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Chávez no quiere agravar situación con España aunque espera disculpas

«Hay mensajes y los recibimos con buena fe», comentó el gobernante venezolano, que moderó sus palabras hacia las autoridades de Madrid.


El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo que no quiere «agravar la situación» con España aunque sigue a la espera de disculpas del rey, al tiempo que señaló que si «la derecha española vuelve al gobierno» entonces «se acabaría» la relación.



En una cita con la prensa este sábado, jornada de reflexión antes del referendo del domingo, Chávez manifestó que «es posible que haya un contacto en los próximos días» al referirse al diferendo que se desencadenó después de que el rey de España le mandara callar en la pasada Cumbre Iberoamericana en Chile.



El presidente venezolano siguió insistiendo en que espera disculpas del monarca español aunque dijo que el rey Juan Carlos había «enviado un mensaje» y que «ojalá la supuesta reflexión» del soberano «se haga pública».



Chávez, quien dijo que no debe revelar cuál es el mensaje al que aludió, añadió: «Esperemos a ver… Ojalá continúe reflexionando (…) la navidad pudiera ser una buena ocasión para que reconozca el error, lo cual le ennoblecería».



«Y que pasemos la página», subrayó el presidente, al que la oposición venezolana acusa de querer «desviar» la atención del referendo con polémicas externas, como las que han surgido recientemente con Colombia y con España.



«No queremos agravar la situación con el gobierno de España. Esperemos pues…», comentó hoy el jefe del Estado venezolano, quien el viernes, en el cierre de campaña para el «sí» a su reforma constitucional en el referendo del domingo, lanzó la amenaza de que podría nacionalizar bancos españoles en Venezuela.



Chávez dijo ayer que si el rey no presenta disculpas por haberle «agredido» en Santiago comenzará «a pensar en acciones».



En un encendido discurso en el cierre de campaña, el presidente venezolano agregó que «si no ocurre», él no quiere «tener nada que ver con el gobierno de España».



«Comenzaré a pensar en acciones que habría que tomar», subrayó, antes de añadir que los españoles «compraron unos bancos». «No me cuesta nada recuperarlos y nacionalizarlos y ponerlos al servicio del pueblo… no me cuesta nada», indicó Chávez, quien el domingo pasado habló de «congelar» relaciones con Madrid.



«Hay mensajes de España… Los recibimos con buena fe», repitió hoy en la rueda de prensa antes de negarse a calificar de «ultimátum» sus palabras respecto a intereses españoles, al ser preguntado al respecto.



«Aspiro a que cesen las agresiones en España contra nosotros», subrayó Chávez, que las atribuyó a «medios de comunicación» y a «la derecha».



La derecha española «nos quiere usar como tema interno, como un juguete para buscar votos» porque «no tienen discurso», dijo.



«La derecha española arremete todos los días» contra el gobierno de Venezuela y sus representantes «vienen aquí, van a la televisión», comentó, antes de agregar: «Si por alguna razón la derecha española volviera al gobierno allí, sí se acabaría cualquier cosa».



«Si gana la derecha otra vez, olvídense los españoles» de las empresas, afirmó Chávez, que citó un banco, sin identificar, y también la empresa Repsol de la que dijo que «tendría que irse».



«Nosotros queremos ayudar, pero no nos hacen falta las inversiones» españolas y «queremos conservarlas, solo pedimos respeto», añadió el presidente venezolano, quien dijo tener «la lista» de las empresas españolas en Venezuela y que él «está revisando».



Chávez reiteró las palabras en las que ha insistido desde el incidente de la Cumbre Iberoamericana de Santiago, el pasado 10 de noviembre, cuando el rey de España le dijo «por qué no te callas» en medio de sus interrupciones al presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.



Así, volvió a insistir en que el monarca español fue quien le «irrespetó» a él y que no le oyó cuando le mandó callar.



También destacó nuevamente que el gobierno español presidido por José María Aznar, al que llama constantemente «fascista», apoyó el golpe que le derrocó durante 48 horas en 2002.



E insistió, dirigiéndose al monarca español: «Reconozca que cometió un exceso y ofrezca excusas… Hay un millón de palabras… Yo seguiré a la espera».



EFE

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