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Descartan riesgo de contaminación en el edificio incendiado de UACH

Labocar de Carabineros ya realizó catastro de sustancias y ahora toma muestras en todos los pisos del inmueble antes de que se realice su limpieza.


«Establecimos que hay cero rango de toxicidad, de contaminación radiactiva y química». Así lo aseguró el capitán Carlos Ramírez Lagos, perito de incendios del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar), quien se encuentra en Valdivia a cargo de un intenso trabajo de investigación en el siniestrado edificio de Ciencias de la Universidad Austral de Chile (UACH), para lo cual cuenta con el apoyo de un equipo integrado por peritos químicos, planimetristas y fotógrafos.



Aunque reconoció que en un principio la autoridad sanitaria recomendó sólo el ingreso con equipos autónomos, finalmente se estableció un protocolo en conjunto con la casa de estudios, con el objeto de determinar qué elementos, cantidades y lugar físico en que se encontraban sustancias químicas, biológicas y radiactivas.



«Actualmente, estamos trabajando sin ningún tipo de protección extra, sólo con la protección normal que se utiliza en incendios, como cascos, antiparras, botas de seguridad y trajes», indicó.



El especialista explicó que ya realizaron un catastro de estas sustancias y en estos momentos se encuentran tomando muestras en todos los pisos de este edificio antes de que se realice la limpieza del lugar. La idea -dijo- es evitar que los desechos que se generen contaminen el medio ambiente, de manera tal que sean evacuados «de acuerdo a la norma que la universidad tiene correctamente implementada». Para ello cuentan con la colaboración de María Luisa Keim, encargada del Proyecto de Administración Ambiental Corporativo (PAAC) de la UACH.



El uniformado agregó que han cerrado todas las vías de evacuación de agua, creando una gran piscina, «la cual será tratada como corresponde por la universidad y con la venia de la autoridad sanitaria».



Igualmente, informó que se encuentran estableciendo el comportamiento del fuego y las posibles causas del siniestro, «que es un trabajo lento porque hay que hacer remoción de escombros». En esa línea están trabajando por capas, con cuadrículas, al igual como lo hacen los arqueólogos.



El especialista de Labocar indicó que continuarán su labor en este edificio hasta el próximo martes. La última etapa considera trabajos de recuperación de algunos objetos que pudieran haber resistido el fuego, como CPU de computadores.

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