Publicidad

Defrauda nivel de inversión de China en América Latina, según expertos

Aunque el envío de capital desde Pekín se ha quedado atrás de lo esperado, no ha ocurrido lo mismo con el comercio.


La inversión de China en América Latina crece a un ritmo mucho menor que el previsto hace unos años, cuando se auguraba una entrada masiva de yuanes, según constataron algunos expertos y diplomáticos.



En 2006, la inversión china en la región ascendió a 7.800 millones de dólares, según datos del Gobierno chino, frente a los 52.600 millones de capital privado total que entraron en América Latina, de acuerdo con datos del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, en inglés).



«La inversión la hacen las empresas, puramente en base a motivos comerciales, cuando prevén rendimientos razonables. Es una decisión difícil para las compañías, y puede que lleve tiempo», dijo el embajador de China en Washington, Zhou Wenzhong, en una conferencia.



En 2004, el presidente del país asiático, Hu Jintao, pasó dos semanas en América Latina, y durante esa gira se habló de un alud de inversión de su país en puertos y otras infraestructuras para garantizarse un suministro confiable de materias primas.



Hay algunos proyectos conjuntos en marcha, como la construcción de una nueva acería por parte de la compañía brasileña Vale do Río Doce y la china Baosteel, con un costo total de 5.500 millones de dólares, según apuntó en la conferencia Hiroshi Toyoda, experto en Asia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).



Pero mega-inversiones como ésta son la excepción y no la regla. El flujo ingente de inversión de China que algunos pronosticaron «no está ocurriendo», dijo el embajador de Chile en Washington, Mariano Fernández.



Aunque el envío de capital desde Pekín se ha quedado atrás de lo esperado, no ha ocurrido lo mismo con el comercio.



El volumen de negocio entre China y América Latina pasó de 2.900 millones de dólares en 1990 a 70.000 millones en 2006, según Jack Garrity, director ejecutivo de la «Asia Society», una de las asociaciones que organizaron la conferencia.



Este salto espectacular ha ocasionado problemas, pues países como México se han espantado de la entrada masiva en su mercado de productos con la etiqueta «hecho en China», al tiempo que el gigante asiático ha desplazado en Estados Unidos a bienes latinoamericanos, como la ropa.



Wenzhong afirmó que su país «se toma muy en serio esas preocupaciones» y dijo creer que es posible resolver los problemas «a través de negociaciones».



En todo caso, recalcó que «en algunos sectores, la competición y la fricción entre nosotros es prácticamente inevitable».



En la conferencia, también organizada por el Consejo de las Américas, una asociación empresarial, Fernández instó a sus vecinos latinoamericanos a ver a Asia como una oportunidad de negocio, más que como una amenaza.



Para aumentar su presencia en el Lejano Oriente la región deberá superar obstáculos «importantes», según Fernández, entre los que citó la falta de vuelos directos a Asia y las diferencias en la cultura de negocios.



Los asiáticos «son poco flexibles, nosotros somos excesivamente flexibles», citó, como ejemplo.



Chile está en una situación particular, al gozar de un superávit «claro» con Asia y tener más experiencia con esa región en el marco del Foro Económico Asia-Pacífico (APEC).



Chile ha negociado acuerdos de libre comercio con Corea del Sur, Japón y China, empresas que «no fueron fáciles», recalcó el embajador, en parte por las disparidades culturales.



«Tenemos que hacer algo, porque si no, América Latina sólo venderá materias primas a Asia», recalcó el diplomático.



Entre la audiencia no había otros embajadores latinoamericanos para recibir el mensaje.



EFE

Publicidad

Tendencias