En la Concertación se interpretó la partida del vocero del Ejecutivo como la decisión que abre la puerta para un inminente cambio de equipo más profundo. La decisión pone nuevos desafíos a una complicada Concertación, como una pugna entre el PPD y el PRSD por el cupo de la V Costa, y la elección del sucesor de Francisco Vidal en la presidencia del directorio de TVN.
El mundo político quedó atónito con la renuncia al Ministerio Secretaría General de Gobierno de Ricardo Lagos Weber y el regreso a La Moneda de Francisco Vidal, ambos PPD. Y es que a pesar de lo mucho que se había hablado de que el vocero dejaría su cargo en vista de sus perspectivas de postular al Senado, fue como el cuento del lobo y a estas alturas se había bajado la guardia respecto a esta posibilidad.
De hecho, fuentes en el PPD señalaron que incluso el timonel de la colectividad, Sergio Bitar, se enteró de la noticia poco antes de que se hiciera pública, pues la Presidenta Michelle Bachelet no habló sobre el cambio que se avecinaba con los timoneles de la Concertación. Según explican, ello se ajusta al estilo de la Mandataria de actuar en forma autónoma de los partidos políticos y también evitar presiones desde el oficialismo para escoger a determinadas figuras.
En todo caso, dentro del ambiente de incertidumbre que viven los personeros de la Concertación respecto a las decisiones de la Presidente Bachelet, la lectura que se hizo en el oficialismo fue que este es el primer paso de una cirugía mayor en el equipo de trabajo del gobierno.
Un ministro cansado
Lagos Weber le dijo a muchos al interior del PPD que estaba agotado y que quería irse del gabinete, comentarios que dieron pie para que cada vez que se hablara de cambio de ministerial, su nombre figurara dentro de los posibles secretarios de Estado que partirían. Pero el momento en que se concretó el hecho, pilló de sorpresa a la Concertación.
En ese contexto, fueron muchas las elucubraciones que se realizaron y la mayoría apuntó al Transantiago: ya fuera porque el vocero se la jugaba por la tesis de usar el 2% constitucional para financiar el sistema o ante la posibilidad de que el informe de la comisión investigadora sea muy duro respecto al rol de su padre, el ex Presidente Ricardo Lagos Escobar.
Sin embargo, con el correr de los minutos y a medida de que en el oficialismo se tuvieron más antecedentes la interpretación fue una en la Concertación: este es el primer paso para el muy anunciado cambio de gabinete, que también tocaría a subsecretarios e intendentes.
De acuerdo a lo que se sostiene en el PPD, sabiendo que venía un cambio estructural en la composición del equipo de la Presidenta Bachelet, Lagos Weber quiso adelantarse y salir antes de que se materializara este proceso.
La idea era no aparecer como "echado", si no tomando el toro por las astas y él decidir que quería tomar otros rumbos. En este sentido, explican que no es lo mismo irse solo, por decisión propia, que con el resto del gabinete.
En otros partidos oficialistas se considera que Lagos Weber simplemente dio el primer paso para dejarle el espacio despejado a Bachelet para anunciar un cambio de gabinete más profundo, dado los síntomas de agotamiento en el Ejecutivo, pues su partida de Lagos Weber se suman las renuncias de los intendentes de Antofagasta, Marcela Hernando (PPD), y Los Lagos, Jaime Bertín (DC).
Efectos inmediatos
Como consecuencia directa del adiós de Lagos Weber empiezan a surgir nuevos nombres que podrían sumarse a su destino. En la Concertación se recuerda que se avecina una decisión respecto al titular de Transporte, René Cortázar (DC). También son varios los que hablan de que el ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo (PS), partiría de La Moneda.
Por una parte, sus negociaciones con la derecha le han traído fuertes costos dentro de su propio partido, donde varios importantes personeros no le perdonan las concesiones que ha hecho a la oposición para conseguir sus votos, y porque en lo personal también se declara cansado y ha manifestado su interés en irse.
En tanto, en las relaciones internas de la Concertación, esto plantea un conflicto que se veía venir, pero que hasta ahora se había pateado hacia el futuro. Con la salida de Ricardo Lagos Weber, el PPD saldrá a exigir su cupo en la V Costa, donde el hoy radical Nelson Ávila fue electo por esa colectividad.
En este escenario, el PRSD peleará con dientes y muelas esa circunscripción, pues si pierden a Ávila, y por otra parte también se quedan sin senador por la Novena Sur, donde Guillermo Vásquez ocupó el sitio dejado por el DC Jorge Lavanderos, se quedarían sólo con un sitio en la cámara alta, con lo que perdería la presencia que ha adquirido gracias a sus tres votos en el Senado.
Por otra parte, si la designación de directores para Televisión Nacional ya fue un desgaste para el gobierno, proceso en el que se anotó una bullada derrota en el Senado con el PS Francisco Aleuy, las perspectivas no son nada buenas para la nominación de presidente del directorio del canal público.
Mientras, nadie tampoco quedó indiferente con el regreso de Vidal al puesto que lo catapultó como figura política de la Concertación. Para el oficialismo ello tiene sólo una lectura: en el actual ambiente del conglomerado, con incendios que se suceden, el laguismo retoma posiciones.
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