«La represión no ha terminado (…) y el Gobierno birmano sigue mintiendo sobre las cifras de muertos y detenidos», según el jefe de la organización Human Rights Watch en Asia, Brad Adams, quien dio a conocer la información.
La organización Human Rights Watch (HRW) denunció este viernes que al menos 20 personas murieron durante la represión de las últimas protestas pacíficas contra la Junta Militar de Birmania, cinco más que los que admite el régimen de Rangún.
Además, el grupo indicó en un comunicado que cree que la cifra real de víctimas es mucho mayor, pero reconoció que no podrá ofrecer datos exactos hasta que no tenga libre acceso al país.
«La represión no ha terminado (…) y el Gobierno birmano sigue mintiendo sobre las cifras de muertos y detenidos», según el jefe de HRW en Asia, Brad Adams.
A principios de esta semana, las fuerzas de seguridad anunciaron que un total de 2.927 personas, entre ellas 596 religiosos, fueron arrestados por participar en las manifestaciones del pasado septiembre, de las que 80, 21 de ellas monjes, permanecen detenidas.
La disidencia calcula que al menos 200 personas fueron asesinadas por los militares y cerca de 6.000 fueron detenidas.
Más de un centenar de testigos aseguraron a los investigadores de HRW que los soldados birmanos dispararon contra las masas con sus metralletas, apalearon a activistas y se llevaron a muchos de ellos a centros de detención.
Birmania (Myanmar) está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones desde 1990, cuando el partido oficial perdió estrepitosamente ante la coalición opositora encabezada por la Nobel de la Paz birmana, Aung San Suu Kyi, en unos comicios cuyos resultados jamás fueron reconocidos por los generales.
EFE
