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Desigualdad gatilla preocupante baja en apoyo a la democracia en Chile

Respaldo al sistema democrático registró un descenso de diez puntos, del 56% a 46%. Por el contrario, quienes se declaran partidarios del autoritarismo pasaron de 13% a 21%. Informe da cuenta de un descontento generalizado por las desigualdades sociales y deseos de contar con un Estado más protector, que haga frente al neoliberalismo extremo.


Una preocupante baja experimentó el apoyo de la democracia en Chile, al pasar del 56 al 46% entre 2006 y 2007, según los resultados de la encuesta «Latinobarómetro», dada a conocer este viernes en Santiago por la organización del mismo nombre.



Por contrapartida, aumentó la cantidad de personas a favor del autoritarismo, desde 13 a 21%, lo que a juicio de la directora del organismo, Marta Lagos, refleja la polarización política existente, la mala distribución del ingreso y la ausencia de movilidad social.



«En Chile tu destino sigue dependiendo principalmente del lugar donde naces», aseveró.



A nivel regional, el informe señala que el apoyo a la democracia en América Latina muestra una caída de cuatro puntos, de 58% en 2006 a 54% en 2007.



Esta situación no se ajusta a la creencia de que la ola de elecciones y la bonanza económica producirían más apoyo a ese sistema de gobierno, sostiene el documento.



La muestra que abarcó este año 20.212 entrevistas en 18 países de la región, realizadas entre el 7 de septiembre y el 9 de octubre, consigna que el apoyo a la democracia aumentó solo en cinco países: Ecuador, Costa Rica, Panamá, Nicaragua y Bolivia .



La lista de las naciones con mayor adhesión a la democracia la encabeza Costa Rica con un 83 por ciento y le siguen Uruguay (75%), Bolivia y Venezuela (67%) y Ecuador (65%).



En el lado opuesto se sitúan Guatemala (32%), Paraguay (33%), Honduras y El Salvador, ambos con un 38% de apoyo a la democracia.



«En esta década los latinoamericanos se han vuelto más defensores de sus derechos, más educados, más auto expresivos, más ricos y, por ende, menos satisfechos con los frutos del desarrollo y del crecimiento», dijo Lagos.



La analista agregó que a medida que pasa el tiempo, «las expectativas crecen y las respuestas no son nunca suficientes para cumplirlas. Lo que era suficiente ayer, no lo es hoy», subrayó.



«Después de cuatro años de crecimiento, la gente quiere ver que su trozo de torta es más grande», recalcó.



Estado más protector



El informe también detectó que pese a la sensación de mayor crecimiento y bienestar en la región, subsisten y se acrecientan las dudas sobre las bondades de la economía de mercado y hay un aumento de la demanda por más Estado.



De esta manera, las cifras muestran una caída de siete puntos en las opiniones a favor de la afirmación de que «la economía de mercado es lo mejor para el país», al comparar el 2007 con el 2002.



En Chile la aprobación a este modelo es del 46%, en Colombia 74%, Brasil 58% , México 69% , Argentina 39% y Guatemala 34%.



Respecto a la frase «la economía de mercado es el único sistema para ser desarrollado», también hay un descenso regional de 17 puntos, desde un 63 a un 47% entre 2002 y 2007.



En paralelo, los latinoamericanos siguen creyendo en la importancia de la empresa privada y aumentó el porcentaje de quienes consideran que las privatizaciones han sido beneficiosas para sus países.



Pero, al mismo tiempo, se elevó el número de personas que sostiene que el Estado puede resolver todos los problemas; las cifras revelan que entre 2005 y 2007, los partidarios de un mayor rol para el Estado subieron del 29 al 39 por ciento.



Desigualdad



Al analizar el fenómeno, el informe deduce que es probable que este cambio es producto de que los latinoamericanos perciben que el fruto del progreso económico no llega a todos, y que es la mano del Estado la que hace mejor la función de extender el desarrollo a los ciudadanos.



«Hay desilusión respecto de la economía de mercado, pero más que socialismo, se requiere una justa distribución del ingreso y que el Estado brinde mayor protección social», señala el documento, que agrega que no comparten esta desilusión por el mercado ni México ni Brasil, las economías más grandes de la región.



El crecimiento no trae complacencia, sino frustración», recalcó Marta Lagos y añadió que Latinoamérica, pese a los avances en la reducción de la pobreza y la indigencia, sigue siendo una de las regiones del mundo con mayor desigualdad.



Recalcó que la encuesta no muestra un deseo de cambios en el sistema económico que mayoritariamente se aplica en la región, sino que se espera un Estado más protector.





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Vea el informe (En PDF)

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