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Inminente reapertura de planta Licancel tras resolución de Corema regional

Tras salvar prácticamente todas las restricciones que autoridades sectoriales habían impuesto, el jueves la Corema del Maule dio otra señal para la próxima reapertura. Pese a ello, la directora de la entidad ambiental, Mónica Rivera, se refiere al débil amparo legal que posee el organismo y que la obligan a buscar respaldo en otras entidades.


A un paso de reabrir se encuentra la planta de celulosa Licancel, de la Región del Maule, luego de cuatro meses de mantener la producción estancada a raíz del desastre ecológico que provocó en junio pasado tras verter residuos industriales líquidos en el río Mataquito, causando la muerte de miles de peces.



Debido a que las restricciones sectoriales que debía zanjar la empresa prácticamente han desaparecido, tendencia que se confirma con la resolución entregada el jueves por la Corema del Maule, que, tras una reunión de poco más de una hora, resolvió dar el visto bueno al aumento de producción y al plan de abandono planteado por la más pequeña de las celulosas Arauco.



El aumento de producción de la planta se refiere a la aclaración que se le solicitó a la empresa sobre cómo llegó a producir las 140 mil toneladas anuales que actualmente genera. Y el plan de abandono, se refiere al reemplazo de la laguna de tratamiento antigua por un nuevo sistema,



«La empresa tiene que cumplir con todas las autorizaciones necesarias, ha ido despejando cada una de ellas y hoy día en términos generales debería solucionarlo a la brevedad con las obras que involucran el ducto difusor con la Dirección General de Aguas (DGA), que está en construcción pero que requiere recepción oficial del organismo. Estando eso y levantando judicialmente la prohibición de funcionamiento, la empresa puede partirÂ… queda en el ámbito de responsabilidad de la empresa iniciar la producción", explicó el intendente Alexis Sepúlveda.



Tareas pendientes



En todo caso, aún hay ciertas exigencias que deben garantizar para iniciar su producción y que, según explica Andrés Morán, subgerente corporativo de la planta, son "muy pequeñas", como la entrega de un plan de 17 puntos que solicitó la Seremi de Salud al momento de alzar la prohibición de funcionamiento -el 22 de octubre pasado. Incluye planes de emergencia, de manejo y de contención de inestabilidades dentro de la planta.



«Estamos trabajando en eso y estaríamos en condiciones de entregarlos a la autoridad para su aprobación la próxima semana, alrededor del 20 de noviembre", asegura Morán.



La segunda tarea es la recepción de las obras complementarias de los ductos por parte de la Dirección General de Aguas (DGA) ya mencionadas, que ha juicio de la misma autoridad no es un trámite que condicione la reapertura, ya que todas las obras que debía autorizar ya están aprobadas y esto corresponde más que nada a una formalidad.



"Esos ductos ya están casi terminados y en los próximos días u horas vamos a realizar comunicación formal a la autoridad para que pueda recibir esa obra", asegura.



En este escenario, la reapertura de la planta es inminente. Pero lo que aún no ha sido revocada, es a la prohibición de pesca, extracción y consumo de los productos del río, que tiene de brazos cruzados a los pescadores de la zona.



La directora de la Corema regional, Mónica Rivera, señala que "para mí, como autoridad ambiental, es impresentable que ellos funcionen mientras se mantengan las restricciones al río. La producción de celulosa sÍ puede realizarse, pero los pescadores no pueden pescar".



"No tengo norma que me respalde"



La ingeniero civil químico hace hincapié en que la más pequeña de las celulosas Arauco y Constitución debe garantizar la realización de monitoreo biológico semanal-, siguiendo la resolución dictada por dos servicios sectoriales que lo solicitan, la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) y de la Seremi de Salud del Maule, que garantiza la inocuidad del ril.



Asegura que "la empresa va avanzando paulatinamente hacia la reapertura, pero le faltan escenarios complejos. El tema es que como en la Conama tenemos pocas atribuciones, todos los hallazgos están en los servicios sectoriales. Por ejemplo, la Seremi les pide garanticen pureza de sus insumos, ya que en algunas muestras del río apareció mercurio. En este caso tiene amplias atribuciones, con respaldo en el código sanitario, para la protección de la salud de las personas y eso es lo que hemos utilizado".



"Todo este trabajo de coordinación nos hace pensar que procesos de alta complejidad como el proceso de celulosa, debieran tener normativas más restrictivas, porque aquí tenemos que utilizar las normativas que tienen los organismos sectoriales para proteger la salud de las personas y el medio ambiente. Y puntualmente, en el río Mataquito "no tengo norma que me respalde, por eso es que es relevante que tengamos Ministerio prontamente, una Superintendencia de fiscalización", señala Rivera.



Sostiene que recién este año está trabajando en la norma para la cuenca del Mataquito- cuyo anteproyecto debe estar en marzo de 2008 y se prevé que estaría rigiendo a fines de ese año- que permitirá dividir el río en tramos, definiendo las clases de calidad de agua según el sector. Por ejemplo, si un tramo es calificado de calidad de excelencia, "y una industria quiere instalarse y vertir riles que modifiquen el tipo de agua, sería imposible o debería utilizar sistemas de tratamiento súper sofisticados. La empresa Licancel tiene un tratamiento de riles secundarios y no es el mejor sistema de trata existente, hay tecnologías mejores", explica la autoridad ambiental.



Pero, la norma en este escenario no cambiará lo que existe hoy, ya que el río se califica en la condición actual. "Si yo lo hubiera normado en el 90, antes de la instalación de Licancel, posiblemente los temas serían mas restrictivos. Pero aquí yo apelo a la consciencia ambiental: si tenemos tecnologías disponibles más sofisticadas y más eficientes para el tratamiento de los residuos, las empresas deberían ir incorporándolas paralelamente", concluye.



Paga, no paga, sí paga



Un anuncio del Intendente al finalizar la reunión de la Corema del Maule fue que Arauco decidió pagar el estudio del río Mataquito que se había adjudicado la Universidad de Temuco, tras la licitación impulsada por la Corema del Maule.



Inicialmente, la empresa había comprometido su aporte financiero al estudio en cuestión, que además de evaluar el daño, pretende incorporar un plan de recuperación de la flora y la fauna de la zona afectada.



Pero después de que el Consejo de Defensa del Estado interpusiera una millonaria demanda por 2000 millones de pesos, en Licancel decidieron no aportar los cerca de $ 153 millones de pesos para la primera etapa del estudio, aludiendo a que además del dinero exigido por la entidad, por el daño emergente y ambiental, reclama la realización de estudios para ver las condiciones del río y acciones de reparación, acción que se superpondría a la solicitada por la Corema.



Las razones de este nuevo cambio, según misiva enviada por Celco al intendente, se deben a las nuevas políticas de la empresa.

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