Titular de Relaciones Institucionales fue vinculado una red dedicada a la captación ilegal de dinero para una campaña política en el estado de Minas Gerais.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, perdió este jueves al segundo ministro en lo que va de este año por acusaciones de corrupción, que esta vez causaron la dimisión del titular de Relaciones Institucionales.
Walfrido dos Mares Guia, del Partido Laborista Brasileño (PTB, sigla en portugués), renunció después de que la Procuraduría General pidió al Supremo Tribunal Federal la apertura de un juicio en su contra por presunta «corrupción electoral» en la campaña de 1998.
En una carta entregada a Lula, Dos Mares Guia pidió separarse del cargo «temporalmente», aunque en realidad se trata «técnicamente de una renuncia», dijeron fuentes oficiales.
En la misiva, el ministro calificó las denuncias en su contra de «improcedentes» e «injustas» y dijo que las recibió con «profunda indignación».
Con su salida, Lula pierde a quien ha sido un fiel colaborador desde su primer mandato (2003-2006), en el que fue ministro de Turismo, cargo que dejó para ocuparse de Relaciones Institucionales en enero pasado.
Las acusaciones involucran también al senador Eduardo Azeredo, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y a otras 13 personas, entre las que figura el publicista Marcos Valerio Fernandes, vinculado además al escándalo de sobornos en el Congreso que hace dos años hizo tambalear al gobierno de Lula.
Según la Procuraduría, Dos Mares Guia, Azeredo y Fernandes actuaron en una red dedicada a la captación ilegal de dinero para la campaña delparlamentario como candidato a la reelección en la gobernación del estado de Minas Gerais, en 1998.
Fernandes, que ya responde ante el Supremo Tribunal por asuntos similares pero referidos a los escándalos de 2005, es conocido en círculos políticos de Brasilia como un «articulador financiero» que ha trabajado en forma turbia en numerosas campañas electorales.
Dos Mares Guia, de 62 años y que en 1998 era vicegobernador de Minas Gerais, ha negado las acusaciones y sostiene que en la época estaba centrado en su candidatura a diputado y ni siquiera participó en la campaña de Azeredo.
El senador, por su parte, divulgó una nota en la que garantizó que la acusación formulada hoy por la Procuraduría será «la mejor oportunidad» para demostrar su inocencia en ese caso, que se ventila desde hace tres años.
Según Azeredo, Fernandes no tuvo participación alguna en aquella campaña, aunque sí la tuvo el publicista Eduardo «Duda» Mendoní§a, que como el anterior responde ante el Supremo por los escándalos del 2005, que se centraron en el Partido de los Trabajadores (PT) y la campaña que llevó a Lula al poder en 2002.
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, lamentó la dimisión de Dos Mares Guia en momentos en que se negocia con el Congreso la aprobación de asuntos claves para el gobierno, como la renovación de un impuesto financiero.
«La salida de Walfrido es una pérdida para el gobierno, porque él tiene un papel de articulación política fundamental», dijo Mantega, quien, sin embargo, consideró que el diálogo con el Parlamento no será afectado.
El senador Epitácio Cafeteira, del PTB, dijo a periodistas que Lula ha decidido que el lugar de Dos Mares Guia será ocupado por el diputado José Múcio, de ese mismo partido y hasta ahora jefe de la bancada oficialista.
Dos Mares Guia es el segundo ministro que Lula pierde por asuntos de corrupción en los once meses que van de su segundo mandato.
En mayo pasado, el entonces titular de Minas y Energía, Silas Rondeau, dimitió acusado de recibir comisiones de una empresa que participaba en licitaciones de obras públicas convocadas por ese despacho.
En 2005, durante el primer mandato de Lula, el escándalo de sobornos parlamentarios hizo tambalear al gobierno y le costó el cargo a José Dirceu, considerado entonces como el «brazo derecho» del jefe de Estado.
Por otras irregularidades, en marzo del 2006, dimitió el ministro de Hacienda Antonio Palocci, quien después de la renuncia de Dirceu se había convertido en el «hombre fuerte» del gobierno de Lula.
EFE
