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Alianza da un portazo a llamado de Lavín por un acuerdo en Transantiago

En la oposición estiman que la única fórmula para que el gobierno acepte corregir tanto el diseño como la implementación del sistema de transportes es negarle los recursos que está solicitando. De existir algún tipo de pacto, advierten, sólo podría ser después de rechazar los dineros en el Congreso. Antes de eso, nada.


Sorpresa causaron el miércoles las declaraciones de Joaquín Lavín llamando a la Alianza por Chile a allanarse a un acuerdo en materia de Transantiago, el mismo que fue descartado de plano por los máximos dirigentes de la oposición Carlos Larraín (RN) y Hernán Larraín (UDI), señalando que su planteamiento es «extemporáneo» y que la única fórmula realista es no darle más recursos a un sistema que fracasó.



«Por qué no llegamos a un gran acuerdo. Qué se necesita para arreglar de verdad el Transantiago, cuánto tiempo y plata se necesita y lo hacemos. Creo que este espíritu que se ha visto en educación, que se va a ver en el próximo acuerdo en seguridad, también hagámoslo valer para un tema tan relevante para los chilenos, como el Transantiago», instó.



Pese a que las palabras del ex alcalde de Santiago produjeron un ambiente de optimismo en el gobierno, en la derecha no sólo causaron sorpresa, sino que fueron rechazadas por los parlamentarios y dirigentes del sector.



En esta línea, el timonel de la UDI señaló que un acuerdo en esta materia «es una cuestión tardía. Una vez que se produjo el colapso del Transantiago, nosotros hicimos todo lo posible para que el gobierno revirtiera su posición, que volviera a los recorridos antiguos, que pusiera más micros, que mejorara las frecuencias, ¡Que hiciera lo que había que hacer! Pero han estado empecinados en llevar adelante el mismo Transantiago lleno de parches».



Ello porque, a su juicio, los problemas suscitados en el nuevo sistema de transporte público no sólo son de implementación, sino también de diseño «y la única forma que hemos creído útil para obligar al gobierno a revertir su posición es rechazándole los recursos. Porque eso va a obligar a que el ministro Cortázar venga, en diciembre, con un proyecto de ley que vamos a estudiar, para lograr un rediseño del Transantiago. Esa es la manera que tenemos, en el ámbito legislativo, para lograr revertir esta situación y llegar a algún acuerdo que permita sacar adelante el Transantiago».



Concretamente, respecto del llamado de Lavín, Larraín fue categórico: «Yo creo que, quizás, no ha estado (Lavín) muy metido en todo lo que hemos venido haciendo en esta materia y por eso su planteamiento es un poco extemporáneo».



Bajo similar argumento, el presidente de RN, Carlos Larraín, advirtió que la propuesta de Lavín llegó a destiempo, por cuanto «lo que se necesita es que se le ponga cabeza al Transantiago», pues éste es «un programa del gobierno que ya está muy avanzado en su ejecución y no se arregla sólo con buena voluntad».



En opinión del timonel de RN, a estas alturas lo único que se puede hacer el «deshacer lo hecho», ya que los recursos inyectados al Transantiago «no han producido el resultado esperado», por lo que puntualizó que «si le quieren seguir echando plata, que lo haga la izquierda sin los votos de la Alianza».



Utilización electoral



En una actitud un poco más conciliadora, el jefe del comité de senadores de RN, José García Ruminot, señaló que «no hay ningún inconveniente en llegar a acuerdo», pero advirtió que para ello «el gobierno tiene que ser más modesto, menos prepotente, más abierto a dialogar, más abierto a entregar toda la información que tiene y no solamente recurrir a la Alianza cuando se ve desesperado porque sus propios parlamentarios le quitan el piso».



Incluso llegó a plantear que el acuerdo del que habla Lavín podría pasar por aprobar una parte de los recursos «para que puedan trabajar los meses de enero, febrero y marzo y, en el intertanto, discutir en otra ley los recursos que falten para terminar el año 2008 y saber si también se van a necesitar recursos para el 2009».



García Ruminot agregó que el gobierno debe transparentar la «nebulosa» que, a su juicio, existe respecto de los recursos que se requieren para el Transantiago, poniendo «todas las cartas sobre la mesa». Ello, porque «mi temor personal es que el gobierno no quiere subir la tarifa del Transantiago durante el año 2008 porque es año electoral y lo mismo el 2009 y no van a tener inconveniente en gatillar el aumento de tarifas a comienzos del 2010, que ya no es año electoral. Entonces, de una vez por todas, que le digan la verdad al Congreso y a todos los chilenos».



Mientras tanto, el ministro de Transportes, René Cortázar, valoró las palabras de Lavín. En este sentido, hizo ver que «durante todos estos meses hemos buscado acuerdos amplios y hemos buscado la colaboración de todos para enfrentar la crisis y para construir el sistema de transporte público eficaz y digno a que las personas tienen derecho».



«Lavín está siendo utilizado»



Paralelamente a las reacciones en torno al llamado de Lavín, desde la oficina de la Segpres en la Cámara, se distribuyó a los diputados de derecha una hoja con los dichos del ex alcalde de Santiago, lo que provocó la ira de los legisladores que vieron en ello un nuevo acto de «intervención» del gobierno.



Por esta razón, el jefe de la bancada de RN, Mario Bertolino, reaccionó con la máxima dureza, acusando al Ejecutivo de utilizar a Joaquín Lavín políticamente.



«Creemos que no corresponde, que es una intromisión. Más aún cuando se nos manda declaraciones de Joaquín Lavín, quien está siendo utilizado por el gobierno, con fines políticos que le convienen al gobierno», advirtió Bertolino.



Añadió que mientras la Alianza «quiere velar por el buen uso de los recursos de todos los chilenos (Â…) y acá se nos envía una nota, donde Joaquín Lavín llama a buscar un gran acuerdo para el Transantiago. Lamentamos que él no haya estado en las discusiones». Concluyó que lo sucedido es una «intervención a la que el gobierno está acostumbrado».



«Se equivocó la Presidenta»



En tanto, para el presidente de la UDI tampoco pasaron inadvertidas las palabras de la Presidenta Michelle Bachelet, quien planteó la posibilidad de llegar a un acuerdo similar al alcanzado en educación, pero en materia electoral.



A juicio de Hernán Larraín, «se equivocó la Presidenta, medio a medio. Porque los acuerdos que nosotros hemos promovido tienen sentido solamente cuando se trata de temas de interés nacional, que a la gente le preocupan, y que la Concertación no ha podido resolver. Ahí hemos creído útil participar y proponer fórmulas, como lo hemos hechos en Educación».



No obstante ello, se cerró de plano a participar en un acuerdo que confluya en cerrar situaciones políticas pendientes.



«Preocuparnos de resolver los problemas de la clase política, me parece que no forma parte de las prioridades de un acuerdo nacional. Aquí la Presidenta se equivocó, no entendió el sentido de los acuerdos y, ciertamente, para eso no estamos disponibles», señaló. Así cerró cualquier posibilidad de llegar a un acuerdo en materia política.

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