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Alta adhesión a huelga sindical de transporte deja a pie a toda Italia

En Roma, los sindicatos aseguran que el 72% del personal de autobuses y tranvías adhirieron a la huelga de ocho horas, mientras permanecieron cerradas las dos líneas del metro.


La alta adhesión a la huelga nacional de transportes convocada por los principales sindicatos ante lo que consideran la grave crisis del sector ha dejado este viernes a pie a una resignada Italia.



Una huelga de estas características, que abarcaba todos los sectores, desde los trenes, autobuses, metros, barcos, aviones, al personal de las autopistas, no se vivía en el país desde hace 25 años.



Aún así, gracias a la garantía de los servicios mínimos y las franjas horarias diferentes, se ha vivido con tranquilidad y resignación por parte de los ciudadanos.



En un comunicado conjunto, los sindicatos de mayoría han expresado su satisfacción por la masiva adhesión, que ha tocado puntas de hasta el cien por cien en algunos sectores y ciudades, pero también han ofrecido sus excusas a los ciudadanos señalando que la responsabilidad es del gobierno.



Durante los horarios de la huelga se ha producido tráfico intenso en las grandes ciudades pero no se han vivido momentos de caos, debido a que muchos ciudadanos han acudido al trabajo antes de que comenzase la huelga y han esperado que terminase para poder regresar a sus hogares.



Los trenes se detuvieron desde las 08.00 GMT a las 16.00 GMT; los aviones desde 10.00 GMT a las 15.00 GMT, y los barcos zarparán con 24 horas de retraso, mientras para el transporte local las horas de huelga varían de ciudad a ciudad, con franjas de servicio garantizado.



La movilización está convocada por las secciones de transportes de los principales sindicatos, Cgil, Cisl, Uil y Ugl, para pedir una política de transportes y para protestar contra los cortes de los recursos destinados al sector en los presupuestos de 2008.



En la capital, los sindicatos aseguran que el 72% del personal de autobuses y tranvías adhirieron a la huelga de ocho horas, mientras permanecieron cerradas las dos líneas del metro.



En Milán, el seguimiento de la huelga fue del 50% en los transportes municipales de superficie, mientras las tres líneas de metro permanecieron cerradas y los trenes no circularon.



Los mayores problemas se registraron en el sector aéreo con cientos de vuelos cancelados en los principales aeropuertos italianos durante el previsto parón de cuatro horas desde las 10.00 a las 14.00 GMT.



El aeropuerto romano de Fiumicino anunció la suspensión de 162 vuelos, la mayor parte pertenecientes a la compañía italiana Alitalia, la cual prevé cancelar 217 aviones en todo el país.



Los aeropuertos de Milán, Malpensa y Linate, han cancelado en total 205 vuelos, mientras que en Bolonia fueron suspendidos 35.



También la circulación de los trenes también ha quedado completamente bloqueada en el país, con un seguimiento del 90%, según los sindicatos.



El secretario general de la sección de transporte del sindicato Cisl, Claudio Claudiana, destacó que «la gran movilización de hoy impone» que el gobierno «afronte de cara» la cuestión de los transportes, que representa un elemento «crucial para asegurar a los ciudadanos y las empresas servicios eficientes y competitivos».



En los días anteriores a la protesta, los sindicatos indicaron que la convocatoria había sido «inevitable» ante una falta de intervención del gobierno que ayude a salir al sector «de un estado de crisis cada vez más grave».



Los sindicatos piden al gobierno del primer ministro Romano Prodi, respuestas concretas para dar solución a los «graves problemas abiertos» dentro de un política de transportes que se debe reconstruir.



Entre ellos, «aliviar» algunas «crisis abiertas» como la de la aerolínea Alitalia, los ferrocarriles del estado, y la compañía marítima Tirrenia».



Sobre la movilización de los trabajadores del transporte, el ministro de Trabajo, Cesare Damiano, explicó que «los sindicatos no convocan huelgas por nada» y que el paro de hoy «evidencia una situación completa que el gobierno se está empeñando en afrontar».



EFE

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