Entidad gubernamental debió ceder a requerimientos de la empresa. De lo contrario, el 31 de octubre cuando terminaba el contrato, el portal habría tenido serios problemas de funcionamiento, provocando un problema político a La Moneda y un largo juicio en tribunales. Este miércoles, las partes firmaron un acuerdo y la modernización del portal sigue adelante.
Igual que un especialista en explosivos, el presidente del Consejo de Defensa del Estado (CDE), Carlos Mackenney, desactivó este miércoles una compleja disputa legal entre el consorcio Sonda-Iconstruye y Chilecompra, que pudo haber tenido un negro final para los usuarios del portal y un nuevo foco de conflicto para el gobierno con la misma empresa ligada a los problemas del Transantiago.
En concreto, lo que sucedió es que el market place debió ceder a los términos impuestos por Sonda en la negociación, a sólo siete días de que comenzara formalmente el proceso de transición a la nueva plataforma tecnológica del Chilecompra 2.0, contemplado para el 1 de noviembre, es decir, la próxima semana.
El acuerdo implicó que Sonda terminara sus servicios una vez que las empresas ganadoras de la licitación para esta nueva fase -Synapsis, Everis, Microsoft y Atento- terminen el traspaso de información entre un software y otro. El tiempo y los montos, aún no están definidos.
«Este contrato (con el grupo Sonda-Iconstruye) se extenderá hasta la completa instalación de los distintos componentes del software, prevista para el próximo año», señaló Chilecompra en un comunicado.
Sin embargo, la historia -que revela El Mostrador.cl– va mucho más allá de este logro que dejó a ambas partes contentas y que seguirán trabajando para mejorar un sitio estrella del gobierno que mueve anualmente US$ 3.500 millones y cuenta con 79 mil proveedores.
¿Desinteligencia?
Todo comenzó hace algunos meses, cuando Chilecompra decidió que Sonda debía ampliar los servicios ingenieriles e informáticos. Sin embargo, la empresa estimó que la petición no se encontraba dentro de los términos de referencia de los contratos de licitación.
Hasta ahí, todo se desarrollaba con cierta normalidad, pero la temperatura de la negociación comenzaba a subir cada vez más de tono.
El contrato con la firma tenía como fecha de término el 31 de octubre, pero la Dirección de Compras y Contratación Pública (DCCP o Chilecompra), a través de un dictamen interno, decidió poner término anticipado el contrato para el 1 de septiembre.
En los hechos, la medida implicaba que Sonda-Iconstruye aparecía incumpliendo el contrato, lo que daba un cierto marco de holgura para presentar acciones legales.
Pero la firma endureció su posición, pero con ánimos de negociar. Fue así como entró el CDE, ya que el funcionamiento normal del portal de Chilecompra, que ha recibido premios nacionales y extranjeros por su gestión moderna, ágil y transparente, corría serio peligro.
Cuerda separada
Fuentes que conocieron de cerca los hechos, explicaron que Sonda no estaba dispuesta a seguir adelante la negociación ni a seguir prestando el servicio de plataforma digital si no se anulaba el dictamen de la DCCP. Aceptarlo, se indicó, era asumir una suerte de sanción que les traería problemas de imagen.
Paralelamente, el organismo encargado de defender los intereses del Fisco presentaba una medida precautoria ante el Vigésimo Juzgado Civil, para que la empresa ampliara sus servicios más allá de la fecha establecida y, de esta manera, mantener el sitio en funcionamiento mientras se continuaba la negociación.
Pero el tribunal rechazó la presentación, dejando en una desmejorada posición al market place para seguir operando.
La mesa para lograr un acuerdo estaba integrada por Mackenney, el abogado Luis Hubner por Sonda-Iconstruye y el profesional Francisco Pfeffer. Los días de octubre transcurrían y transcurrían.
La empresa dejó clara su postura: si no se levantaba el término anticipado del contrato, el 31 de octubre, dejaba de prestar el servicio. Una debacle de proporciones estaba ad-portas, ya que es a través de Chilecompras donde se realizan gran parte de las transacciones del Estado.
Por otro lado, la empresa asegura que Chilecompras mantiene una deuda en dinero. La contraparte señala que se trata de un problema en las fórmulas de cálculos de transacciones. Así, el escenario no era particularmente bueno para los intereses fiscales.
Y ahora, ¿quién podrá defendernos?
Tanto el estudio que representaba a Sonda-Iconstruye como el CDE tenían las demandas preparadas. La primera pidiendo indemnización, mientras que la segunda por incumplimiento del contrato. De hacerse efectivas, los juicios durarían por lo menos cinco años.
Tanto fuentes de Hacienda y el CDE reconocieron a este diario que finalmente la gestión de Mackenney logró que la DCCP dejara sin efecto el término anticipado del contrato y se lograra un acuerdo que salvó al gobierno de un nuevo problema.
Y como en un juego de poker, Chilecompras perdió la mano.
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Subsecretaría de Hacienda: Pudo existir problema, pero acuerdo lo evitó
