DAvid King dijo que muchas de las preocupaciones en relación con esta controvertida tecnología son «irreales» y es probable que los productos transgénicos sean más seguros para los consumidores que los que se producen de manera convencional.
El asesor científico del Gobierno británico, David King, dijo este martes que los cultivos transgénicos no deberían ser prohibidos y apoyó a su uso positivo.
En una entrevista con Radio 4 de la BBC, King señaló que el Reino Unido y el resto de los países europeos tienen un argumento «moral» para respaldar los cultivos modificados genéticamente porque esta tecnología puede ayudar a las naciones más pobres del mundo.
«La tecnología transgénica no debería ser prohibida. Los productos de la tecnología transgénica deberían ser supervisados claramente uno por uno», puntualizó.
King, quien dejará su puesto a fin de año después de siete como principal asesor científico del Ejecutivo, consideró que estos cultivos serán esenciales debido al aumento de la población y la disminución de los suministros de agua.
«¿Tenemos la tecnología para ello? Totalmente, se llama tecnología de modificación genética», subrayó.
El problema del cambio climático, continuó, hace temer que millones de personas puedan pasar hambre como resultado de un aumento de las temperaturas de la Tierra.
King dijo que muchas de las preocupaciones en relación con esta controvertida tecnología son «irreales» y es probable que los productos transgénicos sean más seguros para los consumidores que los que se producen de manera convencional.
En su opinión, con el desarrollo de la biología molecular, de la que, según dijo, el Reino Unido es pionero, este país está bien situado para desarrollar de manera segura la tecnología, que será vital para alimentar a la población del mundo.
«Hacia mediados de siglo, la actual población de 6.500 millones habrá alcanzado 9.500 millones. Tenemos un planeta cuyos recursos se han forzado demasiado», añadió King.
El experto puntualizó, no obstante, que habrá que aplicar una fuerte regulación a fin de apoyar un desarrollo seguro de los cultivos modificados genéticamente.
«Está claro que tenemos que tener la regulación para proteger nuestra biodiversidad, nuestros cultivos», agregó.
EFE
