El filme, rodado en Polonia mediante técnicas digitales, es considerado un compendio de la obra de este audaz e inquietante director, quien lo describió como "un misterio acerca de una mujer metida en grandes dificultades".
"Imperio", la última película realizada por el aclamado director estadounidense David Lynch ("Carretera Perdida"), y protagonizada por Laura Dern ("Terciopelo Azul") y Jeremy Irons ("Lolita"), entre otros, llegará este jueves a las salas de cine chilenas.
La historia de este filme, retorcida y con tintes pesadillescos, desarrolla distintos niveles argumentales entremezclados, sin aclarar los nexos lógicos entre ellos. Abundan primeros planos expresionistas (especialmente de Laura Dern), el sonido es distorsionado y envolvente, y los efectos especiales unidos a las numerosas escenas cómico-grotescas producen un gran impacto visual.
El reparto de la película, descrita por Lynch como "un misterio acerca de una mujer metida en grandes dificultades", incluye a actores habituales del aclamado director, como la ya mencionada Laura Dern, Harry Dean Stanton y el protagonista de "Mulholland Drive" Justin Theroux, más un cameo de Naomi Watts, además de la actuación estelar del británico Jeremy Irons.
"Inland Empire" es la historia de una actriz, Nikki Grace (Laura Dern), contratada para protagonizar una película dirigida por un famoso director, Kingsley Stewart (Jeremy Irons), y coprotagonizada por un gran seductor de mujeres (Justin Theroux). Sin embargo, dos acontecimientos van a transformar esta situación hasta cierto punto convencional, produciendo múltiples opciones. Por una parte, la visita de una excéntrica vecina (Grace Zabriskie) que viene a anunciar a Laura Dern no sólo que ha sido elegida para interpretar el papel al que aspiraba, sino que también para contarle la leyenda de la que procede la historia del filme. Por otra, el descubrimiento durante el primer ensayo de que la película en cuestión es un remake: la nueva versión de una película polaca cuyo rodaje se vio interrumpido por la muerte de sus actores principales, asesinados por el marido celoso de la actriz.
El universo de la filme contiene innumerables mundos entrelazados: una película en curso, que es una versión americana de una película polaca. Ésta adapta a su vez una leyenda húngara basada en un supuesto hecho real de una anécdota popular de celos maritales y adulterio consumado. A todo esto se suma la dimensión del rodaje como otra realidad paralela, donde el dudoso adulterio de los actores anticipa o repite el adulterio de sus personajes.
