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UDI contiene ánimo triunfalista en la peor quincena para Sebastián Piñera

Difícil está resultando el deseo de los presidentes de RN y la UDI de evitar que la arremetida de Joaquín Lavín en la arena política no provoque divisiones en la derecha. Esto, porque resulta inevitable que unos y otros estén calculando el resultado de la estrategia del ex alcalde, en la cual a todas luces el perdedor es el abanderado de RN.


Apenas Joaquín Lavín pronunció la polémica frase en la que se declaró bacheletista-aliancista comenzó un terremoto en la Alianza por Chile, del que a estas alturas del debate sólo quedan las réplicas que pese a no ser demasiado estruendosas sí son constantes. Sobre todo desde el momento que, tras mucho pensarlo, la UDI decidió comenzar a dar muestras de respaldo hacia su ex abanderado, como la reunión que el viernes sostuvo el ex edil capitalino con un grupo de alcaldes del partido, lo que parece haberle inyectado nuevos ímpetus a Lavín.



Durante todo el proceso parlamentarios y analistas de la Alianza, incluso algunos desde mucho antes de la polémica frase, han venido observando el fenómeno que desató Lavín y evaluando su impacto. El resultado de este seguimiento es dispar en la UDI y en RN, más específicamente en el entorno piñerista, lo que hace pensar que las relaciones al interior de la derecha pueden tensionarse más de lo que los máximos dirigentes del sector han previsto.



En el actual escenario no es difícil de concluir que en Renovación Nacional ven, por razones obvias, los hechos en términos más pesimistas que entre sus aliados y, en cambio, en la UDI la mayoría cree que lo sucedido es bueno para el sector en general ya para el gremialismo en particular.



¿Quién pierde y quién gana?



Los integrantes de las directivas de ambos partidos son los más proclives a levantar la tesis de que la Alianza salió "fortalecida" con los hechos ocurridos estas últimas dos semanas y especialmente luego de la reunión de los presidentes de RN y la UDI, Carlos y Hernán Larraín, respectivamente, con el ministro del Interior, Belisario Velasco, pues -según sostienen- se logró "institucionalizar" el diálogo con La Moneda.



En este sentido, el vicepresidente gremialista Andrés Chadwick se aventura a señalar que pese al desconcierto que rondó en su sector, y sobre todo en RN, los primeros días post declaración de Lavín, la reunión de los timoneles con el titular de Interior fue una "reacción de la Alianza súper potente que muestra la solidez que tiene hoy día".



Además, precisó que lo "valioso" de la arremetida de Lavín "es que hizo un aporte importante en materia de generar acuerdos". Pero como corolario, a su juicio, fue la Alianza la que ganó con todo lo sucedido.



En general, en la UDI hay coincidencia en que la Alianza fue la gran triunfadora, pero también le dan un importante mérito a Lavín, a quien muchos parlamentarios y alcaldes gremialistas visualizan como el ganador, tal vez sin proponérselo -dicen- de este episodio, debido a la "sobrerreacción" de Sebastián Piñera.



"Esta pasada fue un traspié para Piñera, no ocasionado por Lavín, sino por él mismo", dice un parlamentario. Y aunque en la UDI evitan hacer una análisis tan drástico de los hechos para no provocar a sus aliados, existe una tendencia mayoritaria a ver al ex alcalde como el triunfador, por cuanto estiman que supo reposicionarse sin transar con su estilo ni con su forma de hacer política, la misma que ha venido mostrando desde que fue candidato presidencial por primera vez.



Una visión diferente tienen en RN, donde están convencidos de que todo lo sucedido es parte de una estrategia muy bien urdida por Lavín y su entorno. De hecho, una fuente piñerista expresó su convicción de que con el acuerdo entre la oposición y el gobierno, promovido por Lavín, Piñera quedó muy mal parado. El parlamentario estaba tan molesto que la definición que dio del episodio es irreproducible, pero retrata los términos en que el entorno del empresario evaluó los hechos.



Esto quedó aún más de manifiesto cuando Piñera se vio obligado a salir a defender lo que consideraba de su autoría, situación que contribuyó aún más a dejar en evidencia el malestar del empresario hacia Lavín.



Y aunque no lo expresan abiertamente, en el piñerismo tiene la certeza de que Piñera resultó a todas luces perjudicado con la maniobra del ex alcalde y de que lo hizo con toda la intención de hacerle una zancadilla en su carrera hacia La Moneda.



El escenario más pesimista



Quien abiertamente hace un análisis frío de los hechos ocurridos durante estos últimos 15 días es el experto del Instituto Libertad José Miguel Izquierdo. A su juicio, esta suma de episodios concluye en pérdida total para el sector.



Perdió la Alianza -dice-. Porque con la irrupción de Lavín la derecha perdió la continuidad de la estrategia que venía implementando hasta ahora. Izquierdo explica que en el actual escenario se frenó la estrategia de la Alianza de poner la racionalidad por sobre las subjetividad, que -a su juicio- es el fuerte de la Presidenta Michelle Bachelet.



Lavín "reditúa y revalora la dimensión subjetiva que es el salvavidas de Bachelet, lo que le provoca un gran daño a la Alianza", dice el experto. Lo que de alguna manera genera "el reposicionamiento del conflicto al interior de la Alianza y no del gobierno". En este contexto, Izquierdo estima que perdió la Alianza.



Por otra parte, advierte que los efectos de la arremetida de Lavín no van a desaparecer con facilidad, porque el "paraguas" del ex alcalde es la Comisión de Equidad del gobierno, aunque estima que el proceso de reposicionamiento de Lavín venía produciéndose desde antes de que se declarar bacheletista-aliancista.



En su opinión Lavín también pierde con todo lo sucedido, porque la posición de liderazgo que adoptó no será "rendidora" en el largo plazo, porque "lo que está proponiendo es una forma de pactar, asumiendo la agenda del otro (el gobierno)".



Izquierdo hace un diagnóstico lapidario de la avanzada de Lavín: "Su ganancia es que se reposicionó, lo malo es que lo hace como operador oficialista, lo que es una figura rara", por lo que estima que va a ser difícil para la UDI sobrellevar esta situación.



José Miguel Izquierdo reconoce que este es "un problema" para Piñera, pero precisa que tanto el empresario como la propia Alianza "sufren" con la estrategia de Lavín.



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