Según rebeldes, para realizar operativo «se necesita un espacio adecuado», con la desmilitarización de las localidades de Florida y Pradera «por 45 días».
Las FARC agradecieron las gestiones del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, que consideran «loables y sanas», acusaron al gobernante colombiano, Álvaro Uribe, de ser «la traba» en un intercambio de rehenes por guerrilleros, e insistieron en el retiro de tropas de una zona del suroeste del país.
«Buenas las intenciones del gobierno francés. Loables y sanas. Pero intercambio es intercambio, estos son los suyos y estos son los míos», señalan las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en un escrito divulgado en la agencia Anncol, en la que suelen difundir sus comunicados.
Añaden que eso «es lo que se puede entender en los convenios internacionales sobre el tema» del canje, sobre el que reiteran que «se necesita un espacio adecuado», con la desmilitarización de las localidades de Florida y Pradera, suroeste, «por 45 días».
La mediación internacional, indican, «no debe convertirse en favores al uno o al otro bando en disputa. Así se pierde la credibilidad y confianza de una de las partes».
Subrayan que «Álvaro Uribe no está interesado en este sencillo acto humanitario» y agregan que «su visión esta signada por el rescate violento de los retenidos».
Acusan al gobernante de que «su más reciente ‘proeza'» fue «llevar a la muerte a once de los 12 diputados (regionales del Valle del Cauca) retenidos por las FARC».
Según esa guerrilla, Uribe, como pasó con el caso de los diputados muertos en junio pasado, después de haber sido secuestrados en abril de 2002, «retrasó la entrega de sus cadáveres, a pesar de las manifestaciones de buena voluntad» para devolverlos rápidamente.
Sarkozy envió el miércoles mensajes a los secuestrados y al líder y fundador de las FARC, Pedro Antonio Marín, alias «Manuel Marulanda», o «Tirofijo», en los que recuerda su compromiso de trabajar por una solución humanitaria en favor de los secuestrados.
En el mensaje a «Tirofijo», Sarkozy le pide «solemnemente que libere a Íngrid Betancourt y no haga pesar sobre su conciencia el riesgo que significaría su desaparición».
«Por mi parte, me comprometo», añade el mandatario francés, «a seguir implicándome personalmente en la búsqueda de una solución humanitaria para la liberación de todos los demás secuestrados. Más allá de ello, me comprometo a redoblar esfuerzos, si así se desea, para contribuir a encontrar una solución al conflicto colombiano».
Además de Betancourt, que tiene también nacionalidad francesa, las FARC tienen en su poder a tres estadounidenses contratistas del Pentágono, a decenas de políticos, soldados y policías que pretenden intercambiar por unos 500 de sus guerrilleros presos.
EFE
