Publicidad

Educación municipal y subvencionada, las batallas del Magisterio en 2008

Representante comunista asegura que la anterior conducción jugó un papel sindical muy »pasivo» con los maestros y que su gestión pretende cambiar esa tendencia. En todo caso, reconoce la necesidad de alcanzar consensos entre las distintas sensibilidades y adelanta que en enero se decidirán los puntos que marcarán su administración.


Como un período bastante "dinámico", augura el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo (PC), su recientemente asumido mandato, iniciado el 12 de noviembre pasado y que se extenderá hasta el mismo mes de 2010. No es extraño que el representante comunista defina así su próximo liderazgo, ya que se verá aderezado por diversas elecciones: municipales, presidenciales, de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y también por un movimiento sindical ascendente, que él espera siga tomando fuerza.



De hecho, uno de los referentes de su campaña apuntaba precisamente a un trabajo más compenetrado con la CUT y a la defensa de los derechos laborales, lo que, asegura, será precisamente una de las fórmulas que redefinirán la jefatura del Magisterio.



En todo caso, su ánimo apunta a lograr consensos y presentar una "lucha" representativa, con ideales comunes a las listas que se presentaron a las elecciones y que serán discutidos y definidos durante las primeras semanas de enero, en una asamblea programática, donde se pretende construir una plataforma de coincidencia o convergencia. Lo que sí, siempre con un "sello" propio, que marcaría la diferencia entre la lista que representa y las demás.



En entrevista con El Mostrador.cl, el docente comenta los caballitos de batalla que abanderará su gremio y las recetas que empleará para conseguirlo.



¿Cuáles son las "coincidencias" que existen en las distintas sensibilidades el gremio y los temas que se abordarán durante su período?
– Por ejemplo, el término de la municipalización y reorganizar la evaluación docente, donde hay que corregir una serie de vicios que presenta. También la reforma al sistema de pensiones que está haciendo crisis dentro del gremio. Estamos de acuerdo también en el pago de la deuda histórica, superar el tema de los profesores a contrata. Además, el pago de indemnización permanente para toda la gente que se va del sistema.



O sea, hay varios puntos que son reivindicativos, de coincidencia, con los que queremos hacer una plataforma. Y también en lo político educacional, recrear o reeditar una propuesta que hiciera el Colegio sobre los desafíos para mejorar la calidad de la educación, que es un documento de consenso. Nuestro itinerario es definir la plataforma en enero y ver un plan concreto a partir de marzo.



¿Y más allá de estos temas "coincidentes", cómo se abordará el período liderado por su lista?
-Es evidente que en esta forma en que vamos a llevar adelante esta plataforma hay aspectos que nosotros pondremos el sello o le daremos una identidad. Por ejemplo, trabajar con unidad y movilización toda esta plataforma. Vamos a dialogar con la autoridad, presentar nuestro petitorio e iniciaremos un camino de conversaciones, pero si vemos que eso no avanza, tendremos que convocar al Magisterio a movilizarse para respaldar esto en forma activa.



Pensamos en dos negociaciones para el 2008 que son fundamentales: una que tiene que ver con los colegios municipalizados, sobre puntos muy específicos como son los profesores a contrata, la indemnización permanente, titularidad para la gente que trabaja ahí, que los planes de educación municipal sean hechos con la participación de los profesores, un conjunto de iniciativas reivindicativas.



Y en segundo lugar, hacer una negociación con los empresarios de la educación particular, de la Conacep -Corporación Nacional de Colegios Particulares- como la FIDE -Federación de Instituciones de Educación Particular-, que son las entidades que agrupan a los dueños de colegios. El sector particular subvencionado es hoy casi 50% de la educación del país y es el sector donde trabajan los profesores jóvenes, que son los que están más afectados, donde la mayoría percibe el mínimo y ahí hay cuestiones que son muy apremiantes que queremos negociar pero directamente con los empresarios de la educación. Esto es en cuanto a política educacional.



Hoy todo el mundo dice que hay que derogar la LOCE, que la educación está en crisis y que es necesario proponerse mejorar la calidad de la educación. Estamos de acuerdo con eso, pero nuestra propuesta va orientada a buscar una nueva administración de la educación, que ya no sea municipalizada sino que esté administrada por entes públicos, descentralizado a nivel de cada región del país, que debe cambiar la ley de financiamiento de la educación, no puede ser por asistencia a medias porque eso es competitivo y afecta a los más pobres. Que no exista la selección ni el lucro, en ninguna de sus formas, ni revestido, ni así como tímido. Derechamente eso hay que erradicarlo.



