Serbios, en tanto, insistieron en seguir conversando pero advirtieron que tomarán acciones «legales y diplomáticas» para evitar la soberanía de su provincia.
Belgrado y Pristina han fracasado en su intento de alcanzar un acuerdo negociado sobre el futuro estatus de la conflictiva provincia serbia de Kosovo, habitada por una gran mayoría de albaneses independentistas.
Mientras que los albanokosovares dieron por cerrado el proceso negociador y adelantaron una «pronta» declaración unilateral de independencia, los serbios insistieron en seguir conversando pero advirtieron que tomarán acciones «legales y diplomáticas» para evitar la soberanía de su provincia.
El presidente serbio, Boris Tadic, calificó hoy la situación de «muy seria» y dijo que su país tomará acciones unilaterales para evitar la independencia de Kosovo, aunque descartó usar la violencia e hizo un llamamiento a seguir conversando.
«Vamos a cancelar todas las decisiones de las instituciones provisionales de Kosovo que la lleven a la independencia», dijo Tadic ante la prensa en Baden, donde hoy terminó la ronda final de negociaciones sobre Kosovo.
«Claramente, un unilateralismo creará otro. Por eso, Serbia va a responder. No queremos violencia ni guerra. Tenemos instrumentos legales en nuestras manos», afirmó el presidente serbio.
Los albanokosovares, por su parte, descartaron cualquier prolongación de las negociaciones, que ya duran casi dos años, y dijeron que «muy pronto» declararán la independencia, con el objetivo de integrar su país en la UE y en la OTAN.
«Lamentablemente no ha habido acuerdo. La independencia de Kosovo es el inicio y el fin de nuestra visión», dijo el presidente kosovar, Fatmir Sejdiu.
El futuro primer ministro de Kosovo, el ex líder guerrillero Hashim Thaci, aseguró que Pristina va a «respetar la agenda hasta el 10 de diciembre» y después sus acciones «serán coordinadas con Washington y Bruselas».
Esa fecha es el plazo máximo para alcanzar un acuerdo negociado y para entonces la troika internacional de mediación, compuesta por Rusia, la UE y Estados Unidos, deberá entregar al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, un informe sobre las negociaciones.
El mediador alemán Wolfgang Ischinger reconoció en Viena ante la prensa el fracaso de los esfuerzos negociadores de la troika internacional, que tiene previsto viajar a Belgrado el 3 de diciembre, y dijo que «por desgracia las partes no fueron capaces de alcanzar un acuerdo».
Agregó que la conferencia de tres días en Baden, al sur de Viena, «marca el final del proceso negociador entre las partes» pero destacó que ambas se han comprometido a no usar la violencia.
El mediado estadounidense, Frank Wisner, dijo que la paz en los Balcanes «está en juego» e instó a ambas partes a cumplir su compromiso de mantener la paz también tras el fin de las negociaciones fracasadas.
La agencia de noticias serbia «Tanjug» informó hoy de que para el 19 de diciembre próximo está prevista una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU que tratará nuevamente el conflicto.
Allí, Serbia cuenta con el fuerte apoyo de Rusia, que ha bloqueado este año una resolución que le otorgue a Kosovo una soberanía tutelada, tal y como había propuesto el anterior mediador, Martti Ahtisaari.
Por su parte, el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, dijo que «sigue vigente una resolución del Consejo de Seguridad», en referencia a la resolución 1244, del año 1999, que estipula el objetivo de una autonomía para Kosovo dentro de Serbia.
Desde el fin de la guerra de Kosovo en 1999, ese territorio en el sur de Serbia ha estado bajo administración interina de Naciones Unidas y a la espera de la definición de su estatus definitivo.
Los albanokosovares, que son un 90 por ciento de los dos millones de habitantes de Kosovo, anhelan la independencia, lo que Serbia rechaza alegando que una soberanía de esa provincia violaría su integridad territorial y con ello el derecho internacional.
EFE
