que el lugar donde se encuentra la casa de estudios, determina mucho más la apreciación que se tenga de ella.

Universidades privadas: desconocimiento absoluto

El resultado de la pregunta sobre las mejores universidades privadas -que se incorporó por primera vez este año-fue tajante: 42% de los alumnos encuestados no mencionaron ninguna, lo que confirma que «no penetran a nivel de la totalidad de la población, ya que son universidades extremadamente locales», explica Lagos.

En todo caso, los tres primeros lugares correspondieron a la Universidad Andrés Bello, Adolfo Ibáñez y Diego Portales, respectivamente.

Frente a la evaluación de las peores universidades privadas, a diferencia de los datos anteriores, aquí se observa una diferencia entre las opiniones de alumnos y padres, ya que son cuatro las casas de estudio que tienen una mención significativa entre los primeros y sólo dos en el caso de los segundos.

La peor evaluada por los estudiantes es la Universidad de las Américas, seguida por la Universidad Santo Tomás, la Universidad de Los Lagos y la Universidad del Mar.

Al igual que en la pregunta sobre las mejores universidades privadas, a la hora de evaluar las peores, la abstención es altísima: 51% de los alumnos no supo qué responder, frente a 65% de los padres, lo que explicaría las diferencias, ya que muestra un mayor conocimiento por parte de los últimos.

Además, confirma el desconocimiento mayoritario de la población de alumnos del país acerca de la calidad de los centros de estudios superiores, lo que influye directamente a la hora de elegir un establecimiento.

De esta forma, se cae en la cuenta de que existen graves falencias relacionadas con el tema de la transparencia y la información.

Institutos profesionales, los grandes ausentes

Otra triste realidad: 4 de cada 10 alumnos y padres no tiene conocimiento acerca de los institutos profesionales y no saben siquiera nombrar uno cuando se les pregunta sobre los cinco mejores, lo que expresa el monopolio de las universidades como concepto de «educación superior».

En este marco, el líder de estas entidades es Inacap, seguido bastante de lejos por DUOC, por lo que no se puede afirmar que para los consultados haya cinco mejores institutos profesionales, sino más bien un líder indiscutido con un seguidor lejano y tres competidores emergentes.

Y frente a la pregunta por los peores IP, una vez más hay un profundo desconocimiento. Cuatro de cada cinco entrevistados no saben responder, lo que no refleja la ausencia de negativos, sino más bien la ausencia de un mercado.

«Aquí no hay un mercado de la educación superior…este es un mercado donde se presenta un cuello de botella. Una persona que termina la educación secundaria tiene distintas opciones que le permiten acceder al mercado del trabajo, a través de la capacitación, los IP o las especializaciones. En Chile, en este momento, lo que estamos observando es que hay un solo camino», concluye la directora de Mori.

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