¿Pero creen que hay alguna posibilidad de cambiar esto? Mal que mal el acuerdo educacional Alianza-Concertación ya se firmóÂ…
– No, la suerte no está echada, porque este acuerdo son grandes líneas de acción, son ejes de ideas y, además, limitadas, tímidas como decimos nosotros. Pero tiene que traducirse en un proyecto de ley y tiene que ir a debate parlamentario. Y ahí hoy día eso va a explotar, porque en los mismos sectores de la Concertación no todo el mundo está de acuerdo con ese proyecto. De hecho, el senador Ávila y varias otras personas se han acercado a nosotros para expresar su opinión de disconformidad. Entonces, de ahí a que esté esto resuelto, y que haya uniformidad del bloque concertacionista, eso no es tal y menos ahora, con todo el tema de la crisis que están viviendo.



No nos cabe duda que esto traerá polémica igual y aún falta la voz del mundo social, aunque esto se instale, se apruebe rápidamente así como por asalto, el conflicto no va a estar resuelto porque si el acuerdo no está legitimado, las cosas no están definidas.



Con respecto al trabajo de la mano de la CUT que se anunciaba para su mandato ¿cómo piensan abordarlo?

-Le damos importancia a marcar más o enlazar más con los demás trabajadores, porque hay varios temas que son transversales, que aunque nosotros como gremio despleguemos la más amplia movilización, no vamos a cambiar algunas cosas aún con ese esfuerzo. Aquí se requiere de la unidad con todos los trabajadores.



Tenemos la idea de trabajar en conjunto, ya lo hemos practicado recientemente con la lucha del reajuste del sector público, que esa mesa la coordina la CUT: somos 14 gremios del sector público y dimos la batalla. Y a nuestro parecer, fue exitosa. Lo logramos única y exclusivamente por la unidad de todos los gremios y por estar coordinados por la Central. Queremos seguir en esa línea, marcar el sello y también ser más solidarios, porque cuando un gremio entra en conflicto los demás no pueden estar mirando desde la vereda del frente.



Conflictos internos



¿Cómo ha enfrentado las polémicas internas luego de ser elegido presidente, que se iniciaron con el problema de los resultados?
– Primero, las elecciones fueron el 11 y 12 de octubre, el día 13 ya estaba claro el panorama. Estaban escrutadas 70% de las mesas y había una tendencia clara y notoria y era muy difícil que eso cambiara, a no ser que hubiera un fraude. Pero desde ese momento hubo un resultado que sorprendió a muchos sectores, sobretodo a la prensa que apoya al sistema. Y se inició una campaña feroz de desprestigio, que esto iba a significar un retroceso, que el colegio iba a ser instrumentalizado como un partido político. Junto con esto hubo intentos de fraude, pero nos dimos cuenta y los desbaratamos: ganamos tres veces esta elección. Tuvimos que defender tres veces que no nos metieran fraude.



El profesorado estuvo medio ajeno, algunos dirigentes se prestaron para dar opiniones para acicatear todo esto y tratar de manchar el triunfo, desbaratarlo y hacer que se llegara lo más débil posible a ocupar el cargo, pero el profesorado no enganchó con eso. De tal modo que hubo mucha preocupación y después se estableció un alivio cuando las cosas decantaron, porque en realidad la gente quería un cambio de la conducción, eso era un hecho que era de la causa.



Ha sido el cambio visto con mucha alegría, con expectativa, esperanza. No pensando en que el colegio va a solucionar los problemas, no somos la autoridad política de este país, pero sí de asumirlo. La conducción había jugado un papel muy pasivo, le había costado ser más proactivo en demandas que son muy serias. El magisterio está pasando por problemas muy graves, de diferente orden, entonces, se requiere también una directiva que sea más crítica, activa, denunciante, más autónoma de la autoridad, que diga las cosas como son. Entonces el cambio era necesario.



Antes de asumir hizo un llamado a los profesores a no entregar el portafolio de la Evaluación Docente ¿cómo se vio esto internamente?
-Lo que orientamos fue a que la gente que lo hacía por primera vez no lo entregara, porque a la tercera vez significa despido de su trabajo -si reprueban-, y eso fue acatado por mucha gente. La gran mayoría lo está haciendo por tercera vez, pero no nos preocupamos de eso porque este tema de la Evaluación Docente tenemos que revertirlo, pero en un proceso no de un día para otro y no sólo porque alguien asume la presidencia.



En esto hemos anunciado que vamos a iniciar un camino, pero lo vamos a ligar a la carrera profesional. Hoy día es necesario que exista una carrera profesional para los docentes, que no la hay. Y de hecho dentro de ella debe estar el tema de la Evaluación Docente, que debe ser algo más bien formativo, que apoye una carrera profesional, en vez de ser punitivo, que es la característica que ha tomado hoy día.



______

Publicidad

Tendencias