Afirmaciones del líder colorín sobre que la actual dirigencia falangista está coludida con la corrupción, fueron vistas en el partido como el hecho que lo terminó por colocar con un pie fuera de la colectividad. Si bien algunos creían que aún quedaban espacios para acercar posturas, tras las declaraciones consideran imposible una salida negociada a la crisis.
Como el hecho que definitivamente cortó la cuerda que estaba en tensión, fue visto al interior de la Democracia Cristiana las declaraciones del senador Adolfo Zaldívar, quien acusó a la directiva del partido de ser una "asociación ilícita" y que está «coludida con la corrupción».
El hecho tuvo una reacción enérgica por parte de la directiva de la colectividad, que en forma unánime resolvió hacer una nueva presentación ante el Tribunal Supremo pidiendo la expulsión del líder colorín, pero esta vez por injurias contra la mesa directiva.
En una declaración especialmente dura, el secretario nacional DC, a la hora de informar esta decisión, señaló que "este señor traspasó todos los límites, este señor está abusando de la política chilena y no merece ser militante del partido».
Antes la presidenta de la colectividad, Soledad Alvear, había sostenido que "no es posible aceptar que una persona venga a enlodar a un partido y a su mesa directiva, no corresponde, no es aceptable" e instó a quienes estén evaluando una contraofensiva ante una posible sanción a Zaldívar, que se marginen voluntariamente de la tienda.
Antes de interiorizarse sobre las duras palabras del senador por Aisén, no eran pocos los que desde una posición más neutral en este conflicto, abogaban por una posible mediación o una negociación que pusiera paños fríos a este cisma, pero después de dichas declaraciones el escenario cambió.
Así, ahora son muy pocos los que apuestan por la posibilidad de una salida negociada y consideran que Adolfo Zaldívar está con un pie fuera de la colectividad, pues sus palabras son vistas como graves.
En este contexto, cuando se le preguntó a Valenzuela sobre la posibilidad de que la Iglesia Católica medie en este conflicto, tras las afirmaciones del obispo Alejandro Goic, quien llamó a la DC a buscar caminos de diálogos, el secretario nacional del partido agradeció la intervención del presidente de la Conferencia Episcopal, pero consideró que este caso lo debe ver el Tribunal Supremo del partido.
"Aquí no hay nada que mediar; aquí hay un tribunal que tiene que conocer dos causas, a partir del lunes una y a partir de hoy día otra y tomar las resoluciones que estime el caso tomar", sostuvo.
Por otra parte, se le consultó acerca de las afirmaciones del vicepresidente DC, Jorge Burgos, quien dijo que si Adolfo Zaldívar no es expulsado, la directiva tendría que dejar sus cargos, Moisés Valenzuela aclaró que ello no ha sido analizado al interior de la mesa.
Sin embargo indicó que "si usted me pregunta si respeto, aprecio y comparto los dichos del diputado Burgos, sí los comparto. Pero es un tema que lo deberá ver el conjunto de la directiva en su minuto"
Zaldívar: "No están en condiciones de conducir un partido"
En tanto, frente a la nueva presentación de la mesa directiva en su contra, el senador Adolfo Zaldívar señaló que "me tiene absolutamente tranquilo cualquiera que sean las decisiones de la directiva del partido".
Enfatizó que "que aquí lo que buscan es sancionarme, es expulsarme. No les bastó con insultarme, con injuriarme, con denostarme. Y, en consecuencia, todo esto es parte de una decisión que tienen tomada y que muestra que no están en condiciones ni en capacidad de conducir un partido político".
Mientras, las corrientes internas de la colectividad están analizando el escenario para ver la posición que tomarán. Los llamados "príncipes" y "los chascones" tienen, en este caso, una visión coincidente, en el sentido de sostener que la directiva DC no tenía otro camino que pedir la expulsión de Zaldívar, pues con su presencia se hacía ingobernable la colectividad, aunque les gustaría explorar caminos para reconstituir las relaciones internas.
En tanto, los colorines están manteniendo una activa agenda con los militantes, en el marco de la estrategia de ir a las bases a denunciar lo que ellos consideran una decisión que atenta contra la democracia interna.
En este contexto, las mayores inquietudes dentro de los demócrata cristianos se encuentran en regiones, pues el análisis que hacen es que este es un conflicto ubicado en la elite del partido que está tensionando a la colectividad en su conjunto, por lo que hay una profunda preocupación y quieren que se planteen formas para sacar a la DC de este conflicto.
Desde lejos, específicamente en Marruecos, el presidente del Senado Eduardo Frei, se mantiene muy informado sobre los hechos que se suceden en la DC, sin embargo no se referirá al tema hasta regresar a Chile.
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