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Colombia da por terminada misión de Chávez para acuerdo con FARC

Medida se adoptó luego de que el presidente Hugo Chávez tomara contacto directo con altos mandos militares colombianos, a pesar de que Álvaro Uribe le había pedido que no lo hiciera.


El Gobierno de Colombia dio por terminada la misión que le encomendó en agosto pasado al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para buscar un acuerdo con las FARC que permitiera la liberación de los secuestrados por esa guerrilla.



El anuncio lo hizo el Ejecutivo colombiano por medio de un comunicado leído por el secretario de Prensa, César Mauricio Velásquez, en el que agregó que también se da por terminada la gestión similar solicitada por el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, a la congresista opositora Piedad Córdoba.



En el mensaje oficial, el gobierno de Uribe agradeció la gestión realizada desde agosto pasado por Chávez para lograr un acercamiento con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que tienen secuestrados, entre otros, a 45 políticos, soldados, policías y estadounidenses.



La administración colombiana explicó que se decidió terminar con la mediación del mandatario venezolano y de Córdoba luego de que esta congresista «llamó telefónicamente al comandante del Ejército, general Mario Montoya, le pidió una cita y, a continuación, le pasó al teléfono al presidente Hugo Chávez».



El comunicado señaló que Uribe le había manifestado a Chávez que no estaba de acuerdo con que el jefe de Estado venezolano hiciera «gestiones directas con militares de Colombia».



Precisó que en la conversación telefónica, el presidente de Venezuela le hizo al militar colombiano preguntas sobre los secuestrados por las FARC.



Diálogo con militares



La oficina de Uribe recordó que éste habló con Chávez en la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, que terminó el pasado 10 de noviembre en Santiago, y le advirtió que no era partidario de «el presidente de la República Bolivariana de Venezuela se comunicara directamente con el Alto Mando institucional de Colombia».



«En consecuencia, el presidente de la República da por terminada la facilitación de la senadora Piedad Córdoba y la mediación del presidente Hugo Chávez, a quienes agradece la ayuda que estaban prestando», señaló el comunicado.



Chávez aceptó el pasado 31 de agosto buscar un acercamiento con las FARC en busca del acuerdo humanitario para que ese grupo rebelde libere a los 45 rehenes a cambio de que el Estado deje libres a unos 500 guerrilleros presos.



Uribe también le encomendó una misión similar a Piedad Córdoba, senadora por el Partido Liberal y una de las mayores opositoras del gobierno.



Las FARC tienen en su poder a la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt y a los contratistas estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves.



En desarrollo de la gestión, Chávez y Córdoba se reunieron en varias ocasiones en Caracas.



Hace dos semanas, Chávez recibió en su despacho al guerrillero Luciano Marín, alias «Iván Márquez», miembro de la cúpula de las FARC.



Mientras tanto, en Bogotá el gobierno anunciaba que le fijaba plazo hasta el 31 de diciembre para que la gestión de Chávez con las FARC se concretara.



Cumbre con Tirofijo y pruebas



Las discrepancias de Uribe y Chávez comenzaron a aflorar esta semana cuando este último dijo que era urgente que se reuniera con el fundador y jefe de las FARC, Pedro Antonio Marín, conocido como «Manuel Marulanda Vélez» o «Tirofijo».



El presidente de Colombia reaccionó disgustado y dijo que le había advertido a Chávez en Santiago que esa posibilidad solo se daría si las FARC liberaban a los cautivos y emprendían un proceso de paz.



Por su lado, el mandatario venezolano se entrevistó el martes en París con el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y allí reiteró su interés en reunirse con «Tirofijo» y dijo que éste le había prometido pruebas de supervivencia de Ingrid Betancourt antes de la fecha límite del 31 de diciembre.



Uribe mostró hoy su malestar en una ceremonia militar y advirtió que las FARC podían aprovechar la gestión de Hugo Chávez para sacar réditos políticos.



El embajador de Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, terció en el debate y criticó la falta de pruebas de vida de los rehenes de las FARC, pese a las gestiones que realizaba el presidente de Venezuela.



«Estamos a dos meses y 22 días en este proceso y aún no vemos ninguna prueba de vida», manifestó el embajador.



EFE

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