Diputados colorines que se plegaron a la Alianza para reducir drásticamente los $ 76 mil millones del plan de transportes defendieron voto y culparon a ministros que amenazaron con menores recursos para regiones y alzas en las tarifas. En la DC la molestia era total, mientras que socialistas anunciaron que no apoyarán a Alejandra Sepúlveda para la testera de la Cámara.
«¡Váyanse a la derecha!». Con este tipo de frases fueron recibidos la mañana de este jueves los cinco diputados de la Democracia Cristiana (DC), del sector colorín, que en la madrugada se alinearon con la derecha para rebajar a sólo $ 1.000 el presupuesto del próximo año para el plan Transantiago.
Ya al comienzo del debate presupuestario en la Cámara, que se inició el miércoles y se extendió hasta altas horas de la madrugada, se advertía que el ánimo para apoyar varias de las partidas vinculadas al polémico plan de transportes no era el de los mejores.
De hecho, a media tarde los diputados, en una votación transversal, rechazaron la posibilidad de vincular los recursos del Transantiago a proyectos regionales de la también cuestionada Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE).
Sin embargo, fue sólo al final de la extenuante jornada cuando se entró a discutir de lleno la partida de los $ 76 mil millones que el gobierno está solicitando para mantener en funcionamiento el sistema de locomoción pública, evitando de esta manera un alza en las tarifas.
Si bien la Alianza por Chile ya había anticipado su rechazo, al igual que el líder del sector colorín de la DC, el senador Adolfo Zaldívar, el gobierno aún abrigaba esperanzas de que se aprobaran los recursos.
Craso error, porque a los votos de la oposición se sumaron los DC Eduardo Díaz, Gabriel Ascencio, Alejandra Sepúlveda, Carlos Olivares y Jaime Mulet, además del independiente Esteban Valenzuela (ex PPD y actual Chileprimero).
El ministro de Transportes, René Cortázar, lamentó la decisión de los diputados, por cuanto, dijo, los recursos son para mejorar el servicio de transporte público de Santiago, aunque de todas maneras anunció que repondrá el tema en el Senado.
Quiebre colorín
La decisión anticipa una dura escisión al interior de la DC, pues trae a la memoria la decisión de la mesa de Soledad Alvear de llevar al Tribunal Supremo al mismo senador Zaldívar, luego de que a mediados de año rechazara los US$ 290 millones para el plan.
Sin embargo, en sus efectos inmediatos el diputado Sergio Ojeda, quien forma parte del sector colorín, se manifestó en duros términos contra quienes se opusieron a los recursos, asegurando que finalmente se había impuesto "el sectarismo y la ceguera política".
«Lamento que no hayan estado junto a nosotros en esta vital y decisiva instancia política. Debimos estar juntos y unidos porque hay que apoyar las políticas de gobierno y sobre todo en esta situación tan complicada», sostuvo.
Agregó que "desgraciadamente, no fue así y se perdió la oportunidad de reforzar el funcionamiento del sistema de transporte, que tantos dolores de cabeza nos ha provocado».
Sin embargo, Ascencio defendió su postura y responsabilizó directamente a los ministros de Hacienda, Andrés Velasco, y de Obras Públicas, Eduardo Bitran. «Aún espero que aquellos que han llevado al gobierno y a nuestra coalición al peor desastre imaginable, asuman su responsabilidad, lo que no han querido hacer desde febrero", dijo una declaración.
El diputado valoró la actitud de los titulares del Interior, Belisario Velasco, y de Transportes, René Cortázar, quienes han dado «la cara por responsabilidades de otros, ha trabajado día y noche por intentar reparar lo inarreglable. Qué diferencia entre unos y otros».
El legislador acusó que también fueron chantajeados con amenazas de alzas de tarifas o con los recursos para regiones. «A diferencia de lo que algunos quieren interpretar, mi voto de ayer tiene un profundo sentido concertacionista, pues nuestra primera responsabilidad, es preocuparnos de la suerte de los mas desposeídos, en ente caso de los cinco millones de santiaguinos que algunos irresponsables humillaron con su ineptitud», indicó.
