Así lo aseguró este jueves la subsecretaria de Carabineros, Javiera Blanco, quien desde el lunes encabeza en terreno la coordinación de los servicios de emergencia en la Región de Antofagasta en su calidad de "ministra en campaña".
El Gobierno anunció que todas las víctimas del terremoto que afectó la semana pasada a la zona norte del país tendrán una solución habitacional -permanente o provisoria- antes del próximo 24 de diciembre.
Así lo aseguró este jueves la subsecretaria de Carabineros, Javiera Blanco, quien desde el lunes encabeza en terreno la coordinación de los servicios de emergencia en la Región de Antofagasta en su calidad de "ministra en campaña".
La funcionaria indicó que durante estos días ya han resuelto los problemas de acceso a alimentos básicos, agua potable y soluciones provisorias para quienes perdieron sus viviendas, como la instalación de carpas o albergues.
En ese sentido, adelantó que el próximo desafío será la construcción de 3.000 mediaguas en todas las comunas afectadas -María Elena, Quillagua y Tocopilla-, aunque en esta última concentrará los esfuerzos con 2.500 unidades.
«Nos vamos a poner plazos, metas", dijo la funcionaria a la radio Bio-Bio, refiriéndose al balance que entregará este viernes sobre el trabajo realizado por el Gobierno hasta el momento.
El terremoto del pasado 14 de noviembre, de 7,7 grados Richter, dejó dos muertos, 160 lesionados y más de 15.000 damnificados.
Red de sismógrafos en todo el país
En Santiago, en tanto, el ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, confirmó que el Gobierno estudia instalar una red de sismógrafos en todo el país.
Tras reconocer la falta de tecnología de punta en un país sísmico como Chile, Viera-Gallo aseguró que hay un proyecto en ese sentido que lleva adelante el Ministerio del Interior.
«Hay un proyecto del ministerio del Interior y la Universidad de Chile, que encabeza un consorcio de universidades, con el fin de establecer esta red de sismógrafos en todo el territorio nacional», precisó Viera-Gallo.
Según un informe de la Universidad Católica del Norte, Chile es uno de los países de mayor sismicidad del mundo, lo que «lamentablemente no se ve reflejado de forma proporcional con estaciones sismológicas que permitan un monitoreo continuo de dicha sismicidad».
El estudio señala, por ejemplo, que el norte de Chile es monitoreado por dos de las únicas tres redes sismológicas de todo Chile: la de Antofagasta, que permitió analizar la secuencia del terremoto de 1995 y la de Arica, que ha sido ampliada hasta Iquique.
Ambas redes han sido posible a través de proyectos de investigación conjunta del Grupo de Sismología del Departamento de Geofísica de la Facultad de esa universidad con el Institut de Physique du Globe de Strasbourg de la Universidad Louis Pasteur, Francia y ORSTOM-Francia.
Descoordinación
Viera-Gallo también reconoció cierta lentitud y descoordinación de la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI), frente al terremoto del día 14, que dejó en la ciudad de Tocopilla el 80 por ciento de las casas con daños estructurales.
«Yo creo que la ONEMI tiene que sacar conclusiones de lo ocurrido, porque si la magnitud hubiera sido mayor y en distancias aún más lejanas, podríamos haber tenido dificultades peores. Se debe asegurar que en futuras catástrofes (las descoordinaciones) no vuelvan a repetirse», agregó Viera-Gallo.
