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Vuskovic: «Chile es el paradigma del nivel de concentración del mercado»

Presidente de Conupia participó en la Cumbre de los Pueblos, donde una de las conclusiones fue que el país no tiene políticas eficientes para un sector que, de paso, arrastra una sostenida caída en sus ventas. »Si el Estado no entra en ese tema que tienen que ver con un modelo de desarrollo, estamos hasta las masas».


Como ex presidente de la Confederación Nacional de la Micros, Pequeñas y Medianas Empresa (Conapyme) y actual titular de la Confederación Nacional Unida de la Micro, Pequeña y Mediana Industria, Artesanado y Servicio de Chile (Conupia), Iván Vuskovic sabe dónde le aprieta el zapato a su gremio. Y sobre todo cuáles son los riesgos reales que enfrentan de cara a la constante baja de su participación en las ventas totales del mercado.



No es menor que desde 1990 hasta la fecha dicha participación haya caído 15 puntos -de 35% a 20%- sobre todo si se toma en cuenta que precisamente el sector de la micro, pequeña y mediana empresa (Mipyme) es el encargado de dar 80% del trabajo a nivel nacional.



En este escenario, y aprovechando la instancia de diálogo y debate propiciada por la Cumbre por la Amistad e Integración de los Pueblos Iberoamericanos, paralela a la Cumbre Iberoamericana, el doctor en economía participó de un seminario relacionado con la realidad de esta área.



Dirigentes de Bolivia y Venezuela, así como representantes de la Asociación Latinoamericana de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Alampyme) y profesores de la Facultad de Economía y Negocios de la Facultad de Chile dialogaron e intercambiaron experiencias, sacando diversas conclusiones sobre las principales problemáticas que aquejan al sector y las fórmulas que se ha instaurado en cada país para ampararlo. Pero las conclusiones en torno a Chile no fueron las más optimistas.



¿Cuál fue el resultado de la evaluación que realizaron?
-En general en América Latina ocurre el mismo fenómeno en todas partes, porque existen mercados muy monopolizados. Pero tal vez Chile sea el paradigma del nivel de concentración de las actividades. En base a este escenario, se revisó qué se estaba haciendo para alivianar la carga para las pequeñas empresas. En el caso nacional, tenemos unas directrices de trabajo para PYME que van sobre todo en mejorar el entorno de los negocios, y también existe cierta ayuda en financiamiento y capacitación, pero sin un mayor compromiso conceptual desde el Estado para que esto pueda funcionar.



Entonces, la realidad es muy distinta a lo que pasa en Venezuela y en Bolivia, donde hay una concepción de estrategia económica que pone en el centro a la pequeña empresa. La gran empresa en esos países se cuida solita y el Estado hace el esfuerzo de que la que progrese sea la pequeña, dándole financiamiento, capacitación, pero manteniéndola como el eje central de la política económica.



Como aquí no pasa eso, el principal problema que tenemos es de mercado, ya que la gente no logra vender, y con la política de entorno actual no se logrará nada relevante para mejorar sustantivamente la situación de los pequeños empresarios en el país, porque la economía está muy monopolizada.



¿Y cómo se vive esta situación?
-Esto se grafica en que, por ejemplo, si eres proveedor de una de las dos cadenas más importantes de supermercado o una de las tres cadenas de retail, de las confecciones, eres exfoliado por ellas. Lo mismo sucede con las farmacias: tres cadenas se ponen de acuerdo y manejan el 90%. Entonces nos preguntamos ¿qué posibilidades hay de que los pequeños hagan algo y vendan? Sólo a través de estas cadenas, pero tienen condiciones leoninas.



Entonces, lo que el Gobierno está haciendo ahora no va al centro del problema, que es que la economía está tan concentrada que no tienes cómo vender. Hay una política que inconscientemente -que no sé si es tan inconsciente- nos lleva a potenciar la mayor concentración, lo que labra un camino que se dirige inevitablemente al fracaso y va a terminar en una explosión. Si ya el nivel de salario es malo, imagínate en 10 años más con este nivel de caída en las ventas. Y si el Estado no entra en ese tema que tienen que ver con un modelo de desarrollo, de concepción política, estamos hasta las masas.



¿Y de qué forma enfrentan este dilema en Bolivia y Venezuela?
-En estos países están haciendo políticas alternativas. En Venezuela, por ejemplo existen las cadenas privadas de alimentos, pero también hay una distribución sobre la base de una cadena que es estatal que le compra sólo a pequeños productores. Esta cadena tiene gran cantidad de supermercados y le hacen competencia a los privados.



El caso de Bolivia es aún más interesante, porque no tienen las lucas de Venezuela, pero tienen restricciones como las de las compras públicas, ya que para poder acceder a ellas tienes que ser pequeño. Otra diferencia es que Evo Morales ha incluido en su Gobierno a dirigentes gremiales, porque sabe que los idóneos para cargos relacionados con PYME son justamente los que conocen el tema.



Se puede ver que están haciendo cosas súper importantes y concretas para mejorar la situación de los pequeños. Y esto tiene que ver claramente con una voluntad política y una concepción distinta. Aquí, la política es que el mercado decida y que se queden los que sean competitivos y logren subsistir.



¿Entonces, cómo habría que encarar la problemática situación que viven las PYME en Chile?

– La única salida es tomar medidas como las que han adoptado Bolivia y Venezuela, pero en Chile tenemos el prurito de que es una economía de libre mercado y que todo lo debiera regular la "mano invisible", pero aquí la mano está haciendo lo que está haciendo y si no le tiramos la ventana y le pillamos los dedos lo que va a pasar es que, si esta caída no se detiene, este 80% de gente que tiene trabajo en la PYME a la vuelta de unos 10 o 15 años, no va a tener trabajo. ¿Y qué vamos a hacer con 80% de gente sin trabajo? ¿Qué país es ese?



¿Y qué rol tienen los TLC en el problema?
-El gran tema son las importaciones chinas, pero es un fenómeno que estaba desde antes que empezara este proceso. Entonces, técnicamente no nos influyen ni para bien ni para mal, no es el problema principal nuestro. Primero está el problema del mercado, segundo el acceso al crédito, a la capacitación y tal vez la competencia desleal de los chinos este como en el séptimo lugar.



¿Qué pasa con la oportunidad exportadora que supuestamente abren los TLC?
-Es cierto que te dicen que si no puedes vender en Chile, vendas para afuera. El problema es que hoy la participación de las Mipyme no sobrepasa el 4% en el total de las exportaciones, entonces habría que inyectar muchos recursos del Estado a programas que permitan que pequeños productores exporten. Pero eso va en contra de lo que está haciendo el Gobierno, porque el presupuesto de Prochile en vez de crecer, disminuye. Entonces, quien ayuda a los pequeños a exportar: nadie.



¿En el marco de lo discutido en la Cumbre de los Pueblos, qué opina de las gestiones de Hugo Chávez y Evo Morales?
-Tengo la mejor opinión, creo que están haciendo un experimento que ojalá puedan terminar bien. Creo que hay mucha oposición, tanto interna como externa, y eso tiene que ver con los cambios profundos que están realizando.



¿Y su fórmula política y económica debería ser la guía para los demás países?
-No sé si es el camino para todo, no creo que haya recetas únicas, pero creo que es un camino que están desbrozando y que hay que mirar con interés, por lo menos para nosotros los pequeños es una alternativa importante.

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