«Muy distinta a la conducta de quienes, solo 24 horas antes, alzaban sus manos, en señal de júbilo, por haberle regalado la privatización de la educación a la derecha y a los empresarios que ellos defienden, por cierto en contra de los estudiantes mas pobres que, al igual que los santiaguinos que sufren y los chilotes que esperan, seguirán siendo mi principal preocupación», precisó.
Críticas socialistas
Por su parte, los senadores socialistas Carlos Ominami y Jaime Gazmuri reconocieron que tras la votación en la Cámara, se ha creado una situación extremadamente compleja que sería difícil de revertir en el Senado.
"Este escenario puede provocar situaciones muy difíciles en la ya muy difícil situación del Transantiago y yo espero que tengamos las posibilidades de revertir en el Senado. En todo caso, el asunto no se advierte sencillo", aseveró Ominami
Consultado si se trata de una traición la actitud de los diputados colorines, Ominami respondió que "creemos que es una actitud que no se condice con la condición de parlamentarios de gobierno y desde ese punto de vista esos diputados van a tener que hacer un ejercicio muy serio respecto de sus comportamiento».
«Efectivamente no se puede poner al gobierno en una condición tan delicada, violentando lo que las propias Cámaras habían aprobado en el curso del año que era darle una oportunidad a Cortazar de sacar adelante su plan de aquí al 31 diciembre y con estro lo que se está haciendo es ponerle una bomba a Cortázar», sostuvo.
Por su parte, Gazmuri consideró "está más sensato (Joaquín) Lavín que algunos de nuestros colegas de la Concertación, eso es un problema, pero en fin vamos a trabajar para cambiar las cosas en el Senado".
"¿Que quiere Mulet? Que suban las tarifas en Santiago, que colapse el sistema de transporte público, eso es lo que tiene que responder Mulet. Ahora sus pleitos, sus pequeñas querellas políticas son otra historia, Aquí hay demasiadas cosas en juego como para permitirse irresponsabilidades", subrayó Gazmuri.
Reconoció que no es fácil la votación en el Senado sobre esta materia por lo que dijo "apelo a que prime la sensatez, porque este es un tema de sensatez y responsabilidad política elemental, no con el gobierno solamente, sino con los millones santiaguinos que están sufriendo por el Transantiago, no podemos añadir a ello más sufrimiento.
Ominami puntualizó que "habrá que ver si efectivamente las declaraciones de Joaquín Lavín tienen algún tipo de consecuencia positiva en la bancada de Senadores, particularmente en la UDI. Eso puede ser un factor que pudiera estar presente, aunque desgraciadamente pareciera ser que no tuvo ninguna consecuencia en la votación de anoche».
Dardos contra Sepúlveda
En tanto, su rechazo a aprobar la candidatura a la Presidencia de la Cámara de la diputada Alejandra Sepúlveda -quien por acuerdo en el oficialismo debería asumir el cargo el próximo año-, anunció el parlamentario Fidel Espinoza (PS).
El diputado aseguró que el rechazo de la parlamentaria a aprobar el Presupuesto para el Transantiago demuestra que «no da garantías para asumir un cargo de esa responsabilidad».
«Alejandra no ha dado ninguna garantía que le permita asumir como Presidenta de la Cámara de Diputados. Con esta actitud absolutamente ajena a los principios que debe tener la persona que preside la Cámara, jamás daría mi voto para que se convirtiera en Presidenta de la Cámara. Su actitud no puede quedar en el olvido», dijo el diputado Espinoza.
Espinoza agregó que al alinearse con la derecha la diputada DC hipotecó su opción de encabezar la corporación. «Seremos muchos los parlamentarios que no vamos a votar por Alejandra Sepúlveda, porque ella formó parte de una operación para traicionar la historia de la Concertación», agregó.
El diputado socialista, además, desestimó que exista una voluntad real de la oposición para llegar a acuerdos. «Esto también demostró que lo de Lavín no es más que un discurso sin sustento. A media tarde dice que está dispuesto a generar un acuerdo para solucionar los problemas del Transantiago y todos sus diputados votan en contra. Su discurso es una burla para la ciudadanía», finalizó.
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